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REL._ El Papa Francisco firmó este pasado viernes 16 de junio los reconocimientos de virtudes heroicas de 6 personas en proceso de beatificación, incluyendo dos mexicanos: José de Jesús López y González, obispo de Aguascalientes y la religiosa Humildad (o Humilde) Patlán Sánchez.

Aprobadas las virtudes heroicas de una persona, pasa a ser venerable y con un milagro obtenido por su intercesión se abre el camino a la beatificación.

Fundador de una congregación de maestras
José de Jesús López y González Criado, mexicano, tercer obispo de Aguas Calientes y fundador de la Congregación de las Hermanas Católicas Maestras del Sagrado Corazón de Jesús, nació en 1872 y murió en 1950.

Esta congregación cuenta actualmente con unas 170 religiosas en México y su principal carisma es la enseñanza entre grupos marginados. Esta agrupación religiosa fue creada en los difíciles años de la persecución religiosa en México. Su lema es: “¡Todo por ti, oh sacratísimo Corazón de Jesús!”

Hoy tienen presencia en misiones de Guerrero, Chiapas, Chihuahua; en Estados Unidos trabajan con migrantes; en Haití al lado de otras tres agrupaciones religiosas, y en Perú. En Aguascalientes ayudan en la obra La Ciudad de los Niños. Actualmente la Congregación cuenta con 30 Casas, 25 en México.

Los restos de este obispo que tuvo que reestructurar la diócesis bajo las leyes anticlericales de los gobiernos mexicanos se encuentran en la catedral de Aguascalientes, atrás del altar mayor de la Patrona de la Diócesis, la Virgen de la Asunción.

Una madre para las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción
La otra mexicana que ve aprobadas sus virtudes heroicas es la Sierva de Dios, Humilde Patlán Sánchez (en el siglo María), mexicana, religiosa profesa de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción. Nació en el rancho de la Concepción, Guanajuato, el 17 de marzo de 1985, siendo bautizada el día 27 de mayo del mismo año con el nombre de María Patricia Magdalena.

Sus padres don Eleno Patlán y doña Cruz Sánchez, supieron educar a su hija, dándole ejemplo de una sólida vida cristiana. Sus primeros años de estudio los realizo en el internado de las Hermanas Carmelitas Misioneras de Santa Teresa.

Ingresó a la Congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción el 17 de febrero de 1912. Al recibir el santo hábito el día 18 de mayo de ese mismo año recibió el nombre de Sor Humilde Patlán del Niño Jesús de Praga. Realizó su primera profesión el 25 de mayo de 1913.
Prestó los servicios de: maestra de postulantes, novicias, superiora local, vicaria general y superiora general.

Tres italianos, un portugués y un mártir de los nazis
Los otros decretos se refieren a:

– Las virtudes heroicas del Siervo de Dios, Giacomo da Balduina, italiano, (en el siglo Beniamino Filon), sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos; nacido el 2 de agosto de 1900 y fallecido el 21 de julio de 1948.

– Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios, Maria degli Angeli, italiana, (en el siglo, Giuseppa Operti), monja profesa de la Orden de los Carmelitas Descalzos y fundadora de las Carmelitas de Santa Teresa de Turín; nacida el 16 de noviembre de 1871 y fallecida el 7 de octubre de 1949.

– Las virtudes heroicas del Siervo de Dios, António José De Sousa Barroso, portugués, obispo de Oporto; nacido el 5 de noviembre de 1854 y fallecido el 31 de agosto de 1918.

– Las virtudes heroicas del Siervo de Dios, Agostino Ernesto Castrillo, italiano, obispo de San Marco Argentano-Bisignano, de la Orden de los Frailes Menores; nacido el 18 de febrero de 1904 y fallecido el 16 de octubre de 1955.

Se aprobó además el martirio del Siervo de Dios, Teresio Olivelli, laico; asesinado por odio a la fe el 17 de enero de 1945. O sea es equiparado a un venerable y con un milagro obtenido por su intercesión se abre el camino para que sea declarado beato.

Después de enrolarse como voluntario de los Alpinos en Rusia, dio asistencia espiritual a los moribundos de la guerra. Regresó en 1943 en Italia y entró en la resistencia al nazi-fascismo, volviéndose una figura emblemática.

Capturado acabó en los campos de concentración de Fossoli, Bolzano Gries, Flossenbürg, y murió en el de Hersbruck por la golpiza por haber defendido a un compañero.

Los beatos para ser reconocido santos deben cumplir un segundo milagro con lo cual inicia su proceso para la canonización.