Cuauhtémoc Villegas Durán/Ajo Blanco
Hace días corrieron a Juan Manuel Sánchez Macías presidente del Tribunal Electoral, de la Sala Electoral Regional en Veracruz por simplemente decir la verdad: que la sexualidad es uno de los caminos de la mujer hacía los puesto públicos. Fue hace unos días en el 2016.
Es en la cama, en el centro del cuerpo ahí donde el calor solo puede ser sofocado por otro cuerpo o la calentura de la pasióny el interés: los instintos más bajos, los que hacen llegar al poder a muchas mujeres. Los hombres del poder tienen, mujeres y es una de las razones por la cuales aman tanto los puestos públicos, las mujeres, el poder y el dinero son los vicios por los que mentirán, robarán y hasta matarán.
A mí me lo dijo una amiga del PRD que trabajaba como asesora en el Congreso de la Unión y a la cuál le pegunté la razón por la que no accedía una diputación, fue clara: no soy amante de ningún líder del partido. Era 1995.
También me lo contó un amigo, líder del PRD en un municipio pequeño, había hecho regidora a una maestra casada que era su amante al igual que el líder moral de ese municipio había hecho a su amante, regidora también. De pedir fiado para comer ella y sus hijos pasó a la nómina municipal. Era el año 2000.
El año pasado se dio a conocer como el Chapo Guzmán hizo a una de sus amantes diputada panista. Horrible mujer de feos tics pero de espectacular cuerpo, hoy, es un prófuga de la justicia. Era 2015.
En Aguascalientes es público y sale en los diarios que la ex diputada Silvia Garfias es o fue amante del senador Fernando Herrera y que por eso llegó a diputada. Hasta la actualidad ella forma parte de su “equipo político”. De periodista y de clase baja pasó a ser diputada y millonaria.
Que se puede esperar de estas mujeres sino el servilismo a sus amantes y la vulgaridad de sus actos en cámaras y cuerpos edilicios. No dejan de ser lo que son aunque de seda se vistan con el erario. Solo así se entiende ver la cámara llena de mujeres con cuerpo de cabareteras y un país ensangrentado.
El cacique del PAN en Aguascalientes, Martín Orozco también ha expresado a sus sicarios que él les pone a sus amantes hasta gasolineras para que no lo destruyan y también es conocida la promoción que hace de sus amiguitas en el mundo de la política.
La lista sería interminable.
Bien dice el dicho que tanto me decía mi padre que en paz descanse: “La verdad no peca pero incomoda”.