Cosas de la política: como si se tratara de un Dios que debe por fuerza entrar al Olimpo municipal, así han tratado a Antonio Martín del Campo, los medios de comunicación locales (Dinero manda) pero nunca se han preguntado y no le han preguntado a su candidato el por qué remodeló edificios que no lo necesitaban por los caprichos del gobernador Lozano, mismo que ahora le entrega la presidencia al imponer por su partido, el PRI, un candidato sin carisma y sin ninguna posibilidad de triunfo.
Lo cierto es que el ahora ungido por el gobernador, nunca hizo su chamba, ni siquiera se preocupó como delegado del INAH por restaurar el tesoro arquitectónico y turístico que es la iglesia de Jesús María. Tampoco el ahora candidato por el PAN, Antonio Arámbula por ese municipio hizo nada cuando fue alcalde y menos como diputado (se dedicó a imponer a Calderón y autorizarle sus presupuestos de guerra que los enriquecieron a ellos y a nosotros nos dejaron en la miseria) por ese invaluable tesoro. No se trata de buscar culpables, ellos solitos se exhiben como unos ignorantes, incultos e insensibles ante tal desprecio por el patrimonio arqueológico de Aguascalientes. Hombres que no saben ver más allá de su nariz, son los que nos gobiernan.