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CAPITULO 4
BUENA SUERTE
SAN LORENZO TEZONCO
23 de abril, 1980
(Periódico Madera).- La policía llego al domicilio de la calle de Buena Suerte en la colonia San Lorenzo Tezonco cerca de las 14 horas; después de la revisión decidieron dejar una guardia; una nota llamó la atención y refería de una cita que tendrían a las 17 hrs: “Nos vemos en el recon de las 5 pm”.

Eladio fue trasladado del Campo Militar No. 1 a la “oficina” que era el centro de operaciones de la Dirección Federal de Seguridad, DFS y por tanto de la Brigada especial en Plaza de la República en la zona centro del DF.

El secuestrado requería tratamiento constante y era preferible tenerlo cerca, muy cerca. Tenían unas horas previas al recon o cita de reconecte que tendría Eladio con los demás compañeros. Eladio acosado más por los golpes que por las preguntas proporcionó una dirección para esa cita. Nadie iría; nadie. La policía pensó que los compas sabían que Eladio estaba detenido y que, por tanto, no asistiría ya a ninguna cita.

SAN LORENZO TEZONCO

23 de abril, 1980
22:15 hrs

Rosalinda, Gonzalo y Amanda llegaron pasadas las 22 horas; los tres caminaron sobre la acera. La puerta de la casa se apreciaba forzada; pasaron de largo y decidieron regresar; pasaron frente a la casa otra vez.

La guardia de asalto en el interior de la vivienda decidió retirarse; era muy tarde y los militantes de la Liga a esa hora no salen a la calle.

Todas las reglas, de unos y otras, rotas.

La guardia de asalto de la policía salió. Tres personas se retiran, caminan sobre la calle. La guardia los ubica y enciende lámparas de fortísima luz

Un grito de advertencia:

– ¡¡ Alto, alto alto esos pinches guerrilleros ¡¡

Apenas los gritos se escucharon los revolucionarios en estado de alerta se aprestaron a voltear. Las prácticas de tiro marcaron el guion de los siguientes segundos.

Los revolucionarios voltearon con las armas amartilladas y en guardia con el seguro militar de las armas automáticas; los tiros salieron a la velocidad del sonido de ambos lados. La luz de frente dificultó ubicar los blancos de tiro para Rosalinda, Gonzalo y Amanda; los tres

Revolucionarios caídos tres. Brigada Blanca un herido.
Los tres revolucionarios con tiros por la espalda.
Gonzalo Liljejuth Jefe Nacional del Comité de Prensa cae primero; Amanda Arciniega cae también. Rosalinda Hernández Dirigente Nacional y Responsable del Comité Militar Nacional recibe varios tiros, uno en la cabeza pero logra salir corriendo; llega hasta un terreno baldío cercano, intenta saltar la barda; se abalanza para brincarla y recibe una ráfaga de metralla.
Mierda de políticos y académicos hoy estudian los hechos y dejan de lado las causas que motivan hasta la muerte los esfuerzos de libertad. Escupir en las tumbas y en los recuerdos no los expone, publicar insultos y recibir becas. Interpretar los hechos en versión de los asesinos los convierte en cómplices históricos. Estos capítulos se olvidan, porque hablan de convicciones no es fácil cuando no se tienen.

Los de la Brigada Especial se acercan; los que están de muro esperan que otros militantes a su vez estén como muro y se acerquen; lols agentes que están cerca de los abatidos levantan los cuerpos y avientan a la cajuela de un auto el cuerpo de Amanda; sigue el cuerpo de Gonzalo y después traen casi a rastras el de Rosalinda. Apretujados los cuerpos en una cajuela recorren el camino hacia “la oficina” en Plaza de la República a un lado del Monumento a la Revolución.

En el sótano de la “oficina” descargan los cuerpos. Rosalinda muerta, Gonzalo muerto. Amanda respira en shock hipovolémico, pierde sangre pero sigue viva; la presión de los cuerpos en la cajuela sobre Amanda impidió que se desangrara hasta la muerte.

En el estacionamiento del edificio de Plaza de la República unrápido confronte de los muertos con las fotos permite identificar a Rosalinda Hernández Vargas y Gonzalo Liljejulth, Comité Militar y Comité de Prensa; Amanda Arciniega Cano del Comité Coordinador

El chota notó que Amanda jadeaba con dificultad y grita:

-¡Está viva! ¡Ésta cabrona está viva!

Una de las policías fue por un espejo que traía entre sus pertenencias y se lo entregó. Puesto en la nariz de Amanda comprobaron que respiraba con dificultad. En unos segundos tomaron fotos de todos y a ella la trasladaron en una patrulla de la Brigada hacia el Hospital Central Militar. Avisaron por radio y teléfono para que tuvieran al servicio listo. Un “paquete” especial estaba en camino.

Las heridas en la cadera hacen perder a Amanda sangre a borbotones. Los tiros pegaron en huesos para fundirse para siempre. El Hospital Central Militar recibe a una persona en shock hipovolémico. A punto de muerte ante la pérdida de tanta sangre. Amanda es atendida en forma urgente; las balas a quemarropa se fundieron a los huesos y no pueden ser retiradas. Quedarán para siempre como recuerdos.

La muerte se acerca. Lleva a dos comunistas.

Viene por el resto.
………………………………………..
Eladio conducido a la “oficina” para seguir la tortura.
En la “oficina” está la “paquetería” en donde los detenidos desparecidos están sometidos a tortura intensa.
En la “paquetería una sesión está en marcha

-¿Quién putas madres eres ojete?

-No eres brigadista

-¿Quién eres?Estos cabrones no van a cualquier casa cabrón

– ¿Quién eres?

