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NARCOMANTAS. Que acusaron a Malova de tener vínculos con el Cártel de Sinaloa.

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La lista negra/Anabel Hernández

Río Doce.- El 5 de junio de 2016 habrá comicios para elegir a un nuevo gobernador, congresos locales y ayuntamientos en Tamaulipas, Durango, Chihuahua y Sinaloa, estos últimos ubicados en el llamado “triángulo dorado”, punto neurálgico del Cártel de Sinaloa, que según el gobierno de Estados Unidos sigue siendo la organización traficante de drogas más poderosa del mundo.

La semana pasada hice referencia que en los comicios que habrá el mismo día en 12 estados del país habrá que poner especial atención en estas cuatro entidades. Señalé varias razones generales pero ahora quiero exponer algunas consideraciones específicas. Vayamos por partes.

Tamaulipas ha sido bastión del Cártel del Golfo y del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde hace varias décadas de manera simultánea. Ambos poderes habían convivido sin muchos sobresaltos, hasta que en los años recientes la ruptura entre el Cártel del Golfo y su otrora brazo armado Los Zetas generó un tsunami de violencia que parece no tener fin.

En la elección anterior (2010), seis días antes de los comicios para elegir a un nuevo gobernador en Tamaulipas, el candidato del PRI-PVEM-Panal, Rodolfo Torres Cantú, fue ejecutado en la carretera Ciudad Victoria-Soto la Marina.  Las dos camionetas Suburban donde viajaban él y sus escoltas fue rafagueada. Con él murieron un diputado, su jefe de escoltas y dos guardaespaldas.

Como otros homicidios políticos en México, éste no quedó esclarecido. El entonces gobierno de Felipe Calderón cerró la investigación diciendo que Eduardo Costilla, el Coss, líder del Cártel del Golfo, fue quien ordenó el homicidio porque el candidato no “garantizó” al cártel sus operaciones de lavado de dinero. Eso es lo que dijo el gobierno pero hasta ahora, seis años después, elCoss no ha sido sentenciado por eso, y el crimen y el lavado de dinero continúan en Tamaulipas y su hermano Egidio Torres Cantú, quien los sustituyó como candidato, ganó los comicios y es el actual mandatario en Tamaulipas.

En el homicidio hubo varios rumores de que estuvo involucrado el ex gobernador Tomás Yarrington, quien tiene orden de arresto en Estados Unidos por lavado de dinero y narcotráfico, acusado de ser protector del Cártel del Golfo y Los Zetas. Y hay quienes afirman que el intocable ex gobernador sigue siendo tomado en cuenta en la toma de decisiones políticas.

El candidato más sonado hasta ahora para ganar las elecciones es Baltazar Hinojosa, precandidato del PRI. Se le conoce como hechura de Yarrington y muy al estilo del actual Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, uno de los hombres más cercanos al Presidente Peña Nieto.

En noviembre pasado  reapareció en público del ex gobernador Eugenio Hernández, sucesor de Yarrington y antecesor de Torres Cantú, en el quinto informe de gobierno de éste.

Hernández, al igual que Yarrington, es acusado por el gobierno de EU de haber recibido más de 30 millones de dólares a cambio de su colaboración con el Cártel del Golfo y Los Zetas, y también tiene orden de arresto en la Unión Americana. Eso no fue obstáculo para que se presentara en el evento de Torres Cantú, porque se sabe protegido e impune en México, irónicamente en el mismo evento la prensa registró la presencia del cónsul de Estados Unidos en Matamoros.

Eugenio Hernández ha sido invitado especial de todos los informes del actual mandatario de Tamaulipas, cuyo hermano fue asesinado presuntamente por el mismo cártel de la droga para quien presuntamente Hernández trabajó. Es evidente que estas apariciones no son fortuitas, la influencia de Hernández en Tamaulipas sigue vigente y se hará notar en los comicios del 2016. Hasta ahora en Tamaulipas no hay realmente ningún precandidato de oposición que pueda hacer frente a la hegemonía del PRI de las últimas décadas.

En Durango, Esteban Villegas Virrareal, ex alcalde de la capital del estado y candidato del actual gobernador Jorge Herrera Caldera, acaba de ser designado por el PRI para contender por el cargo a gobernador, dejando a un lado a Leticia Herrera Ale, hija del controvertido empresario dueño de Alimentos Chilchota, Carlos Herrera, quien tiene sobre sí la sombra de acusaciones de presuntos nexos con el crimen organizado.

