ADN/Orange.- El cannabis, consumido por hasta 230 millones de personas, es la droga más demandada del mundo, y mientras que la producción de resina de hachís se concentra en Marruecos y Afganistán, en Estados Unidos y México se incauta casi el 70 % de la marihuana del planeta.
Así se recoge en el Informe Mundial sobre las Drogas que publicó hoy en Viena la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), que destaca la dificultad de presentar un panorama global de la situación porque el cáñamo, la planta de la que se extrae esa sustancia, crece en todo el mundo.
En América del Norte se incautó el 69 % de las 5.700 toneladas de hierba de cannabis decomisadas en todo el mundo en 2011, debido a los alijos intervenidos en México y los Estados Unidos, asegura el informe, elaborado con datos del citado año.
También en América del Sur las intervenciones aumentaron en 2011 un 46 %, aunque desde niveles mucho más bajos que en el norte del continente.
Brasil es el país suramericano con más aprehensiones de marihuana, 174 toneladas en 2011.
México fue en ese año el segundo país, después de Marruecos, que informó de una mayor superficie erradicada de cannabis, con 13.430 hectáreas, mientras que EEUU comunicó el mayor número de plantas destruidas: 9,9 millones.
Marruecos sigue como el país con la mayor superficie dedicada al cannabis, con 47.500 hectáreas en 2011.
Marruecos y Afganistán son también los mayores productores del mundo de resina de hachís, aunque en los últimos años se produjo una estabilización o incluso una caída de la producción.
En 2010, indica el reporte, las autoridades marroquíes atribuyeron la disminución de los decomisos al aumento de los esfuerzos policiales para combatir el cultivo en el país magrebí.
Del mismo modo, las cantidades de resina de cannabis incautadas en España -el país que decomisa el mayor volumen de esa sustancia- cayó en 2011 por tercer año consecutivo hasta las 356 toneladas, comparado con las 384 toneladas de 2010 y las 445 toneladas de 2009.
En Europa, como tendencia general, aumentaron las aprehensiones de marihuana, pero disminuyeron las de resina de hachís, “lo que tal vez indique que el cannabis de producción propia sigue sustituyendo a la resina importada, principalmente de Marruecos”.
En Afganistán el cultivo de cannabis se mantiene estable -en 2011 se plantaron 12.000 hectáreas- y sigue siendo una opción muy atractiva para los empobrecidos agricultores del país por su rendimiento económico, recuerda el documento.