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lorena en emiliano zapata

MUJERES Y HOMBRES DE TRABAJO

La señora Brigida García trabaja todos los días desde las 07:00 horas, ella vive en San Francisco de los Romo, un municipio en el que habitan mujeres y hombres que todos los días demuestran que con esfuerzo y constancia se logra cualquier sueño; Lorena la conoció en el restaurante “Taco Loco”, donde a primera hora saludó a los trabajadores del lugar. Fue una visita que sin duda a todos contagió de renovado ánimo en una mañana fresca de domingo, rumbo a la comunidad Emiliano Zapata.

La noche anterior, el clima de San Pancho —como se dice en Aguascalientes— era inusual en plena primavera, pero eso no impidió que “La Flor Más Bella del Campo 2016” fuera el marco ideal para hablar de la belleza, bondad y fortaleza de la mujer campesina de Aguascalientes.

Para Lorena, los abrazos, besos, saludos de mano y buenos deseos han sido el motor de arranque y el agradecimiento final de cada día. En San Pancho las familias conviven, los niños juegan y así la esperanza se refrenda continuamente; un juego de cartas y un plato con chicharrón del lugar fue el mejor pretexto para que Luis Fernando, Mateo y Max le ganaran en un buen juego de domino. En casa de la familia Márquez los niños saben divertirse, pero también aprenden el valor del esfuerzo mediante el ejemplo de su padre, Marco trabaja de las 7 de la mañana a las 10 de la noche.

La plática nocturna se prolonga y aunque Lorena ha tenido un día de mucha actividad cerca de las personas, es tiempo de ir a dormir.

El café por las mañanas es sinónimo de despertar y tal como lo prometió en su campaña Lorena Martínez caminó, esta vez lo hizo en la calle principal de San Pancho; así como entraba a una tienda también se paraba en una frutería y las personas al reconocerla se acercaban. Sin duda a Lorena la conocen, se le admira y confían en ella.

Con la misma actitud de empatía y fuerza de la gente, Lorena estuvo en la comunidad Emiliano Zapata, municipio de Pabellón de Arteaga, sitio en el que fue recibida por un grupo de campesinos orgullosos de haber nacido y vivir en ese lugar. A ellos les sigue doliendo su tierra, aún creen en la justicia como símbolo de esperanza; por eso desayunan con Lorena, porque para ellos, Lorena es una esperanza para mejorar la producción de sus tierras en aquella comunidad.

Bajo la estatua del “caudillo del sur”, Lorena relata que durante 30 años ha conservado un cuadro de Emiliano Zapata como un modelo a seguir, es una pintura que le recuerda los ideales de justicia, tierra y libertad; la inspira todo el empeño que demuestran las personas del campo.

Los campesinos y las amas de casa vuelven a creer, su abrazo sincero y la cortesía de la entrada a sus hogares le regalan a Lorena un motivo más para seguir pisando fuerte.

“¡Viva Zapata!”, grita Lorena.