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WASHINGTON, 24 Jun. (Reuters/EP).- El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, ha anunciado este martes el envío de más agentes a la frontera con México para afrontar el creciente flujo de inmigrantes ilegales, incluidos niños, que proceden en su mayoría de Centroamérica.

Johnson ha detallado que, en un primer grupo, 150 agentes han sido trasladados desde zonas menos activas, como el valle del río Grande, hasta la línea limítrofe sur y que un segundo grupo con otros 150 agentes se les unirá en los próximos días.

El secretario de Seguridad Nacional ha explicado que la principal preocupación de Estados Unidos en esto momentos en cuanto a la inmigración ilegal es la cada vez más habitual llegada de niños sin compañía de adultos.

En el último año fiscal, que terminó en septiembre de 2013, los agentes fronterizos han interceptado a más de 24.000 niños que viajaban solos. Desde entonces y hasta ahora, han superado los 52.000, de acuerdo con cifras oficiales.

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“Estamos hablando de grandes cantidades de niños, sin sus padres, que han llegado a nuestra frontera hambrientos, sedientos, exhaustos, asustados y vulnerables. Cómo tratamos a los niños es un reflejo de nuestras leyes y nuestros valores”, ha dicho ante el Congreso.

SITUACIÓN “INACEPTABLE”

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció la semana pasada, en el marco de una reunión con los líderes centroamericanos celebrada en Guatemala, que la situación de estos niños inmigrantes “es inaceptable”.

Biden indicó que “parte importante de la solución al problema es identificar las causas principales (de la emigración), como la pobreza, la inseguridad y la ausencia de un Estado de Derecho, para que la gente pueda vivir en sus comunidades”.

Por ello, Estados Unidos ha anunciado ayudas millonarias para ayudar a los países centroamericanos a frenar la salida de sus ciudadanos hacia su vecino septentrional, que ha alcanzado ya cotas de crisis humanitaria.

A nivel nacional, el Congreso ha presentado un proyecto de ley que aumenta hasta 2.280 millones de dólares (1.678 millones de euros) los fondos del Departamento de Salud y Servicios Humanos para lidiar con los niños inmigrantes.