No era mi intención hablar de cubos, son un hombre elegante. Siempre me ha repelido el globo de agua, en todas sus formas: cuarteles broma o agosto, sin embargo broma grosera y machos que no tienen acceso a la belleza. Los medios de comunicación luego de globos de agua. La solidaridad con globos de agua es aún más repugnante porque enmascara la violencia (el globo de agua es violenta, incluso si autoinfligida) con bondad, explotado, humillado y destruido con el fin de justificar un espectáculo obsceno. Pero no era mi intención hablar de cubos, dije. Prefiero hablar de la caridad. A la mierda la caridad. La caridad como se practica actualmente es la primera de un robo, y explicó el economista Walter Block: “La caridad es, por definición, una vocación espontánea. Si un individuo se ve obligado a dar no es caridad, sino una que hace es víctima de un robo “. Constantemente estamos siendo chantajeado. Si usted no hace caridad a los invasores africanos el pago de impuestos (todos los invasores en Sicilia le costó al contribuyente recibió € 2.400 al mes, según algunos cálculos, un poco menos de acuerdo con otros, sin embargo muchos) aquí viene el Estado y aprovechen la casa, el auto cuenta actual. Si usted no paga la ofrenda al gitano embarazada fuera de la iglesia o en el interior del tren aquí es que eres malo. Si usted no compra la sucia rosa de Asia molestando mientras cena en el restaurante con su amada aquí es que usted es tacaño y poco romántico.

DOCUMENTOS RELACIONADOS El cubo y el embrión un éxito diplomático para Kerry me alejo de la caridad indiscriminada mi sensibilidad, creo en un montón, y el único maestro, creo en más: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” A partir de este recibo exhortación evangélica que Dios me pide, en primer lugar a amarme a mí mismo. Esto es suficiente, en mi opinión, para excluir la posibilidad de volcar o conseguir derrocamiento cabeza en agua fría, o desechos como en Gaza, o cualquier otra cosa que no son pétalos de flores. Dignidad, este desconocido … En segundo lugar Dios me pide amar a mi prójimo. Y luego no muy lejos: el cierre. No la humanidad: la familia, los amigos, tal vez condominios, para limitar sus compatriotas. Y es que ya es difícil. Si nos esforzamos por llevar a nuestra familia, nuestros amigos, nuestros condominios, nuestros conciudadanos, ¿cómo podemos siquiera imaginar a amar a todas las personas? Mi interpretación de Mateo 19:19 no es sólo mío, es la benedictina monaco Elmar Salmann, el Judio que se convirtió al catolicismo Ivan Illich, el erudito bíblico Sergio Quinzio: “No sólo el Antiguo Testamento, sino también para el mandamiento de amar a Jesús el siguiente es sólo en referencia a los que vienen en la misma comunidad, misma gente, la misma fe. En los Evangelios no hablan de un cierto amor universal extendido a todos los hombres “. No se limite a hablar de amor universal y estudiosos sostienen que a diferencia de mí sé griego y hebreo, tal vez incluso el arameo, y que las Sagradas Escrituras han dedicado sus vidas. Entonces, ¿por qué las personas se imaginan que es así? Porque la caridad de extraños ahorra para afrontar la necesidad de conocida, por supuesto. Las abstracciones son cada vez más cómodos de la realidad. De ahí que florezca la sustitución de las donaciones de caridad verdaderos: Hacer una donación a Gino Strada y dejar que la abuela acaba en un hospicio, hacer una donación a Médicos sin Fronteras y se olvide de ir a visitar a su padre en el hospital, por favor haga una donación a la Lav y encender Por otro lado, si un amigo aborta. Cuando la caridad se mide en seco, las buenas obras son medidos con el gotero.

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