Un ataque a un convoy de autobuses que trasladaba a civiles que estaban siendo evacuadas de la ciudad de Alepo, en Siria, ocasionó la muerte de 60 niños.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó que en el ataque en total murieron 120 personas, de los 5 mil evacuados de las ciudades de Foah y Kefraya.
“Tras seis años de guerra y carnicería humana en Siria, seis años de angustia para tantas familias sirias, llega un nuevo horror que rompe el corazón de cualquiera”, dijo Anthony Lake, director ejecutivo de Unicef.
El funcionario indicó que luego de que las personas en espera de evacuación habían ya sufrido un inefable sufrimiento, ahora los sobrevivientes deberían soportar una pérdida nueva y terrible.
“Debemos extraer de esto no sólo ira, sino renovada determinación de llegar a todos los niños inocentes en Siria con ayuda y consuelo, así como la esperanza de que todos los que tengan corazón y poder para terminar esta guerra lo harán”, afirmó Lake.
Proceso informó que el sábado, el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, había igualmente condenado el ataque y expresado sus condolencias a las víctimas del incidente.
“Pedimos a las partes que garanticen la seguridad de los que esperan ser evacuados. Los responsables del ataque de hoy deben ser llevados ante la justicia”, urgió Guterres.