El Estado Mexicano no es como debiera ser, un protector de la vida y de las propiedades de sus integrantes. Hay ausencia del Presidente de la República.
Los acontecimientos de Ayotzinapa nos hablan de la existencia de una Delincuencia Organizada de Estado, por eso creo que es conveniente tomar en cuenta lo expresado por Raúl Zibechi, en el Periódico La Jornada: “Me parece evidente que no debemos confiar la protección a los Estados. Aunque haya gobiernos que se proponen defender los derechos humanos, nadie lo hará mejor que las redes y organizaciones populares. No es cuestión de justicia. Hay que defender la vida.”
En su reciente visita a Culiacán de Edgardo Buscaglia, repite y nos sugiere lo mismo que Raúl Zibechi: La necesidad de que la sociedad mexicana se organice. Los liderazgos sociales fragmentados que tenemos, dice, tienen que organizarse, unirse.
¿Cómo entender la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero? ¿Qué es lo que quieren y pretenden los secuestradores? Héctor E. Schamis, del periódico El País, da una explicación algo convincente, la cual trasmito para que juntos intentemos encontrar la verdad.
El terrorismo de Estado que hoy se vive en amplias zonas de nuestro país, se parece mucho al que implementó Videla en Argentina y Pinochet en Chile, solo que es peor, porque en muchos sentidos es incomprensible. Aquello se podía explicar —o al menos se intentaba racionalizar— por la lucha ideológica, las disputas políticas o las estrategias de dominación hegemónica de las superpotencias. Pero, ¿y esto? ¿Cómo se entiende y se explica que los cárteles persigan aterrorizar a la sociedad, si solo se trata del mercado, demanda, consumo?
¿Qué persiguen los narcos? No es necesariamente el ejercicio directo del poder político, pero algo parecido. Persiguen un mercado, claro, pero habitado por una sociedad dócil, pasiva, incapaz de organizarse como sociedad civil. Sean campesinos, estudiantes o vecinos, siempre es problema para los narcos la organización de la sociedad, la acción colectiva, la información compartida; en definitiva, la normatividad social en cualquiera de sus formas. La conciencia colectiva genera organización, y la organización bien puede generar resistencia. Lo entendía bien Videla, lo saben los Guerreros Unidos.
El comportamiento del presidente de México Enrique Peña Nieto, en el caso de Ayotzinapa, Guerrero, es muy similar al que tuvo el presidente de los Estados Unidos, George Bush (hijo), con el desastre en Nueva Orleans causado por el huracán Katrina en el 2005. Bush tardó cinco días en ir a Nueva Orleans. El presidente Peña Nieto ya está cerca de los cincuenta días y no ha ido al estado de Guerrero ¿Dónde está el estadista?
¿Y nosotros? ¿Seguiremos siendo una sociedad dócil, pasiva, incapaz de organizarse como sociedad civil, o Ayotzinapa es el punto de arranque de una nueva etapa?