ADN/Globedia.- El secretismo rodeó los encuentros subrepticios entre jefes del narcotráfico en México y funcionarios estadounidenses, ávidos por obtener información sobre distintos cárteles.
Personal de la agencia antidroga de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés), así como fiscales del Departamento de Justicia de ese país (DOJ, por sus siglas en inglés) se reunieron con capos del narcotráfico, con conocimiento del Gobierno norteamericano y sin revelar a las autoridades de México.
Los documentos, a los que tuvo acceso El Universal, revelan que el aumento de la violencia durante el mandato de expresidentes mexicanos Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012) fue una consecuencia de tales operaciones ocultas de agentes estadounidenses en el territorio mexicano.
Solamente en el caso de que necesitaban detenciones, los integrantes de la DEA o de la Administración estadounidense presentaban datos obtenidos de tales encuentros a autoridades mexicanas.