Reportaje/fotos: Objetivo7/Cuauhtémoc Villegas
Huanusco, Zacatecas.- Éste parece un pueblo tranquilo, pequeño, amanece con el canto de los gallos y la melodía de miles de pájaros, las campanadas que llaman a misa. Los hombres van al campo o a “el norte”, las mujeres a la iglesia, al molino, la leche. Los burócratas se asean y varios de estos tienen el mismo apellido: Medina. El pueblo conoce el juego, es generacional.
“La ganga”
Desde la plaza, un miembro de PRD municipal, no duda “allí trabaja casi toda la ganga” (pandilla), dice mientras apunta con su índice derecho al palacio municipal. Y no lo dice por nada: Adriana Medina Medina, hermana del presidente municipal, trabaja en el Ayuntamiento; Ignacio Vázquez Medina, funge como director de Obras Públicas; Horacio Hernández Medina está en Trabajo Social; la secretaria del presidente es Rocío Medina González. Ellos aparecen en la nómina, ésta fue mostrada al reportero por el secretario del Ayuntamiento. El mismo miembro del PRD asegura que también trabaja allí Lucia Medina González, en el Registro Civil.
El jefe de la familia es Calixtro Medina Medina Segundo, tío del presidente municipal y de Nicolás Medina Muñoz, quien es considerado por el pueblo como su visible heredero.
Calixtro Segundo vive en Jalpa, municipio vecino, donde tiene una farmacia y un consultorio, es considerado el cacique de Huanusco, último bastión priísta en el sur de Zacatecas, ya que los municipios vecinos han conocido la alternancia democrática.
Toda una leyenda, cuentan que fue diputado, senador, que bloqueó la construcción de presas y la canalización para el reparto de agua a los ejidatarios de Huanusco, mientras permitía una excelente infraestructura hidráulica en Tabasco y Jalpa, municipios más cercanos, sin ejidos y que estuvieron bajo su cacicazgo.
Dividida la familia y ante el empuje del PRD y el PAN en el pasado proceso electoral, Nicolás expresó preocupación a su tío. Calixtro Segundo lo tranquilizó, convocó a la familia a su rancho La Barranca en la sierra de Morones, donde son despreciados por la comunidad indígena de Tlaltenango de Sánchez Román, ya que esta última fue despojada por los ancestros de los Medina, de 900 hectáreas, de las cuales le han restituido 450, luego de enfrentamientos armados, litigios, muertos, heridos, encarcelamientos ilegales, pueblos incinerados. Se quedaron con la presidencia.
Los Medina vs indígenas
Parecen historia paralelas, como una lección de Historia.
Eran tiempos de hambruna, chamanes y videntes indígenas auguraban la eterna sumisión ante el blanco si no hacían una rebelión en ese momento. Los caxcanes se negaron a pagar tributo y a la rebelión se extendió y solo hubo de concluir, luego de la muerte de Pedro de Alvarado, con la llegada del Virrey Antonio de Mendoza con un ejército de 40 mil indios, 3000 jinetes, 50 arcabuceros, 50 ballesteros y rodeleros, además de indios de Tonalá, Michoacán y la gente de Cristóbal de Oñate, teniente gobernador de la Nueva Galicia.
Mientras, la inquisición de la Nueva España perseguía supuestamente a los judíos y árabes que venían a buscar riquezas luego de su expulsión de tierras españolas. Los Medina habían sido ennoblecidos en tiempos de la dominación musulmana en España.
Luego de la masacre y devastación de tierras (Todo fue arrasado: pueblos indígenas, vegetación, Juchipila, Moyahua, Jalpa, Huanusco, el cerro de El Mixtón y sierras aledañas. Todo ardió en llamas para que los indios no pudieran reconstituirse en ejército), una década después se les otorgó títulos primordiales a los pueblos avasallados, en los que se les reconocía los derechos sobre sus tierras.
