Managua, 1 ene (PL) El influjo de la Revolución cubana es tan importante que, a 56 años de su triunfo, impulsa hoy procesos de cambio en América Latina, destacó el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento nicaragüense, Jacinto Suárez.

El 1 de enero de 1959 es el comienzo de una nueva historia para Latinoamérica. Hasta ese entonces todos los gobiernos eran sumisos a Estados Unidos. Cuando Cuba vence, se renuevan aires que aún no se han detenido, afirmó Suárez en diálogo con Prensa Latina.

Muchos creyeron que ese proceso iba a ser un fenómeno pasajero, que no soportaría las presiones de las administraciones estadounidenses, pero las fuerzas revolucionarias habían madurado en la isla y el continente y existía una concepción clara, impulsada por (el líder de la Revolución cubana) Fidel Castro, señaló.

“Cuando hay unidad, decisión, ideología, determinación, se puede resistir. Esa es la gran lección que nos deja Cuba: la habilidad, la sabiduría, la firmeza, son fundamentales para soportar por más de medio siglo los embates del imperio”, aseveró el diputado sandinista.

Asimismo, resaltó “un fenómeno histórico sumamente curioso: dos décadas después de la victoria cubana en 1959, triunfa en Nicaragua la Revolución sandinista (1979) y en 1999 vence la Revolución bolivariana en Venezuela. Pareciera que, cada 20 años, comienzan los procesos más importantes de América Latina”.

Por otra parte, manifestó que “hoy Cuba es invencible, su historia y liderazgo así lo demuestran, sobre todo a la luz de los últimos acontecimientos”.

Así como comenzó un proceso de restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos, tendrá que ser derogado el bloqueo impuesto por ese país a la isla durante más de 50 años, afirmó.

“El bloqueo ya no es contra Cuba, sino contra la humanidad. Con esa política, quien verdaderamente se aisla es Estados Unidos” añadió.

El también secretario de Relaciones Internacionales del Frente Sandinista de Liberación Nacional, envió un saludo a Cuba “en este año de victorias, de socialismo, de unidad, y a Fidel (Castro) y (al presidente) Raúl (Castro), guías indudables de este proceso”.