Río Doce.- El poder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) quedó de manifiesto la semana pasada, cuando un grupo de delincuentes de esa organización derribó un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana, muriendo siete soldados, mientras otros once miembros de la tripulación resultaron gravemente heridos.
El ataque habría ocurrido tres semanas después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos revelara que el nuevo cártel más poderoso y peligroso de Latinoamérica es el CJNG, y que a lado de ellos estaba el Cártel de los Cuinis, ambos grupos descendientes del Cártel de Sinaloa.
“Estamos ante un grupo muy sofisticado y violento, uno que no había intentado ataques de esta magnitud en contra del gobierno”, dijeron a Ríodoce fuentes de la DEA, que solicitaron que no se revelara su identidad.
En un comunicado del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, publicado el pasado 8 de abril, la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) reconoció al CJNG y a los Cuinis como las dos organizaciones más poderosas de México, boletinando a ambos grupos y a sus líderes: Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho y a Abigael González Valencia, jefes del CJNG y de los Cuinis, respectivamente.
Apenas dos semanas después trascendió que González Valencia habría sido detenido por elementos de la Armada de México, el pasado 28 de febrero, durante un sigiloso operativo realizado en Puerto Vallarta. Aunque el sitio Eje Central primero publicó la captura, la PGR no ha confirmado la veracidad de esa información.
De acuerdo con el gobierno federal, la supuesta detención del Cuini mayor, y la muerte de Heriberto Acevedo Cárdenas, el Gringo, abatido a balazos por las autoridades el pasado 23 de Marzo en Zocoalco de Las Torres, habrían sido los motivos por los cuales el CJNG empezó a atacar a las fuerzas del orden en Jalisco, incluyendo la muerte del jefe de la policía de ese municipio, el ataque a militares el 1 de mayo, y la muerte de 15 policías de la Fuerza Única de Jalisco el pasado 15 de abril.
“Está claro que ahora el gobierno mexicano se enfocará en desmantelar a esa organización, y no dudamos que será cuestión de días para que el líder del CJNG (Nemesio Oceguera Cervantes), caiga en manos de la justicia”, dijo la DEA a Ríodoce.
El silencio del Cártel de Sinaloa
Aunque Jalisco parece estar en llamas, para Edgardo Buscaglia, investigador de la Universidad de Culumbia, lo que ocurre en ese estado es producto de la consolidación por parte del CJNG, aunque dista mucho de estar al nivel del Cártel de Sinaloa, aún cuando la DEA y el Departamento del Tesoro lo definan como el grupo criminal más poderoso del hemisferio occidental, según observó el analista en una entrevista reciente con Ríodoce.
“Estos dos grupos son un derivado paramilitar de la red Sinaloa, que están tratando de consolidarse, y que evidentemente están aplicando lo que aprendieron del Cártel de Sinaloa”, abundó Buscaglia en una entrevista en el noticiero de Carmen Aristegui.
Inclusive, consideró Buscaglia, el silencio en que se mantiene el Cártel de Sinaloa es producto de su misma consolidación, y no de que esté perdiendo poder, sino que es, a diferencia del CJNG, las redes empresariales y políticas, y su gran poder económico lo que les da la tranquilidad que tienen.
“La delincuencia organizada cuando opera silenciosamente, está más fuerte. ¿Qué significa eso? Que está encontrando menor resistencia por parte del Estado, o por parte de otros grupos criminales, y ello muestra un poderío superior”, observó el analista.
Sobre el Operativo Jalisco, dirigido por el general brigadier Miguel Gustavo González Cruz, asignado recientemente por el gobierno federal, calificó la medida como “manotazos de ahogado por parte del presidente Enrique Peña Nieto”, pues se ha comprobado que los militares no están capacitados para enfrentar labores que competen a las autoridades civiles.
No obstante, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión en México dijo respaldar los esfuerzos de la Secretaría de Gobernación y de los tres niveles de gobierno para restablecer la paz en Jalisco.
“La Comisión Permanente del Congreso de la Unión condena los hechos suscitados el pasado 1 de mayo, y lamenta profundamente la muerte de los siete militares y el policía jalisciense que fallecieron en cumplimiento de su deber”, explica un comunicado emitido por el Congreso.
En un análisis reciente hecho por la consultoría Insight Crime, se observa que lo que ha logrado el grupo sinaloense, comparado con lo que tiene el CJNG, o los Zetas, o incluso el Cártel del Golfo, es “ser los maestros del narcotráfico, y el poderío de su estructura y redes comerciales se mantiene intacto y en paz”, observó la investigación, firmada por Samuel Logan, y publicada apenas la semana pasada.
Logan coincide con Buscaglia, al señalar que son los estados donde hay paz, y donde “no se hace tanto ruido”, que los narcotraficantes operan tranquilos, como es el caso de Nayarit, Colima, Guanajuato y Sinaloa, aunque es definitivo que en esas entidades hay narcotráfico, es evidente que están operando tranquilamente.
