Río Doce.- El Cártel de Sinaloa junto al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), desbancaron a organizaciones criminales de China e Italia como los grupos criminales más poderosos del mundo, reveló un nuevo reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC).

Esta información ubicaría al Cártel de Sinaloa al mismo nivel que las mafias de Rusia y Japón, entre los grupos con más capacidad de corrupción en el planeta, aún con la ausencia de Joaquín el Chapo Guzmán, extraditado a Estados Unidos a principios de este año, y aún cuando las disputas en su interior continúan a la alza.

De acuerdo al reporte, esta escalada habría sido influída por el hecho que México se convertió en 2016 en el tercer principal productor de heroína en el mundo, sólo superado por Afganistán y Myanmar, y que el aumento en el consumo de esa droga creció en Estados Unidos y Europa.

“Aunque el uso de la cocaína ha prevalecido en países de Europa y Norteamérica, es notorio que el uso de la heroína aumentó un 30 por ciento entre 2011 y 2016”, revela el reporte publicado a finales de junio pasado.

Regiones en Guerrero, Sinaloa, Durango y Chihuahua continúan siendo los lugares donde más amapola se siembra, aunque hay otros estados por donde atraviesan las sierras madre occidental y sierra madre oriental, entre ellos Tlaxcala, Hidalgo y Puebla, donde no se sembraba amapola, y en los últimos años ha empezado a ganar notoriedad la siembra de ese cultivo.

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Oro blanco y oro negro

En un rápido sondeo hecho por Ríodoce en la zona serrana de Sinaloa, para el campesino común, la siembra de amapola representa la única opción de sustento, y con ello sacarle la vuelta a la falta de desarrollo social y económico que hay en la sierra de Badiraguato.

“Un kilo de goma (de opio) te lo pagan en 35 mil pesos, y si una parcela de un cuarto de hectárea te da uno cuatro kilos (de goma), pues ya tienes ahí casi 140 mil pesos para vivir el año”, dijo un sembrador de amapola quien solicitó no revelar su nombre, ni el pueblo donde reside, en la sierra de Badiraguato.

Este sembrador es la tercera generación de campesinos de amapola, explica cómo la siembra se migró de mariguana, hace ocho años, a amapola, y aclara que todo ha sido parte de la demanda que se ha dado en Estados Unidos.

“Siguen pidiendo mota, pero ya no la pagan igual que antes; en cambio la chiva es mejor pagada”, explicó, refiriéndose a la caída en los precios de mariguana, cuyo precio en 2009 era de mil 500, mientras que en la actualidad la compran a 400 pesos.

Una vez que el campesino vende la goma de opio, el traficante la manda procesar con un cocinero de heroína, quien necesitará diez kilogramos de goma para procesar un kilo de heroína blanca, que en el mercado negro de Nueva York o Penssilvania tendría un costo aproximado de 48 mil dólares.

“Yo cobro a 2 mil dólares el kilo de chiva blanca”, comentó un cocinero entrevistado en la zona de Badiraguato, luego de explicar que en los últimos años ha aumentado un 300 por ciento la demanda de ese enervante.

Según el mismo reporte de la UNODC, el radio territorial que es plantado en México equivale a la extensión territorial de Washington DC, que equivale a 177 kilometros cuadrados, sembrados en su totalidad, es decir, casi el tamaño de los territorios de Culiacán y Angostura juntos.

Esa gran longitud de territorio sembrado pone a México como el tercer principal productor de heroína en el mundo lo que, anuado al tráfico de otras drogas ilegales como la cocaína, mariguana y metanfetaminas, y dada la cercanía con Estados Unidos, hace que cárteles como el de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación hayan crecido casi al mismo nivel que las mafias de Rusia y Japón.

El país de los fuertes

Pero mientras los de Sinaloa y de Jalisco se fortalecen, el gobierno federal mexicano logró disminuir el poder de cinco cárteles, según explica Antonio Luigi Mazzitelli, jefe UNODC en México.

“Estos cinco grupos son los Arellano Félix, la Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, el Cártel de Juárez y Los Zetas”, explicó el funcionario.

No ha sido el caso del Cártel de Sinaloa y el CJNG, que han mantenido su poder para interactuar con grupos institucionales, políticos, económicos y sociales en todos los niveles.

Grupos criminales como los Beltrán Leyva y el Cártel del Golfo, en cambio, han mantenido una capacidad estable, a pesar de la aprehensión o muerte de sus principales dirigentes, aunque también esa situación ha provocado que nuevos grupos surjan en diferentes partes del país, incluyendo Sinaloa.

En el caso de Sinaloa, un estudio publicado en mayo pasado establece que en la actualidad, la violencia que se vive en esa entidad es debido a que diez células criminales se disputan el control territorial del Cártel de Sinaloa, y que muchas de ellas pasan desapercibidas por la guerra que mantienen los hijos de el Chapo, con la facción de Dámaso López el Licenciado.

La violencia parece tomar nuevos rumbos, pues se habla de una posible alianza entre los remanentes del Licenciado, con el CJNG, como ocurriera en Tijuana, en donde ese cártel se unió a los Arellano Félix para iniciar un frente común contra el Cártel de Sinaloa, según varias narcomantas encontradas en esa ciudad que, hasta hace algunos meses, era controlada por el Cártel de Sinaloa.