Dawn Eden Goldstein narra la manera en que Eternal Word Television Network, EWTN, el canal de TV que dice ser católico en Estados Unidos, la difamó.
El canal de TV que se dice católico aunque ataca repetidamente al papa Francisco, distorsionó sus declaraciones y la difamó. El obispo de Birmingham, Alabama, donde EWTN tiene su domicilio, desdeña los hechos.
Cortesía/Los Ángeles Press/Dawn Eden Goldstein
El 30 de agosto de 2024, abrí los mensajes directos de mi cuenta en lo que solía ser Twitter, ahora X, y encontré un mensaje de la cuenta verificada de Mark Irons: “Dawn, ¡hola! Creo que nos conocimos alguna vez, pero soy reportero de EWTN News In-Depth en DC. Estoy escribiendo algunos textos relacionados con el catolicismo, la política y las elecciones y quería saber más sobre sus perspectivas mientras preparo estos reportes. ¿Tiene una dirección de correo electrónico a la que le pueda contactar?”.
Aunque no recordaba haber conocido a Irons, le envié mi dirección de correo electrónico. Me respondió ese mismo día con una solicitud más específica: “Preparo un reportaje sobre los resultados de una encuesta de EWTN acerca de la fe, la política y otros temas a medida que se acercan las elecciones de noviembre… Una de las preguntas será sobre cómo planean votar los católicos en 2024. He visto sus publicaciones en X y me interesa compartir por qué decidió votar por Harris en noviembre”.
El periodista se refería a una serie de publicaciones que hice explicando por qué, como fiel católica provida, después de leer el documento sobre la elección publicado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles, conocido en inglés como Faithful Citizenship (disponible aquí en español), había decidido que, dada la amenaza que Donald Trump representaba para la democracia (ver el mensaje después de este párrafo), un voto por Kamala Harris era moralmente preferible a uno por Donald Trump.
Como antigua periodista de medios, respeto a los reporteros y les apoyo cuando puedo, así que acepté la entrevista. Pero, dada la notoria tendencia pro-republicana y pro-Trump de EWTN, descrita por el editor del portal católico Where Peter Is, Mike Lewis, como una que prefiere “al partido por sobre la fe”, dudé que el noticiero presentara mi perspectiva sin refutarme. Lo más probable, pensé, es que sólo me usara como portavoz simbólico pro-Harris, para luego enfocarse en personas que hablan a favor de Trump, a quien su director ejecutivo, Michael Warsaw, apoyó en 2020.
Lo que no esperaba es que se me difamara. Pero eso fue lo que sucedió. Cuando Irons editó mi entrevista, agregó una introducción con voz en off en la que dijo: “Algunos la han criticado por defender la ideología de género”.
Me horroricé al escuchar el comentario difamatorio en el informe de Irons sobre el episodio del 6 de septiembre de 2024 de EWTN News In-Depth. Si el canal Eternal Word Television Network (Red de Televisión de la Palabra Eterna) EWTN tratara de inventar la mentira más maliciosa y dañina sobre mis creencias, difícilmente podría hacer algo mejor que insinuar que la ideología de género estaba detrás de mi apoyo a Harris.
El sitio en inglés de la cadena define la ideología de género como una filosofía que “busca difuminar las diferencias entre hombres y mujeres a través de movimientos como el transgenerismo”. Nunca he defendido algo así. De hecho (como explico a continuación), he pasado toda mi carrera como autora y teóloga católica promoviendo la enseñanza auténtica de la Iglesia Católica sobre el amor humano y la sexualidad, así como sobre la dignidad de la vida humana.
El 7 de septiembre de 2024, escribí a Irons exigiendo que la cadena se retractara y se disculpara. Cuando no respondió, escribí el 9 de septiembre de 2024 al vicepresidente y director editorial de la división de Noticias de EWTN, EWTN News, Matthew Bunson, pidiéndole lo mismo. Él tampoco respondió.
En ese momento, podría haberme acercado a un abogado civil para iniciar una demanda por difamación. Sin embargo, mi fe católica me enseña que, siempre que sea posible, es mejor tratar de resolver este tipo de disputas a través de los medios que la Iglesia Católica proporciona (según 1 Cor 6:1-5). Así, el 17 de septiembre de 2024, envié una carta con materiales de apoyo al obispo Steven J. Raica, obispo u ordinario diocesano de Birmingham, Alabama, donde tiene su domicilio EWTN.
En mi carta, que aparece a continuación, declaré específicamente que no le pedía que disciplinara a EWTN, sino que mediara entre la cadena y yo para evitar una disputa civil. (El canon 1446 del Código de Derecho Canónico de la Iglesia prevé esa posibilidad; ver aquí o la imagen a continuación).
