Cuauhtémoc Villegas Durán/Objetivo7

Aguascalientes, México.-

Hombre alcohólico, cleptómano y enfermo de la cabeza según sus propias demandas, al gobernador de Aguascalientes afectado de la mente por el Hubris -enfermedad propia de los políticos y que abarca un amplio espectro de enfermedades mentales- solo le faltaba añadir otro mal a su cabeza: la no aceptación de una realidad tapándose la cabeza con una boina española como se acostumbra en este estado donde lo kitsch es cosa de todos los días.

Así, el gobernador no sólo se ve ridículo y más chaparro de lo que ya es, sino que muestra como sus apadrinados que el dinerno compra el buen gusto.