El primer intento conocido de lanzarse en paracaídas tuvo lugar en Córdoba, España, en el año 852, con éxito parcial, pues Abbás Ibn Firnás (عباس بن فرناس), el hombre que saltó, sufrió algunas heridas al caer. El uso del paracaídas también fue sugerido por Leonardo da Vinci mientras vivía en Milán. A lo largo de la historia ha habido otros muchos intentos fallidos. El primer paracaídas práctico fue inventado en 1783 por Louis-Sébastien Lenormand. El aeronauta francés Jean Pierre Blanchard dejó caer un perro equipado con un paracaídas desde un globo en 1785, y en 1793 aseguró haber realizado el primer descenso humano con éxito utilizando un paracaídas. André Jacques Garnerin también francés el 22 de octubre de 1797, logró indiscutiblemente ser el primer humano que protagonizó saltos en paracaídas (atestiguados) desde su globo de hidrógeno a 350 m de altitud en París. En adelante, los paracaídas se convirtieron en un elemento habitual del equipamiento de los pasajeros de los globos aerostáticos. Al principio de la I Guerra Mundial se utilizaron con cierto éxito, pero fueron sacados de primera línea por resultar, según las altas autoridades militares, poco varoniles y una opción rápida de salvación antes de intentar salvar el propio aparato. Štefan Banič había donado su patente al Ejército de los Estados Unidos de América, era un tipo de paracaídas similar a un paraguas que como eje central tenía el cuerpo del paracaidista.
Modelo de paracaídas basado en el diseño de Leonardo da Vinci
Durante la II Guerra Mundial, los ejércitos generalizaron el uso de los paracaídas mediante cuerpos especiales, que eran lanzados en zonas situadas detrás de las líneas del enemigo desde aviones de transporte. A menudo la altura de vuelo era pequeña y los paracaídas estaban diseñados de forma que se abrieran automáticamente al saltar mediante grandes cintas unidas al avión de transporte. En las guerras posteriores, los paracaídas se han utilizado para dejar caer equipamiento pesado, como tanques, camiones y cañones. La tela de un paracaídas de equipamiento pesado puede llegar a medir hasta 30 m de diámetro. En la década de 1970 el paracaidismo deportivo se hizo muy popular gracias a un sistema de liberación rápida del paracaídas principal y apertura del reserva basado en el “3 rings (Sistema de Triple anillo)” diseñado por el ingeniero Bill Booth [1] que permitía a cualquier persona realizar el deporte fácilmente.