Lluvia de peces en Singapur, como fue descrita por los habitantes locales.
En la literatura antigua abundan los testimonios de lluvia de animales, o de lluvias de diversos objetos, algunos de ellos orgánicos.
Podrían remontarse al Antiguo Egipto, si se da validez al papiro egipcio deAlberto Tulli (cuya misma existencia es controvertida)1 y del que se dice que registraría fenómenos extraños junto con la aparición de lo que la literatura ufológica interpreta como un ovni. De modo más particular, se registra también la caída de peces y pájaros del cielo.2 En la Biblia se cuenta cómoJosué y su ejército fueron auxiliados por una lluvia de piedras que cae sobre el ejército amorita. La Biblia evoca otras intervenciones celestiales de este tipo, como la aparición de ranas, en una de las diez plagas de Egipto (Éxodo 8, 5, 6).3 En el siglo IV a. C., el autor griego Ateneo menciona una lluvia de peces que duró tres días en la región de Queronea, en el Peloponeso.4 En elsiglo I, el escritor y naturalista Plinio el Viejo describió la lluvia de pedazos de carne, sangre y otras partes animales como lana.5 Finalmente, en la Edad Media, la frecuencia del fenómeno en ciertas regiones llevó a la gente a creer que los peces nacían ya adultos en los cielos, y en seguida caían al mar.4