La policía peruana ha informado de que el líder de una secta religiosa chilena, acusado de matar a un bebé recién nacido en un ritual en su país, ha sido encontrado muerto en una casa en la ciudad de Cuzco.
“Se ha confirmado que el cadáver que se halló en una casa colgado de una cuerda es el ciudadano chileno Gustavo Castillo Gaete, de 36 años, buscado en su país por la muerte de un bebé”, ha señalado el general Javier Ávalos, jefe de la policía de Cuzco.
El general ha indicado que Castillo Gaete fue encontrado este miércoles a las 11.45 hora local (16.45 GMT) en un inmueble abandonado en Cuzco. “El cadáver estaba colgado de una cuerda y, con la presencia de fiscal penal y de turismo, se procedió a bajarlo para tomar las huellas”, ha manifestado. “Las huellas fueron comprobadas con las que envió Interpol de Chile. Los resultados fueron positivos”, ha dicho el general Ávalos, que ha precisado que el siguiente paso es llevar el cadáver a la morgue.
La fuente ha explicado que el líder la secta religiosa estaba vestido con una casaca gris, pantalón vaquero, zapatillas marrones y gorro de lana, además de una mochila. El jefe policial ha informado de que un grupo de élite de la policía venía trabajando en la búsqueda de Castillo desde que la Interpol en Chile le comunicó sobre la presencia de Castillo en Cuzco.
Macabro ritual
Según la información de la autoridades chilenas, Castillo Gaete habría viajado a Perú el 19 de febrero, al igual que otras cuatro personas. La policía de Santiago señala que el líder de la secta era el padre del bebé, que habría sido quemado vivo el 23 de noviembre en una finca agrícola chilena, en un ritual supuestamente destinado a “salvar el mundo” antes de su fin, previsto según una profecía maya para el 21 de diciembre de 2012.
Castillo Gaete era un músico de 35 años que se creía en la reencarnación de Dios y se hacía llamar ‘Antares de la Luz’. Según la policía chilena, los miembros de la secta acostumbraban a consumir un alucinógeno conocido como ayahuasca, en reuniones en las que Castillo Gaete tenía relaciones sexuales con todas sus seguidoras, a las que decía que él, por ser Dios, no podía procrear y que si alguna vez eso pasaba el bebé sería el anticristo y debía morir.
La policía chilena informó el viernes pasado de que cuatro personas fueron detenidas. De acuerdo con los antecedentes del caso, la madre del bebé, que es una de las arrestadas, fue llevada el 21 de noviembre de 2012 a una clínica de Viña del Mar, donde dio a luz a un varón, pero al día siguiente Castillo Gaete, que al parecer era el padre, se llevó al bebé y a la madre sin el consentimiento de los médicos.
El día 23 se trasladó hasta Colliguay, una pequeña localidad de la región de Valparaíso, donde estaba el resto de la secta, para realizar el rito que, según ellos, salvaría al mundo de su fin, previsto para el pasado 21 de diciembre. En el ritual, arrojaron al bebé a una caldera de dos metros de profundidad repleta de fuego y permanecieron en el lugar hasta el 21 de diciembre, tras comprobar que el mundo no se había acabado, ha dicho el fiscal a cargo del caso.