El obispo Raica respondió en una carta fechada el 2 de octubre de 2024, aunque no tenía matasellos hasta dos semanas después. Después de reconocer lo fundamental de mi carta, enfatizó que “EWTN y EWTN News no son un apostolado de la diócesis de Birmingham”. Luego dijo que, el 26 de septiembre, había informado al director ejecutivo de EWTN, Michael Warsaw, sobre los materiales que yo había proporcionado, instándolo a abordar mi inquietud “utilizando los procesos y procedimientos internos de la cadena para encontrar una resolución amistosa y equitativa”.
El obispo luego agregó: “Como miembro de la Junta de directores de EWTN, en virtud de mi condición de obispo de Birmingham, no considero prudente proceder más allá de lo que he hecho”.
“Por lo tanto, y en resumen”, el obispo Raica concluyó:
Debido a que EWTN no es un apostolado explícito de la diócesis de Birmingham; y debido a mi servicio en la Junta de directores (sic); y porque he informado personalmente al director ejecutivo de EWTN de su carta y documentación he cumplido con su solicitud dentro de los límites canónicos de mi jurisdicción.
La respuesta del obispo me dejó decepcionada y desconcertada. Estaba decepcionada porque, al negar la responsabilidad por EWTN, el obispo Raica eligió ignorar que tiene una cierta autoridad canónica sobre EWTN. Como obispo territorial del lugar donde esa empresa tiene su sede, tenía la autoridad para determinar si tenía derecho a llamarse católica.
Si, por ejemplo, EWTN empezara a transmitir pornografía, sin duda el obispo Raica anunciaría inmediatamente que ya no era una empresa de medios católica. Y me desconcertó su afirmación de que su puesto en la junta de directores de EWTN le impedía ejercer autoridad moral sobre ella. ¿Qué propósito tenía que él estuviera en la junta directiva como obispo diocesano de EWTN si no fuera para asegurar que la cadena actúa de acuerdo con los valores católicos?
Como Raica se negó a mediar, mi única opción además de iniciar una demanda civil era esperar a ver si Michael Warsaw se ponía en contacto conmigo para remediar la situación. Warsaw finalmente se puso en contacto conmigo y me envió una carta por correo urgente la tarde del 5 de noviembre de 2024, el día de las elecciones. Sin embargo, su carta no resolvió el problema. Más bien, proporcionó más pruebas de que EWTN, al difamarme, mostró un desprecio temerario por la verdad.
Warsaw escribió que consultó mi reclamo de difamación con el asesor legal de EWTN. Es decir, no le preguntó a Mark Irons cuál era la base de la declaración difamatoria. En cambio, le pidió al abogado que investigara la declaración para averiguar si se podía encontrar alguna evidencia en línea que la respaldara.
El director ejecutivo continuó diciendo que su abogado había logrado encontrar “muchos ejemplos” de críticas por mi defensa de la ideología de género. Sin embargo, citó sólo un “ejemplo” de ese tipo: “En Internet se ha hecho referencia a usted como una de las “defensoras “católicas” LGBT notorias y heterodoxas”.
Me sorprendió leer que Warsaw creía que una afirmación tan escandalosa constituía una prueba de que yo había defendido la ideología de género. Pero aún más sorprendente fue la elección de la fuente por parte de Warsaw: un artículo en LifeSiteNews, un conocido medio de desinformación. La historia de LifeSiteNews es tal que YouTube y Facebook han prohibido la distribución de sus contenidos en el pasado. El artículo, que mencionaba mi participación en un panel en la conferencia de divulgación de 2023 del sacerdote jesuita James Martin para católicos LGBTQ, omitió deliberadamente el tema de mi panel: “Vivir una vida de castidad”.
Dado que el director ejecutivo de EWTN decide aceptar un texto de LifeSiteNews como “prueba” de que la cadena estaba en su derecho de difamarme, y dado que su obispo se niega a mediar en mi nombre, mi única opción para defender mi reputación, salvo una demanda civil, es recurrir a la plaza pública. Aunque no he descartado una demanda, en este momento he decidido impulsar un contradiscurso: contrarrestar una mentira al presentar la verdad.
Agradezco a este medio por darme esta oportunidad de compartir el siguiente texto de la carta que envié al obispo Raica, en la que demuestro que la declaración difamatoria era falsa y perjudicial. He editado el texto para eliminar cierta información personal e incluir enlaces directos al vídeo del programa de EWTN y a los artículos en línea mencionados.
17 de septiembre de 2024
Estimado obispo Raica:
Soy una autora, teóloga, canonista y célibe consagrada que, desde que entré en plena comunión con la Iglesia Católica en 2006, me he dedicado a servir fielmente a Nuestro Señor en obediencia al Magisterio de la Iglesia. El 6 de septiembre de 2024, la cadena de televisión Eternal Word Television Network, EWTN hizo una declaración difamatoria en mi contra, en violación del Código de Derecho Canónico c. 220 (disponible aquí y como imagen después de este párrafo), y ha ignorado mis demandas de retractación y disculpa.
