Cansados, enojados, pero sobretodo indignados por las declaraciones del procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, a nombre del Movimiento “#43×43. Ni un desaparecido más” José Alcaraz lamentó la deplorable respuesta y recordó que el cansancio y hartazgo de la sociedad es mayor, “si a nuestras autoridades y en concreto al procurador ya se le acabó la pila, por dignidad debiera retirarse”.
“México está de luto, desde hace rato está de luto y está más indignado que nunca. Ni un desaparecido más”, increpó por enésima ocasión y advirtió que a pesar del cansancio de sus compañeros, este domingo arribarán a la Ciudad de México para exigir a las autoridades que si no se sienten capaces de responder ante los reclamos ciudadanos, renuncien y dejen la responsabilidad en manos de quien si quiera trabajar por el país.
Al iniciar el sexto día de la marcha #43×43, Alcaraz agradeció el acompañamiento y generosidad de la comunidad de Tres Marías, donde incluso niños se sumaron a la movilización llevando cobijas y alimentos a los caminantes.
En nombre de los miles de desaparecidos de este país y sus familiares, el líder social describió el cansancio de la sociedad como enorme, ante la incompetencia, las ineficacia del Estado Mexicano, de sus cuerpos de seguridad y de las instituciones de procuración de justicia, que todo procuran menos justicia.
No obstante, se dijo convencido de que el movimiento social para cambiar al país debe ser pacífico y lamentó que el propio Estado orille al pueblo a la violencia, calificando de preocupantes las expresiones de odio que se registran a lo largo del país.
“Nuestra lucha es por la paz, la seguridad y la justicia. Porque un pueblo que odia puede caer en el fanatismo e incrementar la violencia. La violencia no es recomendable, la rechazamos como método de lucha, como práctica cotidiana”, advirtió y exigió que el Estado asuma su responsabilidad y cambie de raíz la estrategia de combate al crimen y de procuración de justicia.
Si bien habló de perdón, explicó que éste debe ser entendido como una actitud constante de lucha, de exigencia, de reclamo, “la crisis es oportunidad y México está en crisis. Si somos hábiles vamos a transformar al país pero es empatando los corazones, fortaleciendo nuestra fe, fortaleciendo nuestras convicciones, respetando pero nunca bajando la guardia”, concluyó