Río Doce.- El derrame de combustible en dos lagunas de Estación Rosales, municipio de Culiacán, tendrán consecuencias negativas durante diez años en mantos freáticos, suelo de uso agrícola, ganadería y especies marinas y avícolas, advirtió Juana Cázares Martínez.
La jefa de la Unidad de Proyectos y Servicios Ambientales de la Escuela de Biología, de la Universidad Autónoma de Sinaloa lamentó que Petróleos Mexicanos (PEMEX) se haya tardado en intervenir y limpiar las lagunas, aparentemente afectadas por una fuga de diesel desde los últimos días de diciembre.
“En este caso en particular se trató de minimizar la contingencia ambiental por parte de Pemex, sin embargo, ahora sabemos por los medios de comunicación que es mucho más grave de lo que se había pensado (…) tal vez ni ellos mismos conocen cuánto tiempo se estuvo derramando el diesel en estas tomas clandestinas”, sostuvo.
Aquí en Estación Rosales, donde confluyen aguas del dren Batamote, agricultores han advertido que si no se atiende el problema del derrame en ambas lagunas —que miden alrededor de cuatro hectáreas— después no podrán sembrar porque los daños pasarán a la tierra donde actualmente cultivos maíz, frijol y otros productos.
Por lo pronto, miles de peces, torturas y aves, además de la flora, han muerto debido al diesel que todo lo copa en el lugar.
La lista negra de la ordeña
Petróleos Mexicanos informó que durante el 2013 el valor del combustible sustraído ilegalmente de sus instalaciones fue de alrededor de 7 mil 605 millones de pesos. Otras versiones de autoridades federales ubican al crimen organizado detrás de estas fugas y por lo tanto de los derrames que han afectado el medio ambiente, provocando explosiones con saldos fatales.
Los datos de la paraestatal indican que en comparación con el 2011, cuando la afectación para Petróleos Mexicanos fue de 5 mil 072 millones de pesos, la incidencia de este delito incrementó sustancialmente.
A octubre de 2013, en el país se detectaron alrededor de 2 mil 160 tomas clandestinas, “lo que significa un récord en el robo de combustibles en la historia de la paraestatal”, informó la dependencia, a través de un comunicado.
En el 2012, sumaron mil 749 puntos de ordeña, mientras que en 2011 hubo mil 419. Los estados con más casos de toma clandestina son Tamaulipas, Veracruz, Jalisco, Sinaloa y Puebla, que concentran el 74.7 por ciento del total nacional.
Tan sólo Tamaulipas tiene el 20 por ciento de las tomas con un total de 441. El tamaño del robo es tal que las pérdidas estimadas de la petrolera este año son 11.5 por ciento superiores a las ventas de gasolina Premium en el mes de octubre y representan más del doble del presupuesto asignado a la Secretaría de Energía este año, que ascendió a 3 mil 294 millones de pesos, y supera con 600 millones al de la Cámara de Diputados.
Fernando González Piña, secretario general de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo, advirtió que el elevado índice de robo ya está afectando el suministro en Puebla, donde las terminales de abasto se quedan sin combustibles.
Manifestó que a pesar de este grave panorama, actualmente sólo es posible consignar por robo de combustibles cuando se detecta en flagrancia durante la extracción de una toma clandestina.
“Cuando un empresario detecta una actividad ilícita, la única herramienta que tiene es denunciar, pero, finalmente, la venta de la gasolina en tambos no es un delito”, lamentó González Piña.
Los productos robados, sostuvo, se comercializan al margen de las carreteras, sobre todo en el caso de diesel, pese a lo cual, dijo, en los estados donde más robo existe no se castiga dicha actividad.
Escurrimientos
Para Roberto Moreno León, también investigador de la Facultad de Biología, los derrames de combustible provocados por tomas clandestinas han provocado muchos daños ambientales en Tabasco, Veracruz, Michoacán y ahora Sinaloa. Dijo que hasta el momento es difícil conocer la gravedad de la contaminación en Estación Rosales, porque el combustible se escurre por el subsuelo.
Advirtió que el problema mayor está por venir, porque no solamente es la muerte de peces, aves y la oxidación del agua, “ya que falta ver qué impactos tenemos en el subsuelo y en los mantos freáticos, para lo cual se necesitan hacer técnicas analíticas”.
De no atender de manera oportuna este problema, agregó, se ponen en riesgo las actividades productivas de la agricultura y ganadería de la zona, y puede haber un desabasto de agua para las comunidades aledañas porque extraen líquido de los mantos freáticos.
“No debe quedar la menor duda que están muy impactadas estas dos lagunas porque fueron muchos días el vertiente de combustible”, manifestó Moreno.
De las dos lagunas dañadas, Pemex ha extraído alrededor de 39 mil litros de diesel, durante una semana de trabajos de limpieza en la zona. La paraestatal informó que ya interpuso ante el Ministerio Público federal una denuncia en contra de quien resulte responsable.