“No es militarización”, insistió Claudia Sheinbaum al dar cuenta de lo que hará la Guardia Nacional en su diseño de política de seguridad pública.
Los Ángeles Press
En un acto que se atuvo, en algunas cosas, al viejo libreto de las tomas de posesión de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional, Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera presidente de México.
Lo hizo en un ambiente marcado por el sectarismo que caracteriza a su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional que ni siquiera buscó integrar a legisladores de otros partidos en las comisiones de cortesía que reciben y despiden a los presidentes saliente y entrante en días como éste.
Estuvo un número mínimo de jefes de Estado de otros países, apenas 14, lo que deja ver que ni siquiera estuvo presente toda América Latina. La representación nuestros principales socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, estuvo reducida al mínimo, pues estuvieron presentes sólo sus embajadores, Ken Salazar como enviado de Washington y Graeme C. Clark de Ottawa.
Además de Salazar, como parte de la delegación estadunidense, estuvo la señora Jill Biden, esposa de Joe, el presidente en funciones en Estados Unidos.
De América Latina destacó la presencia de Lula da Silva, pero las representaciones de Argentina y Perú, dados los conflictos que animan los gobiernos de esos países y el de México mismo estuvieron limitadas también al mínimo indispensable.
La embajada de Canadá y la de Estados Unidos publicaron parabienes en redes sociales.
El mensaje del gobierno de Justin Trudeau aparece después de este párrafo.
Los buenos deseos del gobierno de Estados Unidos los publicó el día previo al anunciar a los integrantes de su delegación, como se puede ver después de este párrafo.
La ceremonia estuvo precedida por las expresiones de repudio de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación, que debieron enfrentar el cerco de seguridad impuesto en torno al Palacio Legislativo de San Lázaro, como se puede ver en el mensaje que publicó Guadalupe Acosta Naranjo en la red social antes conocida como Twitter, que aparece después de este párrafo.
La intolerancia de Morena, incluso en la integración de las comisiones de cortesía, que no tienen capacidad para decidir cosa alguna en el Congreso, la denunció la exsenadora y ahora diputada federal del Partido Acción Nacional, Kenia López Rabadán en el mensaje que aparece después de este párrafo.
El discurso de toma de posesión de Sheinbaum Pardo insistió en muchos de los temas que Andrés Manuel López Obrador usó frecuentemente durante su sexenio.
En lo que hace al tema clave para el futuro de distintas zonas de la república, azotadas hoy por la violencia, Sheinbaum insistió en atacar a un gobierno que dejó de existir hace doce años, pero al que —por lo que se pudo ver en el mensaje en San Lázaro— se seguirá culpando de todo lo que ocurra ahora.
Fragmento del vídeo de la toma de posesión de Claudia Sheinbaum.
Como se puede ver en el vídeo, además de criticar a Calderón, que dejó de gobernar hace once años y diez meses, Claudia Sheinbaum volvió a celebrar el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional y a insistir en que no era un signo de militarización.
Lo dijo, sin embargo, luego de que tres miembros del Mecanismo para el acceso a la verdad y el esclarecimiento histórico de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990, la llamada Comisión de la Verdad, denunciaran los maltratos y el desdén con el que actuó el gobierno de López Obrador y llamaran a la propia Sheinbaum a corregir el rumbo.
México violento
Debe destacarse, por cierto, que en los últimos dos días de septiembre y del gobierno de López Obrador se registraron más de noventa muertes como se puede ver en la gráfica que aparece después de este párrafo elaborada por TResearch International de México a partir de los datos oficiales del gobierno de México.
En total, López Obrador cerró su gobierno con 199 mil 621 homicidios, más de 42 mil más que los que ocurrieron con Enrique Peña Nieto y poco más de 72 mil más de los ocurridos durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa a quien, como se señaló previamente, Sheinbaum se refirió de manera explícita durante una porción de su mensaje en materia de seguridad.
En otros asuntos, Sheinbaum se presentó como representante de todas las mujeres de México, al tiempo que quería marcar a su gobierno como un parteaguas en la historia del país.
El parteaguas se destacó más porque, además de Sheinbaum, en el presídium de San Lázaro estaba la presidente de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez, la ministra presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, además de tres jóvenes mujeres, dos oficiales del Ejército y una oficial de la Marina, como se puede ver en la foto que aparece después de este párrafo.
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