Los muertos no reclaman sus tierras
“A mí, los Medina me quemaron una cocina de zacate y unos panales, yo salí corriendo”, cuenta Guadalupe Ramírez, ex gobernante de las comunidades indígenas de Tlaltenango, Momax y Tocati. Recuerda que en 1957 conoció el documento donde los diez pueblos con títulos primordiales (Cicacalco, Tlaltenango, Tocati, Teocaltiche, Momax, Tabasco, Huanusco, Jalpa, Apozol y Moyahua) donaron 337 cuerdas, 50 varas y un ojo de agua llamado Villegas de la hacienda de Jesús María “a Las Ánimas” es decir a los espíritus de los muertos o talvez para hacer un “campo santo” (panteón).
Dice que la donación se realizó en tiempos de La Colonia “por la ignorancia” o tal vez para hacer una gran panteón, pero que esta tierra al no ser reclamada por Las Ánimas, pasó a manos de un padre de Jalpa, mismo que la vendió a un comerciante del mismo municipio “dueño de Casa López”. Éste construyó la Hacienda Vieja pero no le gustó porque no había agua y la cambio de lugar, luego vendió un pedazo a Calixtro Medina Medina Primero (qepd), quien murió hace décadas, pero se extendió hasta las tierras indígenas, estableciendo sus propios límites, iniciándose así, los problemas.
Eran épocas de terror, los caciques aventaban a su gente y el ganado sobre las poblaciones indígenas, golpeaban sin distinción de sexo o edad, incinerando pueblos.
Calixtro Primero y su hermano Severo (qepd) llevaron quesos y mantas para la gente de Los Cardos y les dijeron que no querían perjudicar los terrenos comunales de la mesa de La Virgen obteniendo así el permiso escrito. “Ése fue el error de Los Cardos”, argumenta don Lupe, porque desde allí establecieron límites: “echaron una cuerda por todo el arroyo de Los Cardos y Los Cedros, después circularon la barranca del Laurel y Los Cedros y la barranca de Jocoquillas y los tomaron como suyo, allí empezó el problema”.
En 1940 la comunidad indígena obtuvo el título que le daba en posesión la mesa de La Virgen y el arroyo de Los Cardos. Es la tierra que ahora pelea a los hermanos Elpidio, Enrique y Nicolás Medina, quienes dicen ser dueños de alrededor de 65 hectáreas cada uno.
Calixtro Primero se ufanaba de ser amigo del también tristemente célebre Leobardo Reynoso (qepd) gobernador y cacique del estado durante décadas.
“Todo aquello deben muchas vidas”, dice mientras apunta a la sierra de Morones, un miembro de la oposición, al recordar la muerte violenta de José Romero, cerca del pueblo, hace décadas, “era un buen elemento, él trajo la primera planta de luz”. La gente señala a Calixtro Primero, como el autor intelectual de esa muerte y su hermano Severo como autor material. El asesinato se consumó en el arroyo de La Boquilla. Cuentan que Severo Medina enloqueció por su crimen.
En su oficina de la capital del estado, una eminente universitaria zacatecana, habla del problema de Los Cardos, siendo maestra rural hace aproximadamente 20 años llegaban los Medina, con sus gentes, a golpear a los indígenas, incluidos sus alumnos de entre 8 y 15 años de edad, “para sembrarles miedo, los desmayaban a golpes”. No soportó la realidad rural. Volvió a la capital.
“Por eso son las masacres”
Química fármacobiologa por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Ana María Lozano, esposa de Nicolás Medina habla desde su farmacia y no duda, “es gente manejada por Narro”, (José Narro Robles) para ganar adeptos y dinero, por eso pasó lo de Oaxaca, opina en referencia a la última gran masacre ocurrida en el vado de Aguas Blancas, en el estado de Guerrero, en el sur de México.
Rememora que en tiempos del gobernador Genaro Borrego, se llegó a un acuerdo pero los indígenas “quisieron más”.
