Timothy Ray Jones Jr., de 32 años, es el sospechoso de haber matado a sus cinco hijos en un crimen que ha conmocionado al Sur de EE.UU. Jones, de Carolina del Sur, fue detenido en un control policial cerca de Raleigh, Misisipi, a más de 800 kilómetros de su casa. Olía a alcohol y tenía síntomas de haber consumido drogas. Los agentes registraron su Cadillac Escalade y encontraron lejía, otros productos químicos –según la policía, para producir metanfetamina y marihuana sintética- y restos de sangre.
Un chequeo de su historial sacó a la luz que Jones estaba siendo buscado en Carolina del Sur en un caso de asistencia de menores. La madre de los niños, divorciada de Jones, denunci�� su desaparición el 3 de septiembre, después de que no acudieran al colegio ni pudiera contactar con el padre.
Jones no tardó en confesar y condujo a la policía hasta cerca de Camden, en Alabama. Había tirado los cuerpos de sus cinco hijos, con edades de entre uno y ocho años, en la cuneta de una autopista, cada uno en una bolsa de basura.
Antes de salir de Carolina del Sur, Jones dijo a sus vecinos que se mudaba a otro estado. «En todos los años que llevo en las fuerzas de seguridad, nunca he visto un caso como éste», aseguró Lewis McCarty, el sheriff del condado de Lexington, en Carolina del Sur.
Todo apunta a que Jones mató a sus hijos antes del 3 de septiembre y que salió de Carolina del Sur, atravesó Georgia y llegó a Alabama antes de deshacerse de ellos. Al parecer, su intención era ir con sus padres, que viven en Misisipi. En este estado sigue Jones, que será extraditado a Carolina del Sur para enfrentarse a los cargos de homicidio.