Reportaje/foto: Objetivo7/Cuauhtémoc Villegas Durán
Aguascalientes, Ags.- Como si de una pesadilla se tratara, el gobernador de Aguascalientes ve como resurge la violencia en este pequeño estado enclavado en la meseta Central mexicana.
Los primeros meses del gobernador se dedicaron a la pacificación del estado y, a sangre y fuego se logró. Hubo limpia de los no alineados. Seis meses después se “acabaron” los homicidios. Sí, como sí de un paraíso se tratara, se acabaron las muertes violentas, incluso las que no estaban relacionadas con el narcotráfico. El motivo: la censura. El gobernador ordenó suspender los boletines a la prensa y el estado entró en una calma chicha.
Todos se acusaban de narcos: el procurador a los periodistas, los narcos al procurador, los periodistas al actual gobernador Carlos Lozano de La Torre y, al anterior gobernante, los periodistas a los periodistas, los ciudadanos señalaban a cualquier vecino, por cualquier motivo: desempleo, alguna visita, la compra de un cochecito, la envidia…
Pero esta semana, la violencia ha resurgido súbitamente en medio de las acusaciones de lavado de dinero contra el ex gobernador panista Luis Armando Reynoso Femat, quien dejó en el gobierno al priísta Carlos Lozano para que no lo detuvieran por sus múltiples atracos y nexos con el narcotráfico.
Cosas de la vida, hoy, su delfín es su principal cazador. Y es que, el gobierno de Carlos Lozano se derrumba a pedazos por su soberbia, nepotismo y falta de operación política: su partido y sus candidatos, se encuentran en terceros y cuartos lugares en las preferencias electorales.
Su bancada en el Congreso ya no le sigue el juego. Se niega a perseguir a Toño Martín del Campo por un supuesto desvió de 103 millones de pesos cuando fue diputado hace nueve años cuando el presupuesto anual del congreso es de 100 millones. Toño Martín es el favorito en las encuestas a la alcaldía capital.
Sus periodistas también lo traicionaron, se la jugaron con el candidato panista-perredista y uno de ellos, armando Vázquez Granados, que había amenazado a Lozano, resultó con un balazo en la cabeza, oficialmente fue un suicidio aunque, el vidrio de la entrada fue roto desde fuera de la casa. El cuerpo se encontró en el sofá de la entrada, a un lado de las computadoras.
Ayer mismo, en la colonia Insurgentes o Las Huertas (La principal colonia surtidora de droga en la ciudad) hubo otro homicidio.
Eso apenas ayer. Antier, lunes, hubo dos balaceras y un crimen. Uno de los conflictos se dio cuando ciudadanos enardecidos trataron de linchar a un mininarco, Cristhian Carrillo Durán, de la colonia San Marcos, una de las más conflictivas de la ciudad. Esa misma noche, mientras velaban un muerto, un hombre frente al cadáver asesinó a un familiar de un balazo en el mentón. Esa misma noche en la avenida Constitución un hombre asesinó al rival de su hijo de una puñalada, al parecer, por viejas rencillas.
Los ciudadanos se encontraban estupefactos, apenas la noche del lunes una pareja fue levantada en la zona de los antros más exclusiva de la ciudad. En ese lugar, hubo un antro que tenía entre sus esculturas, un busto de Martín Malverde, el santo de los narcos. La mujer, al parecer la distribuidora de drogas en los antros, era la víctima a “levantar” pero, la intervención del hombre que la acompañaba dio como resultado que también se lo llevaran. El dueño del lugar tuvo deferencias con ellos y tardó en llamar a los servicios de emergencia. La avenida Colosio, donde se dio el levantón es conocida como un lavadero de dinero, ya que es excesivamente cara y los antros abren y cierran casi a diario con inversiones millonarias, en esta zona ha invertido el empresario favorito de Carlos Lozano, el gallero Alejandro Ceja, acusado de ser prestanombres del cartel de los Zetas y a quien le mataron, aquí, en Aguascalientes, a sus guardias, por, “cobrar plaza”.