Va más allá, al considerar que el líder petista es un desestabilizador irresponsable, “hace los mismos problemas en Chiapas y Durango, por eso pasó lo de Oaxaca”.
“Los invasores dan dinero a los políticos haciendo de un problema agrario, un problema político”, argumenta Lozano. Considera que los indígenas no son dueños de las tierras, porque ellos presentan un papel que un virrey les dio, “¿usted cree?”.
Por su parte José Narro Céspedes revira al señalar que “los señores del dinero, que se sienten caciques de algunas regiones del estado, tienen que respetar la tierra de Los Cardos, que quieren arrebatar con argucias legaloides a quienes saben, son, los verdaderos dueños”.
“Ha sido muy lamentable la violencia, ha habido enfrentamientos que han dejado muertos y el proceso está estancado por falta de voluntad de la Secretaría de la Reforma Agraria, quienes están más preocupados por pagarle a Diego Fernández de Cevallos (Por el caso de Punta Diamante, en Acapulco) que por evitar otra posible masacre como la de Oaxaca”, agrega el ex diputado federal y líder del Partido del Trabajo en este estado.
Recuerda Narro Céspedes que además del documento virreinal que se encuentra en el Archivo General de la Nación, están los planos de las compañías deslindadoras que fraccionaron Joaquín Amaro, Huanusco y Momax, “se empiezan a dar escrituras a diques de lonjas”.
“De acuerdo con antecedentes y registros se apropian con mantas, quesos y comidas, no es legal, es clara la resolución presidencial, el plano definitivo debe ser respetado, también la resolución presidencial” (1951), afirma Narro Céspedes.
“En 1840 hubo un apeo y deslinde de tierras en Momax y Teocaltiche para delimitar y poder aplicar la Resolución de restauración, reconocimiento y entrega de bienes comunales, mismo que fue ratificado por una resolución presidencial de 1951 y que reconoce los planos de 1840”, explica Narro Céspedes.
El ascenso de Nico
Heredero no sólo de la ambición expansionista de su abuelo Calixtro Primero, sino también del rechazo popular, Nico como le dicen muchos, es, al parecer, el heredero de esta tristemente célebre tradición política.
Nicolás Medina Muñoz es su nombre, pero muchos simplemente le llaman Nico, su familia Ricolás. Médico por la UAZ, heredero de tierras y poder, es señalado como cacique en el pueblo, un alto funcionario del Ayuntamiento no lo niega: Nico es más fuerte que el presidente municipal y tiene casi un 25 por ciento de las tierras de irrigación del ejido Huanusco (El artículo 27 constitucional, autoriza un máximo de 5 por ciento.
El juego sucesorio
En una comida el año pasado en el rancho La Barranca donde se negoció la candidatura del actual diputado federal Antonio Mejía Haro entre Pedro Goitia Robles El Terrible, presidente estatal del PRD y Calixtro Medina Segundo, donde acordaron que a éste se le dejaría elegir candidato no solo por el PRI sino también el del PRD, éste es un cercano de la familia Medina y del gobernador Ricardo Monreal Ávila: Humberto Melchor Vázquez, quien trabaja en Gobierno del Estado y por el PRI van Ignacio Vázquez Medina, secretario de Obras Públicas, quien cuenta con el apoyo de Enrique y Nicolás Medina, mientras que el secretario del Ayuntamiento, Leobardo Viramontes Nieto cuenta con el apoyo del presidente municipal, cualquiera que gane tiene que mantenerse alineado a la familia y regresar la presidencia al terminar su periodo. Las elecciones municipales y para gobernador son en julio.
¿Y dónde están los caciques?
“¿Cuáles caciques?” pregunta Nicolás a este reportero, la presidencia niega el nepotismo y la desviación de recursos, mientras, en las mentes de algunos la revolución armada es opción, otros dicen “les estamos vendiendo para quitárselos de nuevo”. Anochece, solo el ruido de los motores de autotransporte rompe el silencio. Huanusco parece un pueblo tan tranquilo.