0 8 min 10 años

camacho-1

El lunes 12 de enero, el exalcalde Alejandro Camacho Mendoza, hasta entonces militante del Partido Acción Nacional, renunció al albiazul argumentando que tanto los grupos de poder del alcalde de Mazatlán, Carlos Felton González, como del exalcalde Alejandro Higuera Osuna, tienen “secuestrado” al PAN local.

Un día después, el martes 13, Camacho Mendoza fue presentado públicamente como el candidato a diputado federal por el Partido Humanista, por el distrito electoral ocho.

El expanista dijo a Ríodoce que su renuncia al PAN obedecía a que había perdido su “esencia humanista”, y por lo tanto, el “respeto a la dignidad de la persona”.

El político dijo que por la borda del barco se fue el lema del PAN “por una patria ordenada y generosa”

—Desde su perspectiva, ¿cuándo, cómo y dónde el PAN perdió su “esencia humanista”? —se le pregunta al también ex alcalde de Mazatlán en el trienio1996-1998.

—La verdad es que el PAN entró en una descomposición, dijéramos a partir, y precisamente, de ser gobierno federal, en 2001. No propiamente el gobierno que ya teníamos, sino la suma de algunas gentes identificadas plenamente con el PRI, empezaron a infiltrarse, en el caso de Vicente Fox…

—¿Considera que Vicente Fox fue del PRI?

—No, dijéramos que fue el referente de algunas gentes que empezaron a colarse, pues, en el propio Gobierno. Es más, el gobierno de Fox, en términos generales fue bueno, dijéramos que él tuvo cierto perfil de humanista, pero se desvió con la intrusión de algunas cosas pragmáticas que perdían su esencia humanista.

—En este contexto ¿qué hay que entender por humanismo y pragmatismo?

—El humanismo es el que la esencia del ser humano se refleje con sus acciones, en forma totalmente transparente, hablando con la verdad. Y el pragmatismo es el del fin que justifica los medios, es decir: Si yo voy a engañar para llegar al Gobierno, soy pragmático, ¿no? Hago la práctica que me va a llevar al poder por el poder mismo. En cambio, en el humanismo no, el humanismo considera al poder, al Gobierno, como un medio para servir a la ciudadanía. En el pragmatismo el poder del Gobierno es el fin último, es llegar.

—En este caso, ¿el pragmatismo se puede identificar con cierto “maquiavelismo” en el sentido peyorativo del término?

—Así es, totalmente, (“maquiavelismo”) que impera en la política.

—Según su visión ¿cómo practican ese pragmatismo el alcalde Carlos Felton y el exalcalde Alejandro Higuera?

—En el caso de los dos, yo les hablaré del control que tienen del partido. Por ejemplo, en el caso de Higuera, tiene 80 personas que lo apoyan incondicionalmente y que están dentro del PAN. A esos 80, Alejandro Higuera les dice: tú afíliame cinco personas más, cinco por 80, son 400, más los 80 que lo están apoyando son 480. Gente que los lleva a una elección a definir un candidato.

“Son personas que nos les interesa para nada el PAN. Ellos le trabajan a Alejandro Higuera. Ese pragmatismo lo lleva también Carlos Felton, igual. A Higuera le funcionó, pues dice yo lo voy a hacer igual. Y así es como está funcionado el PAN ahorita”.

—¿Considera que ese pragmatismo del que habla se aplica en el Gobierno municipal actual?

—En el Gobierno también es la misma, es un reflejo de su pragmatismo electoral para conservar también el poder en su momento.

—Y usted se deslinda y dijo: ‘a partir de aquí yo voy con una nueva práctica política’.

—No, esa práctica siempre la seguí en el PAN. Pero ahí ya no funciona. Ahora impera el pragmatismo, opera el secuestro, el tener cooptada a la gente a través de cuestiones materiales, a base de cuestiones prácticas.

—¿Les falló a los fundadores del PAN no ponerle “candados” al partido para cerrarle el paso a los “pragmáticos”?

-No, es que se enquistaron, llegaron a la dirigencia del PAN, éstos pragmáticos.

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo, Madero (Gustavo), que se separa según él de la dirigencia pero sigue maniobrando, sigue manejando a Ricardo Anaya. Y es más, dice: “ahora que ya me hagan diputado ‘pluri’, yo regreso como dirigente”. En esta semana vamos a ver al Gustavo Madero, dirigiendo al PAN de nuevo.

-Y la de usted de aquí para adelante ya es otra historia…

-Así es. Yo lo decía desde este momento, es más yo vuelvo a empezar, dentro de la política.

-No le hace ruido que le vayan a criticar que se dio cuenta del “pragmatismo” de los dirigentes, ¿después de casi 30 años de militar en el PAN?

-No, no, yo me di cuenta, te diré, más o menos desde el 2003 para acá, y yo empecé por frenar y evitar todo esto. Pero realmente son más las fuerzas a favor de este pragmatismo del poder por el poder, que los ideales del partido. Realmente no es que me esté yo rindiendo, sino que estoy tomando alguna estrategia, utilizando otros medios, como es el caso del Partido Humanista.

-¿Y por qué no luchar desde adentro para rescatar los ideales del partido?

-Lo podemos hacer a través del Partido Humanista, porque al PAN, llegaron ya a su dirección y a su control ya desde arriba, esas fuerzas que te digo que están aliadas y coludidas con ese pragmatismo y el poder por el poder.

Sin geometría política

Agustín Espinosa Lagunas, coordinador ejecutivo estatal del Partido Humanista, asegura que su partido no se ubica dentro de la tradicional geometría política del centro, izquierda o derecha, pues es una hipocresía para dividir a los ciudadanos, porque la pobreza económica no tiene ideología.

“La diferencia del Partido Humanista es que nosotros centramos el objeto de la política en el ser humano y de ahí alrededor, las mejores propuestas que resuelvan los problemas comunes, porque hay pobres en el centro, la izquierda y la derecha”.

Espinosa Lagunas presentó junto a Alejandro Camacho Mendoza, al escuinapense Fernando Agustín Aguilar González, de oficio constructor, como candidato a diputado federal por el 06 distrito electoral.