Un considerado marido en Singapur recientemente terminó luchando por salvar su matrimonio luego de comprar tres peluches de Pokemon como sorpresa para su esposa, gran fan de Pokemon Go.
El pobre hombre, conocido sólo por su alias (featherlit), publicó un anuncio el 12 de octubre, rogando que le saquen los tres peluches Snorlax de las manos para ayudarlo a salvar su matrimonio. En la sección de descripción del artículo, escribió cómo decidió comprar los adorables juguetes de peluche para su esposa, ya que ella siempre estaba hablando de lo “lindo y adorable” que es el personaje de Pokemon. Así que sin pensarlo demasiado, ordenó tres figuras de Snorlax de peluche.
Featherlit esperaba recibir versiones en miniatura de los Pokémon, que pudiera ubicar en el centro de mesa de la sala de estar como decoración, pero, para su gran sorpresa, los tres Snorlaxes resultaron ser de tamaño natural, con alrededor de 1,5 metros de altura cada uno. Pero eso no fue nada en comparación con el shock que vivió cuando su esposa montó en cólera, luego de ver la mayor parte de su espacio de vida ocupado por los enormes juguetes de peluche.
El pobre hombre se vio obligado a poner los muñecos a la venta, luego de que su cónyuge lo amenazara con “volver a la casa de su madre” si no se deshacía de ellos.
“Por favor, por favor… chicos… cómprenlos antes de que me divorcie… Me alegraré de transportarlos adonde me indiquen”, el hombre imploró en su anuncio en Carousell. Por suerte, Internet está siempre dispuesto a ayudar.
“Con el fin de salvar su matrimonio y su disposición a dejar ir a una precio inaceptable, mi habitación y yo nos sacrificamos por usted,” respondió un usuario. “Si nadie los compra y su esposa está con un pie fuera de la puerta, estoy dispuesto a renunciar a la mitad de mi espacio de la habitación por uno de estos”, publicó otro.
Aunque no está claro cuánto pagó featherlit por los tres Snorlax gigantes, el precio de venta de cada uno de ellos es de 180 dólares en Singapur. Lo cual suena terriblemente caro, pero parece que Singapur no es el país más barato del mundo para vivir.
En una actualización de su anuncio original, el desesperado marido anunció que los tres peluches habían sido vendidos. “Hola chicos, los snorlax se han vendido… ¡gracias a todos!”, escribió.
Moraleja: estimados, la próxima vez que quieran hacer algo bueno por sus esposas, ¡no lo hagan! Probablemente les vaya a explotar en la cara