Condenan a 100 años de cárcel a una mujer que atacó a una embarazada para extraerle el feto
Ocurrió en Colorado, Estados Unidos, cuando Wilkins estaba de siete meses y acudió a comprar ropa a su futura hija a casa de Lane tras ver un anuncio
Debido a la atrocidad del crimen y la falta de remordimiento, la sentencia es la máxima posible por constituir un crimen “intencional, cruel y vicioso”
Dynel Lane cortó con dos cuchillos el vientre de la joven, que tenía 26 años, y le retiró el bebé tras dejarla inconsciente; el feto no consiguió sobrevivir
Una mujer de Colorado (EE.UU.) ha sido condenada a 100 años de cárcel por atacar en 2015 a Michelle Wilkins, una embarazada de siete meses, para luego extraerle el feto, según informaron medios locales. La magistrada María Berkenkotter, del condado Boulder, afirmó que la sentencia fue impuesta tanto por la atrocidad del crimen como por la falta de remordimiento tras el ataque, del cual Wilkins logró sobrevivir, pero su hija, Aurora, no.
Cuando la jueza le pregunt´0 a Lane si tenía algo que decir, la sentenciada respondió: “No”. A sus 35 años de edad fue declarada culpable en febrero y ahora ha recibido una sentencia que la obligará a pasar su vida tras las rejas por atacar a Wilkins en marzo de 2015 en Longmont (Colorado). La agresora fingió un embarazo Wilkins, de 26 años, había ido al domicilio de Lane para comprar ropa para su futura hija tras ver un anuncio en internet. Los investigadores creen que Lane fingió un embarazo para evitar que su esposo la dejara y, para cimentar el engaño, decidió atacar a una embarazada para robarle el feto. El día de los hechos, tras golpear a Wilkins y dejarla inconsciente, Lane cortó con dos cuchillos de cocina el vientre de la víctima y retiró al bebé.
Psicológicamente afectada Hace dos meses un jurado declaró culpable a Lane culpable de intento de asesinato, interrupción ilegal de un embarazo y ataque físico agravado. Por las leyes de Colorado, no se presentaron cargos contra Lane por la muerte del bebé. Durante el juicio, la abogada de la atacante, Kate Herold, dijo que su cliente quedó psicológicamente afectada por la muerte de su hijo en 2002, una explicación que no convenció al fiscal de distrito Stan Garnett, quien dijo que la forma de actuar de Lane constituía un crimen “intencional, cruel y vicioso”. Agregó que precisamente por haber perdido un hijo debería entender la gravedad de sus acciones, y por ello consideraba que merecía la máxima sentencia posible. Tras el fallo, la abogada de Lane dijo que apelaría el caso.
