La defensa urge que el Mochomo sea llevado a la Corte para demostrar su “inocencia”.
Río Doce/Miguel Ángel Vega.- El juicio contra Alfredo Beltrán Leyva iniciará el próximo lunes 8 de febrero, informaron fuentes del Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ), y es muy posible que a partir de ese momento se den una serie de careos entre antiguos líderes del Cártel de Sinaloa que colaboran con el gobierno de ese país, y el Mochomo.
Pero además, según explican documentos en poder de Ríodoce, fiscales del USDOJ presentarán una serie de pruebas que incluye conversaciones grabadas, vídeos, y fotos que están en poder de la DEA y que fueron proporcionadas por ex colaboradores del gobierno estadounidense, las cuales serían usadas para hundir a Beltrán Leyva llegado el momento.
“Lo importante aquí es que ya hay una fecha de juicio, y que los fiscales tienen pruebas bien fundamentadas en contra del acusado”, dijeron a Ríodoce voceros del USDOJ.
De acuerdo a información extraoficial, los testigos con quienes se carearía Alfredo
Beltrán Beltrán son Vicente Zambada Niebla el Vicentillo y Jesús Reynaldo Zambada García, el Rey, antiguos capos del Cártel de Sinaloa que se habrían integrado al programa de Testigos Protegidos, y que hoy colaboran con el gobierno de Estados Unidos, aunque además el USDOJ también tiene contemplado a Juan Carlos Ramírez Abadía, el Chupeta, y a otros capos del Cártel del Norte del Valle de Colombia.
“Nosotros estamos conscientes quiénes son esas personas, pero también sabemos que todos ellos van a tratar de salvar el pellejo, y que van a exagerar muchas cosas, y todas esas acusaciones verbales los fiscales estadounidenses las tendrán que demostrar”, observó Eduardo Balarezo, abogado de Beltrán Leyva.
Ante ese señalamiento, al abogado se le observó que en repetidas ocasiones los fiscales del caso han reiterado tener pruebas físicas de las acusaciones, a lo que Balarezo dijo que esas pruebas tendrán que ser presentadas ente el juez, y tener validez jurídica.
“Eso es lo que siempre han dicho (los fiscales), pero la realidad es que no tienen nada, y en cuanto a los testigos, nosotros sabemos que estarán mintiendo gracias a los acuerdos que ya han hecho con la fiscalía de Estados Unidos, pero la verdad es que sólo van a decir lo que los fiscales les ordenen, y por consecuencia, todo va a estar exagerado”, reiteró Balarezo en entrevista telefónica con Ríodoce.
Por lo pronto, el juez Richard J. León, designó una última audiencia preliminar para el próximo 15 de diciembre, y que tanto fiscales como la defensa presenten otras pruebas y mociones pendientes antes de iniciar el juicio.
El “as” bajo la manga
De acuerdo a documentación clasificada, a la cual Ríodoce tuvo acceso, casi todos los ex integrantes del Cártel de Sinaloa que están en poder de Estados Unidos, entre ellos Rodrigo Aréchiga Gamboa el Chino Ántrax, Vicente Zambada Niebla el Vicentillo, Serafín Zambada Ortiz el Sera, estarían dispuestos a testificar en contra del Mochomo.
Según se lee en el expediente número CR-12-184-01, radicado en la corte del Distrito de Columbia, en Washington DC, todos ellos en algún momento mantuvieron una relación muy estrecha, cuando el finado Arturo Beltrán Leyva, el Barbas formaba parte del Cártel de Sinaloa, y llegó a traficar más droga que Joaquín Guzmán y que Ismael Zambada, juntos.
En aquel tiempo, entre 2001 y 2008, el brazo derecho del Barbas para supervisar los grandes cargamentos de droga que venían de Colombia y Bolivia, era el Mochomo, y según los documentos en algún momento interactuó con algunos de los testigos protegidos arriba mencionados, incluyendo el Chupetas, quien era el proveedor del Cártel de Sinaloa en Colombia.
Lo que no explica el expediente es cómo, dónde y en qué fechas ocurrieron esos encuentros, ya que tanto los Zambada como el Chino Ántrax pertenecían a fracciones distintas del Cártel de Sinaloa, y aunque la otra fracción del cártel era comandada por el Chapo Guzmán, no se tiene claro cómo es que pueden existir pruebas físicas para hundir al Mochomo, más allá de los testimonios de los testigos protegidos.
Andrea Goldbarg, asistente de la Sección de Antinarcóticos del USDOJ, aseguró que la fiscalía estadounidense sí cuenta con llamadas grabadas, fotografías y vídeos que en su momento utilizarán en el juicio contra el Mochomo.
Aunque no se menciona, fuentes familiarizadas con el juicio consideran que a los testigos protegidos se les unirá Ismael Zambada Imperial el Mayito Gordo para que también testifique contra Beltrán Leyva, aun cuando se desconoce si ya fue extraditado a Estados Unidos o no.
“No tenemos noticia de él, no sabemos cuál es el estatus de su extradición”, confirmaron a Ríodoce la semana pasada fuentes del USDOJ.
No sería la primera vez que el USDOJ desconoce el estatus de un extraditado; apenas el 15 de noviembre pasado Cesar Gastélum Serrano alias la Señora, fue extraditado a Estados Unidos, integrándose inmediatamente al programa de testigos protegidos, incluso, antes de que se le presentaran cargos por tráfico de drogas.
Ciertamente, el que haya más testigos puede ser la diferencia entre ganar un juicio, o perderlo, según observan expertos y abogados en leyes, aunque lo más crítico es que se espera que durante el juicio se exponga toda una cloaca, no sólo a la forma en que ha operado el Cártel de Sinaloa, sino también es posible que algunos integrantes de la clase política del estado termine salpicada, puesto que se habla de la forma en que Alfredo Beltrán Leyva llegó a corromper a altos mandos policiacos, incluso, a un ex gobernador.
No obstante, se desconoce quién de los testigos protegidos puede señalar a mandos policiacos, incluso, a ex gobernadores, porque entonces sería la palabra de los testigos protegidos, contra la del Mochomo. Pero, además, la palabra de los ex narcotraficantes, contra la de un ex gobernador, que puede ser Juan Millán, o Jesús Aguilar, de acuerdo a las fechas en que habría ocurrido el soborno.
Alfredo Beltrán Leyva es acusado de introducir drogas a Estados Unidos, y de una serie de homicidios ocurridos fuera de su territorio jurisdiccional, incluso el de Julio Cesar Beltrán Quintero, el cual la misma fiscal Goldbarg había acusado previamente a Ismael el Mayo Zambada, y al Chapo Guzmán.
Ciertamente la defensa del Mochomo explicó que todo eso sería tomado en consideración, y que ellos estaban ya dispuestos a iniciar el juicio.
“Queremos iniciar ya porque mi cliente tiene ya desde el 2008 en prisión, y consideramos que es mucho tiempo el que se le ha castigado, y queremos ver eso ante un juez lo más pronto posible”, sostuvo Balarezo.
El Mochomo fue detenido en la colonia Burócrata, en Culiacán Sinaloa, en febrero de 2008, y de ahí llevado a una cárcel de máxima seguridad en el Estado de México.
Tras su detención, el Departamento de Estado de Estados Unidos solicitó la extradición, misma que fue concedida por un juez federal mexicano, el 26 de noviembre de 2013, según documentos de la PGR. Sin embargo, sus abogados apelaron mediante un juicio de amparo, pero éste le fue negado en octubre de 2014.
Actualmente, Alfredo Beltrán Leyva se encuentra recluido en una cárcel de mediana seguridad de Washington DC.