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Lo que tenía que ser parte del festejo del centenario se convirtió en una pesadilla. La noche fue redonda para Chivas que aplastó al América y le dio un duro golpe al centenario al ganar con un 3-0 irrefutable.

La victoria fue tan amplía que más allá de la cátedra de planteamiento que Almeyda le dio a Ambríz y que coronó con los cambios, alcanzó para que la afición rojiblanca se ilusione y repare un poco el dolor de la última eliminación pues el orgullo azulcrema está más que roto.

El partido era intenso, de ida y vuelta con avisos en ambas porterías y respondiendo a las expectativas generadas aunque poco a poco el desequilibrio y la verticalidad empezaron a teñirse rojiblancos con un Chofis López inspirado y un Conejo Brizuela en una de sus mejores noches.

Fue al minuto 19 cuando apareció una pelota filtrada al 10 de las Chivas que esperó puntual la llegada de Brizuela que arrancó por detrás de Osmar Mares y termino anticipándolo para rematar y mandar la pelota al fondo.

Chivas comenzó a tomar confianza y América a dejar espacios con una defensa que con los constantes cambios de parados parece haber perdido coordinación y entendimiento pues el segundo gol de Chivas exhibió las falencias en demasía.

Brizuela inició la jugada pero Zaldívar le puso dinamita con un taconazo que rompió la defensa azulcrema pues Chofis tomó la pelota, llevó el contragolpe y en el momento justo sirvió a Brizuela que pudo haber cedido al centro pero decidió rematar para fusilar por segunda ocasión a Moisés Muñoz.

El momento era todo de Chivas y el tercer tanto se veía más cerca ante un América que no daba visos de saber cómo responder más allá de la esfuerzo que se reflejó con las seis tarjetas amarilla que se ganaron.

El contragolpe estaba pintado para las “alas” de Chivas que lo explotaron y en el segundo tiempo tuvieron opciones para sellar el encuentro pero la falta de precisión y un par de grandes intervenciones de Moisés Muñoz evitaron que el daño hasta que apareció el Gullit Peña desde la banca.

Almeyda ya había mandado al volante a la cancha al igual que a Marco Bueno en otro movimiento maestro que hizo aún más grande la exhibición desde las bancas.

Sobre la recta final el tulipán rojiblanco remató de cabeza para poner el 3-0 que representa un duro golpe al centenario y a la estabilidad en el banquillo de las Águilas que tendrán dos semanas de muchas dudas y replanteamientos. (MEDIOTIEMPO)