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Siguen ataques a policías municipales; tres asesinados y tres desaparecidos en tres meses

Río Doce.- La cacería de agentes de la Policía Municipal que inició en enero continuó la semana pasada.

Después de casi dos meses, los delincuentes que se enfrentaron al comandante Splinter lograron asesinarlo.

En la colonia Miguel Hidalgo asesinaron a otro agente, mientras resguardaba la casa donde murió en un enfrentamiento René Velázquez, el Sargento Phoenix; y dos gatilleros del Cártel de Sinaloa.

Los dos policías tenían un día de haber regresado a la corporación; el primero tenía permiso y el segundo había acudido a un curso de capacitación al centro de adiestramiento militar en Tlaxcala.

El agente Jesús Alberto López Vargas, Splinter, era parte de la misma compañía a la que pertenecían los tres agentes desaparecidos desde enero y el policía privado de su libertad y asesinado a balazos el domingo 19 de febrero.

El agente fue asesinado afuera a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM), de donde segundos antes había salido, frente a sus compañeros.

Según sus familiares, la corporación lo dejó abandonado a su suerte después del intento de levantón el 27 de enero pasado.

Los parientes del comandante acusaron que fue despojado de sus armas y el radio de comunicación que tenía asignado.

La pistola y el fusil, comentó un familiar durante el velorio, le sirvieron para defenderse y enfrentarse a balazos él solo contra el comando armado que intentó privarlo de su libertad y después de eso se las quitaron.

Después de que intentaron privarlo de su libertad, el policía se resguardó en las instalaciones de la SSPyTM.

Desde ese día vivió en el área de prevención durante unas semanas hasta que pidió sus vacaciones y luego un permiso.

Los familiares refieren que cuando salió de las instalaciones, en la Secretaría no le quisieron devolver las armas de cargo y tampoco asignarle seguridad.

El comandante había pedido que se las devolvieran para defenderse pero nunca quisieron, comenta un pariente.

El miércoles, López Vargas regresó a la corporación luego de que se le venció el permiso y tenía la intención de volver a las calles.

El elemento pidió cambio a una sindicatura donde dijo que se sentía más seguro para retomar su trabajo.

Ni la SSPyTM ni la Fiscalía General del Estado han querido dar a conocer a cuál sindicatura quería ser asignado.

El jueves ingresó a la corporación a preguntar por el trámite de cambio y minutos antes de las 19:00 horas salió a realizar unas compras.

Supuestamente un día antes le habían devuelto sus armas pero el día del homicidio salió sin ellas.

El agente se dirigió hacia su camioneta Cherokee color blanco, que había dejado estacionada en la calle Maravilla.

Cuando tomó la carretera Culiacán-Navolato fue atacado a balazos por hombres armados que viajaban en una camioneta Cheyenne color gris y una Chevrolet Colorado color tinto.

De acuerdo con agentes investigadores, el policía fue atacado por los dos flancos.

De los agentes que se encontraban en la base de la corporación no hubo reacción.

El asesinato ocurrió debajo de dos cámaras de vigilancia que estaban en un poste y dos más que se encuentran en esa área, pero supuestamente ninguna grabó la agresión debido a que apuntan hacia la entrada y la salida de la SSPyTM.

La compañía a la que pertenecía es atacada por la delincuencia desde enero. El supervisor operativo Óscar Israel Ruiz Félix fue levantado el 21 de enero; y los agentes José Antonio Saavedra Ortega, el martes 23; y Reyes Yosimar García Cruz, el jueves 26.

El viernes 27 intentaron levantar a Jesús Alberto pero logró evitar la privación de la libertad tras enfrentarse con el grupo armado.

El domingo 18 de febrero por la mañana, levantaron a José Eusebio Soto, quien era parte del mismo grupo y horas después fue encontrado asesinado a balazos en las inmediaciones de las cribas de las sindicaturas de San Pedro, en Navolato.

Las autoridades desconocen el paradero de dos de los agentes levantados.

Los primeros días de marzo hallaron una osamenta en la sindicatura de San Pedro, a la que tras realizarle pruebas de ADN se confirmó que era la de uno de los policías.

Los familiares pidieron que se hiciera una prueba en un laboratorio de genética particular para confirmar el resultado y hasta que se tenga ese resultado la fiscalía dará a conocer la identidad.

Asesinan a otro más

Apenas dos días después del homicidio de Splinter, otro agente fue asesinado.

El policía abatido es José Ontiveros Rivera, quien un día antes se había reincorporado a la policía.

El agente fue asesinado cuando cuidaba la casa en la que murieron en un enfrentamiento con el Ejército el Sargento Phoenix y dos sicarios del Cártel de Sinaloa y tres más quedaron detenidos, el 30 de octubre del año pasado.

De acuerdo con la fiscalía estatal, el grupo armado intentó levantar a Ontiveros Rivera, pero opuso resistencia y hubo un enfrentamiento.

El policía se encontraba solo, resguardando esa casa asegurada por la Procuraduría General de la República (PGR).

El elemento se encontraba desde las 17:30 horas en la vivienda ubicada en la esquina de las calles Miguel Hidalgo y Esteban Flores, en la colonia Miguel Hidalgo; y horas después fue asesinado.

Desconocen causa de los ataques

La Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal dice desconocer de dónde vienen los ataques a los elementos de la corporación.

El titular de la SSPyTM, Víctor Hugo Sánchez Mendieta, indicó que probablemente José Alberto López sabía por qué lo habían atacado en enero y por eso había pedido un cambio fuera de la ciudad.

El funcionario dijo no poder dar a conocer la sindicatura en la que el elemento aseguró sentirse más seguro.

El funcionario mencionó que las agresiones contra los elementos de la corporación los obligan a reforzar los protocolos de seguridad.

“Desgraciadamente si encienden los focos rojos, tenemos que reforzar la seguridad pero tampoco tenemos por qué alarmarnos, sí fue una agresión contra elementos de la corporación pero no precisamente contra toda la corporación”, indicó.

Sánchez Mendieta señaló que el homicidio frente a las instalaciones de la policía no representa un reto para la institución.