El poderoso huracán Odile se degradó a categoría 2 tras tocar tierra en la madrugada del lunes cerca de Los Cabos (noroeste de México) donde miles de turistas, la mayoría extranjeros, y residentes se resguardaban del fenómeno, del que las autoridades no han reportado víctimas.
Odile impactó hacia las 04H45 GMT del lunes a unos 10 km al este de la turística Los Cabos (238.000 habitantes), con vientos sostenidos de 205 km/h, cuando se encontraba en la categoría tres de la escala Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, precisó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
En su último reporte de las 12H00 GMT, la oficial Comisión Nacional del Agua (Conagua) indicó que Odile avanzaba degradado a categoría 2 pero mantenía su amenaza avanzando hacia el nor-noroeste de la península de Baja California.
Al momento de ese reporte, el huracán se desplazaba en tierra a una velocidad de 26 km/h a 60 km al oeste de La Paz, capital de la región de Baja California Sur, con vientos sostenidos de 175 km/h y rachas de 195 km/h.
De acuerdo con los meteorólogos, la intensidad de Odile debería continuar disminuyendo en el transcurso de los próximos días.
La fuerza del huracán obligó a las autoridades a resguardar a unos “30.000 turistas: 26.000 extranjeros y 4.000 nacionales”, en 18 hoteles de la zona que cuentan con refugios contra huracanes, dijo el director de Protección Civil del gobierno mexicano, Luis Felipe Puente.
Para los residentes permanentes de los municipios de Los Cabos y La Paz, en especial aquellos que viven en zonas bajas o de alto riesgo de deslaves, se habilitaron 164 albergues con capacidad para 30.000 personas.
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En la madrugada del lunes, entre 6.000 y 7.000 de esos residentes habían sido evacuados, algunos de ellos hacia albergues muunicipales, en tanto que otros buscaron refugio en casas de familiares, dijo Puente a la televisora Foro TV.