Invencibles
Para Samuel Logan y su estudio Identificando la Presencia del Cártel de Sinaloa en el mundo, la expansión del Cártel de Sinaloa es continua, gracias a sus negociaciones, al gran poder monetario que tiene, y al poder de corrupción que mantiene.
“El gran problema es que, no importa cuánta DEA o FBI infiltre en esa organización, ya que mientras el gobierno mexicano siga protegiendo a los líderes de esa organización criminal, este grupo continuará intocable”, sostiene Logan en su investigación.
La misma observación hizo Buscaglia a Ríodoce: mientras no toquen sus activos al Cártel de Sinaloa, y no exista un verdadero compromiso del gobierno de Peña Nieto, la red sinaloense continuará sin que nadie la moleste.
A diferencia del CJNG, la red sinaloense actualmente opera tranquilamente en todas sus actividades, tanto dentro como fuera del país, mientras que la cacería de narcotraficantes en estados como Jalisco, Tamaulipas, Michoacán, y Guerrero, son sofocados por la violencia.
La psicosis
María Paz, quien toda su vida ha vivido en Ocotlán, uno de municipios más conflictivos de Jalisco, señala que tras los ataques y bloqueos ocurridos en esa entidad, existe una psicosis generalizada en toda la población, y que se han dado desapariciones que las autoridades no están reportando.
“Ahorita está lleno de gendarmes en todas partes; circulan a cada momento y hay mucho miedo. Yo no estoy enviando a mis hijos por lo mismo, porque estamos en medio de una guerra y que en cualquier momento pueden sonar los balazos”, dijo la mujer, a quien se ubica con este seudónimo por temor a represalias.
Según la mujer, entrevistada vía telefónica por Ríodoce, todo empeoró cuando entró el gobierno, a partir de mediados de marzo, justo una semana después que elementos de la Gendarmería de la Policía Federal, fueron emboscados por un grupo de miembros del crimen organizado, muriendo cinco elementos federales, mientras tres civiles fallecieron en la balacera, y tres gatilleros.
“Vivo a pocas calles de donde ocurrió todo, y antes de que pasaran los gendarmes, hombres decían a la gente que se fueran, que no pasaran por ahí porque iban a sonar los balazos, pero mucha gente no hizo caso y al ir pasando los gendarmes, les dispararon”, relató la mujer.
A varios kilómetros de ahí, en Ciudad Guzmán, se empezaron a dar bloqueos, se incendiaron bancos, y se amenazó a la población, y fue entonces que la gente no quiso salir.
Alfredo Guzmán, del diario La Voz del Sur, de ese municipio, señaló que la violencia llega por momentos, y que fuera de los bloqueos en carreteras, y la quema de un banco y otros establecimientos, “todo ha estado tranquilo”.
“Lo fuerte está ocurriendo al sur, donde están matando policías y están fuertes los enfrentamientos; aquí todavía no llegamos a ese extremo”, opinó el periodista.
La estirpe del Cártel
Cuando elementos del Ejército Mexicano mataron a balazos a uno de los principales operadores del Cártel de Sinaloa, Ignacio Coronel Villarreal, el 29 de Julio de 2010 en Zapopan Jalisco, no contemplaron que Nemesio Oseguera Cervantes y Abigael González Valencia, antiguos lugartenientes del Cártel del Milenio, que operaba junto al Cártel Sinaloa en Jalisco, romperían lazos con el Chapo Guzmán y el Mayo Zambada, y formarían sus propios grupos.
En aquel momento, la muerte del capo era un triunfo para el gobierno federal, como lo fueron arrestos como el de Alfredo Beltrán Leyva, Joaquín Guzmán Loera, y Vicente Carrillo Fuentes, y no tardaron en revelar la noticia, la cual dio la vuelta al mundo en minutos.
Pero fue precisamente ante la falta de Nachito Coronel, que tanto Oseguera Cervantes como González Valencia hicieron acuerdos con los proveedores de cocaína, en Colombia, y pronto se adueñaron de las antiguas rutas que operaba el desaparecido Cártel del Milenio, junto con el Cártel de Sinaloa, naciendo de ese modo el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de los Cuinis, según revela información del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Ese habría sido el motivo por el cual emergería la violencia en esa parte de Jalisco, primero contra el Cártel de Sinaloa, para lo cual tuvieron que aliarse con la Familia Michoacana, y posteriormente con Los Zetas. Pocos años después, tanto el CJNG como Los Cuinis, habrían de romper con los Zetas y con La Familia, para entonces hacerse de mercados en Asia, Europa y Estados Unidos, según informes de inteligencia de Estados Unidos.
Se cree que a finales de 2012 estos dos grupos restablecieron nexos con el Cártel de Sinaloa.