Por lo tanto, le escribo para solicitarle que medie en esta disputa o delegue a un representante para que lo haga, como se recomienda en el c. 1446, para que pueda evitar usar el derecho civil para buscar reparación por el daño que la difamación de EWTN ha causado a mi reputación.
La declaración difamatoria se hizo en el episodio del 6 de septiembre del programa EWTN News In-Depth. Mientras el reportero, Mark Irons, presenta una entrevista pregrabada conmigo, dice: “Algunos la han criticado por defender la ideología de género”. Aquí está el enlace para ver el video en el canal de YouTube de EWTN; la declaración difamatoria aparece aproximadamente a los 3:45.
La acusación transmitida por EWTN de que había cometido “defensa de la ideología de género” me angustió. Incluso con el calificativo (“algunos la han criticado”), es inexacta. Nadie ha formulado nunca una crítica seria contra mí por defender la ideología de género, porque simplemente no hay evidencia de tal afirmación. He construido mi reputación pública como defensora de la enseñanza católica sobre el matrimonio y la sexualidad, que también defiendo en privado.
Adjunto correos electrónicos que envié a Mark Irons y al director editorial de EWTN News, Matthew Bunson, exigiendo una retractación o disculpa y no he recibido respuesta alguna, no han transmitido alguna retractación o disculpa.
Su excelencia, dado que sé que podría no conocer mis textos, permítame presentar información que respalda mi afirmación de que la acusación de EWTN carece por completo de fundamento.
Desde que publiqué mi primer libro, The Thrill of the Chaste, en 2006, he sido conocida como defensora de la totalidad de la enseñanza católica sobre la sexualidad humana. También he enseñado sobre la sexualidad humana en seminarios católicos, incluido el Pontificio Instituto Juan Pablo II en Kerala, India, donde en 2019 enseñé conjuntamente “La indisolubilidad del matrimonio” con el sacerdote benedictino Gregory Gresko, OSB, y en la universidad y seminario Holy Apostles de Cromwell, Connecticut, donde en 2017 enseñé el curso “Celibato y comunión en la catequesis de Juan Pablo II sobre el amor humano”.
Adjunto una copia de una carta de buena conducta de mi pastor, en la que afirma que, durante las dos décadas que me conoce, nunca me ha oído contradecir el depósito de la fe en público o en privado.
Varios prelados de la Iglesia Católica están familiarizados con mi trabajo, entre ellos el cardenal Christophe Pierre, nuncio apostólico de la Santa Sede en Estados Unidos, el cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark, Nueva Jersey, quien me ha entrevistado más de una vez para su podcast (The Shepherd’s Voice) y el arzobispo Joseph Naumann de Kansas City, Kansas, y todos ellos pueden dar fe de mi ortodoxia doctrinal.
Mi obispo anterior, el cardenal Donald Wuerl, autorizó la publicación por medio de su Imprimatur de mi libro My Peace I Give You: Healing Sexual Wounds with the Help of the Saints. No soy tan conocida por mi obispo actual, el cardenal Wilton Gregory, pero me agradeció que le enviara una copia de mi libro más reciente, Father Ed: The Story of Bill W.’s Spiritual Sponsor (Orbis Books, 2022).
Para mayor evidencia de mi ortodoxia, he adjuntado tres ejemplos representativos de mis escritos sobre la sexualidad humana:
Además de mis fieles exposiciones de la enseñanza católica sobre la sexualidad en los artículos anteriores y en mis libros The Thrill of the Chaste (La emoción de la persona casta) particularmente la edición católica de 2015, publicada por Ave Maria Press) y My Peace I Give You: Healing Sexual Wounds with the Help of the Saints (Mi paz les doy: Curar las heridas sexuales con la ayuda de los santos, Ave Maria Press, 2012), me gustaría llamar su atención sobre dos artículos recientes en los que apoyo dicha enseñanza. Este año aparecieron en el National Catholic Reporter, cuya periodista Katie Collins Scott me contactó para que aportara un contrapeso a las voces que sostenían opiniones en línea con la postura progresista de esa publicación.
El primero de los artículos del National Catholic Reporter, publicado en abril de 2024, me cita expresando mi apoyo a la declaración Dignitas infinita del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Afirmo que la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la creación de la raza humana como hombre y mujer es irreformable.
En el otro artículo, de mayo de 2024, Scott me describe con precisión como “una teóloga y abogada canónica que abraza la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el género y la sexualidad”.