En tanto que una alianza conformada por el PAN-PRD designó al panista José Rosas Aispuro Torres como su candidato a la gubernatura. El Güero Rosas, como se le conoce popularmente, militó en el PRI durante más de 30 años hasta el 2010. Es originario de Tamazula, donde los Aispuro son una familia preponderante cuyos miembros constantemente están involucrados con el narcotráfico.

Durango es bastión del Cártel de Sinaloa, principalmente de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, quien afianzó su poderío en la región en 2007, tras el enlace matrimonial con Emma Coronel Aispuro, sobrina de Ignacio, Nacho Coronel.

El propio gobierno federal ha dicho que Guzmán Loera, uno de los dos líderes del Cártel de Sinaloa, se escondió por la región de Tamazula, tras la fuga del penal de El Altiplano, en julio pasado, y ahora uno de los políticos de esa región es el virtual candidato opositor.

En el caso de la elección de Sinaloa, el tema de la influencia que puede tener el crimen organizado en los comicios tampoco es menor. En 2010 hubo dos candidatos principales: Jesús Vizcarra por el PRI,  y Mario López Valdez mejor conocido como Malova,  un ex priísta de toda la vida, fue postulado por el PAN como gobernador. La candidatura de Vizcarra se malogró cuando el periódico Reforma publicó una foto donde el empresario de SuKarne aparece a un lado de Ismael Zambada García, mejor conocido como el Mayo, uno de los dos líderes del Cártel de Sinaloa. Por más que trató de justificarse todo fue en vano, era y es conocido que Vizcarra es compadre del Mayo.

Ganó las elecciones Malova y se convirtió en el primer gobernador emanado de un partido de “oposición”, pero durante el primer año de su mandato, a través de narcomantas, lo acusaron de tener acuerdos  y reuniones con  el Cártel de Sinaloa.  Lo cierto es que ese cártel opera como cuando estaba el PRI y es ahí donde sigue estando el corazón de la organización criminal.

Según encuestas del diario El Debate, tradicionalmente cercano al PRI, Vizcarra es el precandidato “favorito” de la población para ganar la gubernatura, pese a la sombra de su relación con el Mayo Zambada, la cual pareciera no ser para el PRI que encabeza Manlio Fabio Beltrones, un obstáculo para volver a postularlo como su candidato.

Con la creciente presencia del Chapo Isidro Meza en Sinaloa, quien se quedó a cargo del Cártel de los Beltrán Leyva,  la disputa por el control del estado es cada vez más intensa y no sería extraño que ésta se traslade a la disputa por la gubernatura.

Si el PRI insiste en postular a Vizcarra la campaña electoral puede ser de constantes sobresaltos para el partido de Peña Nieto.

En Chihuahua, el tercer punto del “triángulo dorado”, el PRI también ya definió a su candidato y es  el ex alcalde de Ciudad Juárez Enrique Serrano. Se trata de un priísta con una larga trayectoria en puestos públicos. Para muchos, sobre todo para el gobierno de Estados Unidos, es claro que fue en el mandato de Serrano cuando el Cártel de Sinaloa afianzó y estabilizó su poder en la ciudad fronteriza que por décadas fue bastión del Cártel de Juárez, denominado Nuevo Cártel de Juárez.

Tras una sangrienta batalla de la organización que encabezan el Mayo Zambada y el ChapoGuzmán contra el Cartel de Juárez, iniciada en 2008, Sinaloa logró meterse a la plaza del clan Carrillo Fuentes y ahora controlan el paso de enervantes. Tras la guerra ganada en Ciudad Juárez vino la llamada “paz” impuesta por la fuerza del Cartel de Sinaloa.

Según documentos de la agencia antidrogas de EU, DEA, además de Ciudad Juárez la organización de Sinaloa también tiene presencia en los municipios de Villa Ahumada y Cuauhtémoc. Sin embargo, el Nuevo Cartel de Juárez, encabezado por hijos del presuntamente extinto Amado Carrillo Fuentes, aún tiene hegemonía en el resto del estado de Chihuahua.

El actual gobernador de la entidad, el priísta César Duarte, inició su mandato en plena guerra y le tocó la transición de la pax mafiosa en la entidad. La próxima elección de gobernador en Chihuahua será la primera luego del triunfo del Cártel de Sinaloa en la ciudad fronteriza más importante para el tráfico de drogas, y las dos organizaciones criminales que tienen presencia en la entidad saben lo que está en juego en los próximos comicios.

Pese a los objetivos del crimen organizado y los juegos de intereses de los partidos políticos, son los ciudadanos y electores de estos cuatro estados los que deben tener la última palabra en las elecciones del 5 de junio de 2016.