El método más utilizado por los adolescentes suicidas, tanto en hombres como en mujeres, fue el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación (86.4 y 72.6% respectivamente), el segundo método en el caso de los varones fue el disparo con arma (7.1%); mientras que para las mujeres fue el envenenamiento por gases, vapores, alcohol y plaguicidas (15.6 por ciento). El lugar donde llevaron a cabo el suicidio fue principalmente la vivienda particular (77.4 por ciento).