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Peritos: Bajos sueldos y trabajo excesivo sin materiales ni infraestructura adecuada

Río Doce/Alejandro Monjardín.- Con carencias en infraestructura y material, sueldos bajos y carga excesiva de trabajo opera la Dirección de Investigación, Criminalística y Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Para los peritos, el área es fundamental para la procuración de justicia pues son ellos quienes demuestran la verdad científica, sin embargo la fiscalía le da poca importancia.

El departamento, encargado de realizar los dictámenes que sirven de sustento al Ministerio Público para acusar a una persona de la comisión de algún delito, trabaja con lo indispensable.

“Para hacer la investigación tiene que existir la prueba pericial, el perito es bastante importante y ahora que están entrando en vigor los juicios orales el perito del área técnico científica es determinante”, dijo uno de los empleados, quien pidió mantener el anonimato.

La procuraduría, agregó, “no le da la importancia, si se la diera se vería reflejada en la infraestructura, el equipo, las condiciones de trabajo”.

En la zona centro del estado, manifestaron, el próximo año entra en vigor el Nuevo Sistema de Justicia Penal y hasta la fecha solo unos cuantos peritos han recibido capacitación.

“Debemos estar constantemente capacitados, ha habido capacitaciones, pero no son generalizadas, a veces son para ciertas personas nada más. La infraestructura no es la peor, pero con esto de los juicios orales hace falta capacitación al personal y equipo”.

 

Acomodo de cuerpos

Peritos consultados señalaron que las deficiencias con las que trabajan van desde la falta de polvos para obtener huellas dactilares hasta una cámara fría que no sirve para conservar los cadáveres.

El edificio de periciales, ubicado en la sindicatura de Aguaruto, cuenta con un cuarto frío con capacidad para mantener 15 cadáveres, pero no sirve.

Los cuerpos sin identificar son colocados en el área donde realizan las autopsias, y cuando ya no caben son enviados al exterior del edificio, en bolsas de plástico.

Los cadáveres permanecen a la intemperie hasta que el Ministerio Público determina su inhumación.

“Ahí se quedan (los cuerpos) en el cuarto o en el patio o en algún otro lado donde los podamos poner, es una práctica común”.

Un cadáver puede estar en ese lugar, revelaron, por varios meses y cuando ya están putrefactos hay que soportar los olores que desprenden por todo el patio, con los riesgos sanitarios que implica.

“Este lugar (cámara fría) se hizo más o menos en el 2007, 2008 y en un tiempo estuvo funcionando, nunca sirvió al 100 por ciento porque se descomponía o pasaba una cosa u otra, con el uso se fue deteriorando y ya no se le ha dado mantenimiento”, señaló un empleado de servicios periciales.

En el área química y dactiloscópica, mencionaron, trabajan con los insumos básicos para elaborar los dictámenes.

“Los polvos, los reactivos que se usan por ejemplo para el revelado de huellas contamos con los más esenciales, faltan muchísimos, improvisamos con lo que tenemos”.

Una de las sustancias que es básica en cualquier área de periciales y que en la de Sinaloa no hay, dijeron, es Luminol.

“El Luminol es una sustancia que reacción de una manera brillante ante ciertas sustancias, por ejemplo la sangre, si a la sangre le rocías Luminol y le aplicas cierta luz esa sangre va brillar y te das cuenta que es sangre o no hay sangre o es algún otro tipo de proteína que puede ser saliva o semen o de cualquier otro tipo”.

“En la noche los peritos tienen que improvisar, si no se puede hacer eso se tiene que hacer con otra cosa, nada más con lo que tenemos”, mencionó.

 

Muchos delitos, poco personal

El departamento está conformado por 217 personas en todo el estado, pero 46 realizan labores administrativas por lo que son solo 171 se tienen que encargar de atender todas las solicitudes que hacen los agentes del Ministerio Público.

En el caso de los homicidios, ejemplificaron, 42 médicos forenses tienen que hacer las autopsias de los más de mil homicidios que ocurren al año.

Por mes, un perito químico o dactiloscópico puede atender hasta 100 solicitudes de dictámenes.

“En otros lugares donde hay digamos un homicidio al día puedes centrar toda tu atención a ese caso, entonces todo tu tiempo, esfuerzo va ir enfocado hacia ese, caso pero si hay 20 casos al día tienes que repartir el tiempo en los 20 casos y disminuye la calidad del trabajo”, indicó.

A la carga de trabajo se añade las solicitudes que hacen con carácter de urgente, que se dan cuando ocurre un caso muy mediático y que la Procuraduría está trabajando a marchas forzadas.

Los peritos consultados señalaron que por la carga de trabajo, la jornada laboral de siete horas se puede extender hasta 12 o más, sin pago de horas extras.

Además, expresaron, de las áreas encargadas de la investigación de los delitos son los peor pegados.

De acuerdo con el tabulador de sueldos de la PGJE, un Ministerio Público gana al mes de 17 mil 399 a 20 mil 954 pesos, un agente de la Policía Ministerial del Estado tiene un sueldo de 14 mil a 20 mil 479 pesos dependiendo del rango, mientras que un perito ganao 10 mil 195.

Ese salario, aseguraron, es una verdad a medias porque sí reciben esa cantidad, pero su sueldo real es de 800 o mil 600 pesos al mes, dependiendo de la categoría, y el resto lo reciben como bonos y compensaciones.

Adicionalmente pueden obtener un  bono de productividad de mil 500 pesos mensuales que los pagan cada tres meses, declararon.

“Cada año se quedan debiendo uno, dos bonos a cada perito y ya no se dan, se van retrasando con el pago y ya no se los dan a nadie”, indicó un perito.

En 2012, recordaron, hicieron un paro de labores y se manifestaron en el edificio de la fiscalía donde el titular Marco Antonio Higuera Gómez se comprometió a mejorar las condiciones en que trabajan, pero hasta la fecha eso no ha ocurrido.