Río Doce.- “El General Melo García y los militares deben estar muy molestos, porque ya salieron ‘absueltos’ los cuatro policías que mataron a dos militares”, informó a Ríodoce una fuente extraoficial.
El martes 1 de septiembre, mes de la patria, salieron libres, luego de dos años, cinco meses y 13 días del asesinato del cabo Ninive Fermín Ramírez y del teniente Mario Aquino Ramírez, aquella madrugada del 18 de marzo de 2013, los cuatro policías que habían sido detenidos y remitidos al Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito (Cecjude).
Los policías municipales Ricardo Amano Lagunes, Edmundo de Jesús Madrid Carrillo, Francisco Efrén Rodríguez Cervantes y Ernesto Manuel Loyola Llanes, habían sido consignados ante el Juez Primero de Primera Instancia del Ramo Penal de Culiacán, por el presunto delito de homicidio calificado.
“¿Ejecución o enfrentamiento?”, se preguntaban los mazatlecos aquella madrugada, cuando se desayunaron con la noticia de que dos militares habían muerto en un presunto enfrentamiento con policías municipales.
Una de las versiones que entonces se manejó al interior de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM) fue que los militares habrían privado de su libertad (“levantado”) a una mujer que era trasladada a las instalaciones de la Tercera Región Militar, porque aparentemente había sido sorprendida “tirando” o comprando droga en una de las “tienditas”, ubicada en una colonia de Mazatlán.
En esa tesitura, aseguraban, los policías municipales, a bordo de la patrulla POL-2386 de la SSPyTM habían instrumentado una persecución de una camioneta Chrysler Voyager, color gris, modelo 1996, con placas VND-1254, donde llevaban cautiva a la mujer, y justo donde entonces había un depósito de cerveza, el vehículo chocó derribando las paredes del negocio.
La supuesta mujer “levantada” por los dos militares siempre fue un misterio que acompañó como una sombra la investigación, porque su identidad no fue revelada públicamente.
En las calles del puerto las preguntas de los ciudadanos eran insistentes: “¿Por qué tantos disparos?, ¿por qué más de cien casquillos percutidos?, ¿por qué no detenerlos si había control de la situación?, ¿cuál era realmente el trabajo de los militares en ese momento?”.
“Consideramos que se excedieron (los policías)”, dijo a los diarios locales el entonces comandante de la Tercera Región Militar, General Moisés Melo García, en relación al supuesto enfrentamiento entre dos militares y policías municipales, ocurrido en esquina de la avenida Gabriel Leyva y calle Obrero Mundial, de la colonia 12 de mayo, en Mazatlán, Sinaloa.
“La situación no es clara, por eso hemos pedido que se investigue”, dijo entonces el General Melo.
El 18 de marzo era domingo y los militares andaban disfrutando de su descanso y en la misma institución militar dudaban de que hayan portado armas, por lo que la hipótesis del enfrentamiento entraba en el terreno de la duda.
Sin embargo, al lugar de los hechos arribó el Agente del Ministerio Público Especializado en Homicidios Dolosos, quien según el procurador General de Justicia del Estado, Marco Antonio Higuera Gómez, recogió una pistola calibre .9 milímetros con su cargador desabastecido de la camioneta de los soldados, donde encontró varios casquillos para la misma arma, así como 84 más del calibre .223 que se utilizan en los fusiles Beretta y AR-15 usados por los policías municipales.
Meses patrios
-18 de marzo de 2013. Luego de una persecución, el cabo Ninive Fermín Ramírez y el teniente Mario Aquino Ramírez son asesinados por agentes de la policía municipal que aparentemente había terminado en enfrentamiento.
-1 de septiembre de 2015. Salen libres los cuatro policías participantes en el presunto enfrentamiento, después de dos años, cinco meses y 13 días de los hechos