Como el interés de Scott al escribir no era entrar en detalles sobre la enseñanza oficial de la Iglesia Católica, no me citó extensamente en defensa de dicha enseñanza. Menciono sus artículos para mostrar que, cuando una publicación progresista me consulta, es porque la publicación desea escuchar las ideas de un pensador católico ortodoxo, no de un disidente.
Dado que mi reputación como autora, teóloga y profesora de seminario católico se basa en mi fiel exposición de la enseñanza católica, en particular sobre la sexualidad humana, es razonable preguntar por qué EWTN me difamaría acusándome de ser una “defensora de la teoría de género”. Creo que la cadena intentó difamarme al presentarme como disidente debido a la opinión política que expresé en el reportaje. El periodista Mark Irons me había buscado para la entrevista de EWTN News In-Depth, porque había escrito en la plataforma de redes sociales X que, después de haber sopesado a los candidatos y los temas de la campaña presidencial, votaba por Kamala Harris a pesar de estar profundamente en desacuerdo con ella sobre el aborto (que es la más grave de las muchas preocupaciones que tengo sobre sus posiciones).
Cuando Irons me pidió que hablara frente a la cámara sobre mi decisión de votar por Harris, expliqué con detalle que votaba por Harris con renuencia. Expliqué que no estaba votando por el mal del aborto sin restricciones, sino por el bien de la democracia, con la esperanza de que una victoria de Harris impulsara al Partido Republicano a dejar de apoyar a Donald Trump, su insurrección y sus dañinos esfuerzos por aferrarse ilegalmente al poder.
En situaciones en las que todos los principales candidatos a un cargo electo apoyan políticas gravemente malvadas, la enseñanza católica, incluida la Carta de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles (disponible aquí en español como PDF en particular los párrafos 36-37, que aparecen como imagen después de este párrafo), afirma el derecho de los fieles a elegir un candidato según su propio discernimiento prudencial. El propio papa Francisco lo dijo en su conferencia de prensa del 13 de septiembre de 2024 durante su vuelo de regreso del sudeste asiático. Por lo tanto, estaba en mi derecho como fiel teóloga católica de expresar una opinión privada sobre mi voto en una elección y el discernimiento que me llevó a esa decisión.
Sin embargo, EWTN parece haber tenido la intención de transmitir a sus espectadores que ningún católico ortodoxo podría votar por el candidato presidencial demócrata de Estados Unidos. Por lo tanto, decidió hacer una declaración falsa y difamatoria sobre mí.
Excelencia, no soy la primera persona a la que EWTN ha difamado por expresar opiniones críticas de Donald Trump o sus políticas, o por tratar de llevar sal y luz a un entorno político que se ve perjudicado por la mentalidad de guerra cultural que promueve Trump. Muchos otros han sido difamados de manera similar por la cadena, incluidos:
Los ejemplos anteriores demuestran que la difamación de EWTN hacia mí es parte de un patrón. La cadena, con sus afiliados, abusa del poder que posee como medio de comunicación católico, que goza del apoyo de su excelencia y otros obispos católicos de los Estados Unidos. Ha distorsionado repetidamente los registros y las opiniones de los católicos a quienes desea desacreditar.
La difamación de EWTN me perjudica como teóloga, canonista y autora católica. Si yo fuera a buscar un recurso por la vía civil, tendría un caso pleno de difamación, porque la acusación que se me hace es completamente falsa y perjudica mi actual búsqueda de una posición como profesora de tiempo completo en una institución católica de educación superior. Sin embargo, en obediencia a la preferencia de la Iglesia Católica de resolver las disputas sin recurrir a la ley civil, le pido en cambio que utilice su autoridad bajo el Código de Derecho Canónico c. 1446 para actuar como mediador, o delegar un representante para que medie, para obtener un resultado favorable.
Un resultado favorable sería una retractación pública de EWTN de su declaración difamatoria (corregir el registro para demostrar que no he participado en la defensa de la ideología de género) y una disculpa pública. Dado que la difamación fue pública, la retractación y la disculpa también deberían ser públicas.
Excelencia, me doy cuenta de que podría preguntar por qué es tan importante para mí recibir una retractación pública y una disculpa por una declaración difamatoria que se emitió en un solo episodio de un programa de noticias. Más allá del daño causado por la difamación, quiero estar segura de que EWTN nunca más abusará de su poder haciéndome daño a mí o a otros. Temo que seguirá cometiendo tales abusos si se le permite actuar con impunidad.
Gracias por su consideración. Espero que comprenda la angustia que me ha causado esta difamación, especialmente como teóloga que espera volver a enseñar.
Suya en Cristo,
Dawn Eden Goldstein, JCL, STD
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El texto de Dawn Eden Goldstein se publicó originalmente en Where Peter Is y Rodolfo Soriano-Núñez lo tradujo del inglés al español y lo editó.
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