Ya sabían su nombre, su alias, sobrenombre pero…¿qué parte de la historia faltaba? ¿Qué hacía gente de Dirección en su casa rescatando archivos? No iban por otra razón.

Sus acciones militares no importaban en ese momento sino su nivel y relación para seguir interrogando en ese sentido. Otros detenidos se habían muerto mientras preguntaban lo menos importante. Los muertos no iban a confesar nada.

Lo sacaron de esas instalaciones y lo llevaron a un lugar frío, de muerte, frío, espacioso. Iniciaron la tortura cómo pocas veces puede relatarse.

Ahí están los dichos y las pruebas.

Subieron con Eladio al piso en donde está el área de baños y regaderas, o amarraron decenas de veces a una tabla mientras haciendo columpio lo sumergían y sacaban de una improvisada pileta de agua; salía ahogado de la pileta y lo golpeaban en el estómago para sacarle el aire y retornar al agua. Se ahogaba.
Desfallecía. Intentó ahogarse y lo sacaban para reanimarlo y regresarlo.

“Hijo de tu puta madre, aquí te mueres cuando nosotros queramos!”

El agua tapa la nariz, el olor es atosigante, el agua lo es más. El reflejo humano de supervivencia cierra toda vía respiratoria y contribuye a sentir la falta de aire.
Las bolsas de plástico sobre la cabeza cerraron toda posibilidad de respiración. Un golpe y jalas aire. La bolsa se pega a tu cara; jalas aire; la bolsa se te pega al rostro y respiras nada. Cuando te falta aire otro golpe para que el aire salga; la bolsa se pega a tu rostro; se adhiere al rostro.

La doctora “Tania” lo atiende. Registra los signos vitales y considera que está en condiciones de seguir en la tortura; hace un pequeño giro con el rostro en señal de aprobación.
El cuerpo tendido en cruz es extendido, amarrado de las extremidades. Una cruceta como para pescar ese usa y atora los testículos. Cada testículo es atorado por un garfio y con esto el detenido es alzado de los testículos.-para oídos non santos- ” los huevos”, para ustedes y para mí.

Como si fuera una V en donde al final tuviera garfios se cuelgan los testículos o huevos Se enganchan los garfios y con el cuerpo volteando hacia arriba inicia la ascensión.
Se curva el cuerpo iniciando la ascensión. Los golpes en los testículos arrecian.

Ser comunista y ser revolucionario alejado de las discusiones de café es muy distinto a saber los tomos de El Capital y enseñar marxismo; hablar de revolución dictar catedra sobre el bien y el mal, escribir sobre la Liga y hacerse de un nombre a costa de esto; es muy lejano aser revolucionario; repartir volantes “socialistas” en aniversarios luctuosos y levantar el puño izquierdo para ir a tomar un café o una cerveza terminado el mitin; es muy lejano a poner la vida en riesgo para salvar vidas; es en este último momento decisivo donde se muestra la militancia revolucionaria y sobre todo la consecuente de la Liga. Ahí no hay momento para titubeos, rectificadores, arrepentidos. Nadie, nadie, en ese momento te ofrecerá amnistía, el dilema es simple: entrega información y quizá mueras pronto, si no lo haces morirás de todas formas, suplicando porque la muerte llegue.

Tener convicciones que defender hasta la muerte es eso que se vive, se sufre y se muere en esos instantes. Los sinodales frente a ti no preguntarán que tanto sabes de tu teoría; esos se aprende en la comodidad de las aulas; como diablos pondrán a prueba algo más elemental y vital ¿qué tanto estás dispuesto a dar por tus convicciones? Quid pro quo, qué a cambio de qué es vida por vida; tu muerte pronto a cambio de que entregues otra vida.
Al igual que antes para otros que no se arrepintieron, el examen duró días que se tornaron semanas.
Eladio deja de ser “Carlos”

-¿quien eres?

– los tres son de la de la Liga

– ¿porque llegaron a ese domicilio?

– son de la Dirección Nacional ¿porqué fueron a tu casa? ¿Quién eres hijo de tu puta madre¿? los tres son jefes de tu pinche grupo ¿ quién eres pedazo de mierda?

– ¿ quien eres ?

– ¿ quien eres ?

– ¿ quien eres ?

Pregunta que al infinito se repite.

Cada pregunta tiene como preámbulo golpes y como epílogo el mismo tema.

– ¿quiéneres?

– ¿quiéneres?

– ¿quiéneres?

Casi colgado del cabello y a tirones un mechón es arrancado, la sangre salpica paredes y la ropa del torturado. La fractura en el cráneo se abre de nuevo. Manos atadas.

La pregunta al infinito se acompaña de golpes.

Manos y piernas atadas, las descarga eléctricas inician. El discurso de la democracia burguesa.

– ¿quiéneres?

– ¿quiéneres?

– ¿quiéneres?

“Carlos” descubre a fuerza del interrogatorio salvaje su identidad,

Son dos muertos de ustedes le dice el jefe
Ya valiste madre.

– ¿quiéneres?

– ¿quiéneres?

– ¿quiéneres?
Eladio Torres Flores, Manuel, Viborita, Carlos,
Las cartas van cayendo en el juego de póker en donde quien reparte las cartas y el enemigo van juntos

EL reporte de ese 23 de abril de la Brigada Especial señala casi para finalizar:

Siendo las 22 horas se registrtó un enfrentamiento entre elementos de esta Dirección y miembros de la Liga Comunista 23 de Septimebre que habitaban el domicilio que se custodiaba resultando

Muertos: Rosalina Hernández Vargas (a) Tere; (a) “José” miembro del Comité de de Prensa; Herida: Amanda Arciniega Cano; “Brenda” “Argelia”