Los Yunes, de criminales a impunes

De ser repudiado por Morena, a ser acompañado por Félix Salgado Macedonio, Miguel Ángel Yunes Linares fue recibido con aplausos de los legisladores guindas.

Cortesía/Río Los Ángeles Press/Con Voz Propia/Ignacio García.

En Los demonios del Edén Yunes Linares es uno de los políticos que formó parte de la red de trata de personas y prostitución encabezada por Kamel Nacif.

Existe una orden de aprehensión contra Fernando Yunes Márquez, otro de los hijos del jerarca, por presunto daño patrimonial de 92 millones de pesos

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La familia Yunes tiene una historia negra en Veracruz, donde han consagrado un caciquismo político en el que tanto Miguel Ángel Yunes Linares como su descendencia se han beneficiado del erario durante años, pese a que existen diferentes denuncias en su contra por la comisión de diversos delitos y cuyo jerarca fue catalogado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como uno de los máximos representantes de la llamada “mafia del poder”, pero que ahora ha sido exonerado por ser la pieza faltante para aprobar la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación (PJF) en el Senado.

Miguel Ángel Yunes Linares, formado en la estructura política tradicional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde la administración de Patricio Chirinos Calero entre 1992 y 1997, aprovechó el gatopardismo que caracteriza la política mexicana, y aunque encabezó en dos ocasiones al tricolor en Veracruz, se afilió al Partido Acción Nacional (PAN) en 2003, después de la destitución de Elba Esther Gordillo como coordinadora de la bancada del partido en la Cámara de Diputados.

Al convertirse al panismo fue nombrado por el entonces presidente de México, Vicente Fox Quezada, como subsecretario de Seguridad Pública federal y después secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en el cierre de esa gestión y durante la primera mitad del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa fue director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) hasta que compitió la primera vez por la gubernatura de Veracruz por el PAN en 2010.

Sin embargo, la periodista Lydia Cacho en su libro Los demonios del Edén ubicó a Yunes Linares como uno de los políticos que formó parte de la red de trata de personas y prostitución que encabezó el empresario de la mezclilla, Kamel Nacif, pero públicamente siempre ha negado esos señalamientos.

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También el exdirigente nacional del PAN, Manuel Espino, quien se marchó después al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), acusó al jerarca de la familia Yunes de enriquecimiento ilícito por más de tres mil millones de pesos, debido a que sus ingresos como servidor público no correspondían con sus bienes patrimoniales, aunado a que afirmó que tenía vínculos con el crimen organizado.

De la misma manera, aparecieron en el ojo público sus hijos, Miguel Ángel Yunes Márquez, ahora senador que repentinamente “se sintió mal” que solicitó licencia para que su escaño fuese ocupado por su padre, y Omar Yunes Márquez, que fueron exhibidos por efectuar distintas transacciones millonarias que eran inexplicables para sus ingresos públicos.

No obstante, en 2015 el PAN le concedió una diputación federal al mayor de los Yunes en 2015 y posteriormente lo volvió a impulsar a la gubernatura de Veracruz, en la cual derrotó al PRI, debido a la desacreditada imagen del gobierno de otro impresentable, Javier Duarte, por lo cual se convirtió en mandatario estatal por un bienio.

En 2017, antes de la elección presidencial, el entonces candidato de oposición, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que Yunes Linares se enriqueció ilícitamente en la administración estatal, ya que enlistó las distintas propiedades que adquirió tanto en México como en el extranjero, y por ello lo bautizó como uno de los miembros más visibles de “la mafia del poder”.

En los dos años del gobierno de Yunes Linares, la deuda pública continuó creciendo de forma desmedida y la inseguridad siguió en desbandada, ya que la violencia fue constante, con lo cual no mejoró ninguno de los asuntos que se comprometió a resolver en la campaña electoral de 2016 para vencer al PRI.

En una muestra clara de la frase del ex presidente de México, José López Portillo, “el orgullo de mi nepotismo”, Yunes Linares impuso en la candidatura del PAN a la gubernatura de Veracruz a su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, en 2018, lo que hubiese representado un gobierno dinástico en esa entidad, pero que perdió ante Morena, encabezado por Cuitláhuac García, quien lo acusó de provocar desfalcos millonarios en la entidad.

Incluso Cuitláhuac García interpuso una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra Yunes Linares por un mega fraude millonario en la instalación fallida del sistema de videovigilancia durante la gestión del panista entre 2016 y 2018, por un pago de más de mil millones de pesos, aunado a que también existe una orden de aprehensión contra Fernando Yunes Márquez, otro de los hijos del jerarca, por presunto daño patrimonial de 92 millones de pesos, cuando se desempeñó como alcalde de Veracruz.

Para evitar que los Yunes pisen la cárcel, al puro estilo del viejo PRI, Morena los extorsionó para concederles la libertad a cambio de su voto a favor de la reforma al Poder Judicial, lo que dejó en claro desde que el mayor de los hijos del ex gobernador solicitó licencia y entró en su lugar el polémico exmandatario estatal para validar la modificación constitucional.

Así, es prácticamente un hecho que la reforma judicial será aprobada, ya sea por el voto a favor de Yunes o por la ausencia del senador de Movimiento Ciudadano (MC), Daniel Barreda, cuyo padre fue detenido en Campeche, y con ello Morena y sus aliados podrán validar en las dos cámaras la modificación constitucional que presentó López Obrador el 5 de febrero pasado.

Ahora será cuestión de días para que sea aprobada en los respectivos congresos estatales, donde también el partido guinda tiene mayoría y en cuestión de días será avalada en “fast track”, para que se promulgue en el Diario Oficial de la Federación (DOF) antes de que termine el sexenio del tabasqueño.

Con esto se cumple el viejo adagio “en política no existen creencias, existen intereses”, así que en tiempo récord la reforma al Poder Judicial será avaladasin entender las consecuencias que esto representa y que no han sido asimiladas por la mayoría de las personas, que, en general, son indiferentes ante esta modificación carente de argumentos técnicos sólidos y coherentes para garantizar un mejor proceso de impartición de justicia federal.

Como se ha referido en este espacio, con estas modificaciones el papel de la oposición simplemente será testimonial y las iniciativas presidenciales serán aprobadas sin problemas en ambas cámaras si se tratan de modificaciones de leyes o en el constituyente en el caso de las otras reformas constitucionales que también presentó López Obrador.

Nota aparte: La familia Yunes ha consolidado un cacicazgo en Veracruz que ha empobrecido a decenas de miles de personas, mientras que la familia ha vivido como verdaderos reyes intocables, que, cuando son amenazados, son capaces de negociar con lo que repudiaron durante años para mantener sus privilegios.