El Ejército y la Policía Federal de México rescataron ayera más de 500 niños que se encontraban en una casa hogar en el suroccidental estado de Michoacán donde vivían en deplorables condiciones y sufrían abusos sexuales.
El procurador general (fiscal) mexicano, Jesús Murillo, precisó en rueda de prensa que el rescate se llevó a cabo durante el registro del albergue La Gran Familia, en Zamora, tras recibir varias denuncias.
En el lugar, que funcionaba desde hace 40 años, había desde recién nacidos hasta mayores de 40 años que dormían en el suelo, pedían limosna y sufrían abusos sexuales, según la fuente.
Añadió que una vez que se constató el estado en que se encontraba el albergue «se tuvo que actuar para empezar a eliminar las plagas que estaban ahí, ratas, chinches, para poder dejarlo en buenas condiciones».
Tomás Zerón, titular de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República, precisó que la operación de las fuerzas federales se derivó de «al menos 50 denuncias contra los administradores de esta casa, al de la libertad». Indicó que «La Gran Familia» está constituida por un internado que alberga a unas 600 personas.