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Apenas en el segundo día de la marcha “#43×43. Ni un desaparecido más”, sus participantes han encontrado a un pueblo “atemorizado” por la situación que prevalece en el país por la colusión entre criminales y el ejercicio del poder público en los tres niveles de gobierno, al punto de que al parecer no hay salida.

A medio camino entre Buenavista de Cuéllar —último punto del estado de Guerrero— y Amacuzac al entrar al de Morelos, José Alcaraz García destacó que en la caminata “vamos discutiendo, preguntando a la gente, platicando y dándonos cuenta mucho más —porque en el camino uno se entera de todo—, cómo están las cosas en el país: entonces venimos conociendo de la falta de confianza y de credibilidad de los ciudadanos en todos los niveles de poder, en todas las instituciones; entonces llegamos al punto de que al parecer no hay salida”.

La marcha “#43×43. Ni un desaparecido más” salió ayer de Iguala para sumarse al movimiento nacional exigiendo la aparición con vida de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, mejor conocida como Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, quienes se encuentran desaparecidos desde la madrugada del 26 de septiembre.

Además de la exigencia porque los presenten vivos, esta movilización es también un apremio para que haya justicia, pero también una llamada de atención a la sociedad civil para organizarse y todos juntos generar un movimiento que obligue al Gobierno “a darnos la paz y tranquilidad que nos debe hasta ahora” han dicho sus convocantes.

Alcaraz García, presidente del Consejo Estatal de Organizaciones Ciudad de México (CEO-CDMX), dijo que un puñado de hombres y mujeres comprometidos, caminan “buscando esquemas que nos ayuden a conseguir, a promover y a fortalecer la conciencia de los mexicanos para ir cambiando las cosas”.

Añadió que como resultado de los testimonios que han encontrado en el camino, están articulando tres o cuatro propuestas que tienen que ver con el ejercicio del poder público, las cuales estaríamos presentando el próximo domingo en el Zócalo de la ciudad de México.

“Hemos encontrado o hemos confirmado lo que se dice constantemente en los medios: primero, la gente tiene miedo, los mexicanos están atemorizados por la situación; los mexicanos tienen miedo a enfrentarse a sí mismos y organizarse para participar, eso es clarito, la gente poco se expresa ante el grado de temor y de incertidumbre que existe en estas zonas por las razones que ya sabemos, que están dominadas por los criminales vinculados con el ejercicio del poder público, vinculados con todas las autoridades locales y federales”, advirtió Alcaraz.