http://youtu.be/lVzz1xm6C6Y
Las cámaras de tráfico de la localidad brasileña de Curitiba han captado un siniestro caso de atropello. Un conductor circula durante 6 kilómetros con el cadáver de un ciclista incrustado en la luna de su coche. Un motorista se cruza en su camino y logra detener al conductor y avisar a las autoridades. El hombre, que presentaba claros signos de embriaguez, fue detenido por la policía y acusado de homicidio involuntario.
Una vez detenido el vehículo en el arcén, decenas de curiosos se congregaron alrededor del coche, en el que el cuerpo sin vida del ciclista permanecía incrustado en el cristal delantero.
Pocos minutos después la policía llegó al lugar de los hechos y detuvo al conductor, que fue esposado y y trasladado en el coche policial.