Todo lo qué está pasando en la UNAM

El Narco-Estado mexicano, entra a la lucha por el control de la Plaza en la UNAM.

Alcanza la violencia a la UNAM
por: Francisco Sarabia/Río Doce/Ciudad de México en 6 marzo, 2018

Asaltos, balaceras, asesinatos y agresiones ponen en vilo a la comunidad universitaria

La violencia del narcotráfico se desborda en la capital del país a tal grado que uno de los recintos más respetados como es la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el campus del saber y la academia más importante y de mayor tradición en América Latina, se ha convertido en un campo de batalla controlado por bandas de narcomenudistas que se disputan la plaza de la emblemática ciudad universitaria.

Vendedores de droga se pasean por los pasillos y patios centrales de las facultades del campus universitario que alberga a la Rectoría de la UNAM, el Centro Cultural Universitario; la Biblioteca Nacional; los museos, salas de teatro y los prestigiados Institutos donde se genera la ciencia y el conocimiento.

Y en franco desafío a los valores que promueve la máxima Casa de Estudios del país, narcotraficantes se enfrentan a balazos, asesinan, asaltan y agreden a maestros o alumnos, y crean un clima de terror en el recinto, como si se tratara de un lugar común dominado por las hordas de pandillas que deambulan por esta gran ciudad, considerada la plaza más atractiva para la venta de drogas en México.

La avalancha de sucesos registrados desde años atrás y que se intensificaron al inicio de este año con agresiones a estudiantes, maestros y los tiroteos entre narcomenudistas que dejó al borde de la muerte a dos de ellos cerca de la Rectoría de la UNAM, destapó la cloaca sobre este delicado tema que no solo involucra a narcomenudistas, sino a una amplia red de distribución que salpica a trabajadores de las áreas de vigilancia del campus, estudiantes y seudo universitarios que, disfrazados de artesanos o vendedores, se introducen a las instalaciones para comercializar cocaína, mariguana, “piedra” y pseudoefedrina.

Horas después de aquella tarde del viernes 23 de febrero, cuando las balas obligaron a cientos de estudiantes y maestros a tirarse al suelo o esconderse entre las aulas, la comunidad universitaria reaccionó de inmediato y en contingentes aislados y temerosos se congregaron en las Islas —patio central de la Ciudad Universitaria— reclamando seguridad en las instalaciones, con una exigencia clara que decía: “Fuera narcos de la UNAM”.

El lunes 26 de febrero, estudiantes de las distintas facultades que integran la Ciudad Universitaria ofrecieron una conferencia de prensa donde criticaron las medidas de seguridad y la tibieza con que han actuado las autoridades universitarias ante las denuncias y hechos criminales que ponen en riesgo la vida de los universitarios.

Voces disidentes insisten en que la infiltración del narco en las aulas forma parte de la estrategia del Estado para desestabilizar a la máxima casa de estudios del país y romper con la autonomía, que en casos como éste permitirá la entrada de la policía, sean el Ejército o la Marina, para combatir el tráfico de drogas.

Lo cierto es que para estudiantes que militan en colectivos de las facultades de Ciencias Políticas, Derecho, Filosofía y Economía, las detonaciones con arma de fuego casi frente al despacho del Rector, preparan el escenario de un proyecto “privatizador”, que ya se siente con el enrejado de extensas áreas del campus universitario, pues con todo y que se exige identificación en los accesos, el narcomenudeo no para y por el contrario, aumenta de forma alarmante.

EL RECTOR. Ni armas ni militarización en el Campus.

La autonomía no está sujeta a negociación: Rector Graue

Preocupado, el Rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, se adelantó y dijo que el combate al narcomenudeo será frontal, pero no con medidas agresivas que obliguen a armar o militarizar a la universidad.

En su mensaje dirigido a la comunidad de la UNAM, Graue Wiechers reconoció que el incremento de la delincuencia que vive todo el país le ha pegado a la Universidad de la Nación, y frente a esta situación no podemos dejar de indignarnos, porque cuando se presentan estos actos violentos en espacios educativos, donde converge una comunidad cuya esencia es la libertad, la superación, el estudio y el conocimiento, estos atropellos se convierten en algo indignante, inadmisible y de necesaria y urgente atención.

Consideró que desde hace algunos años la UNAM permanecía al margen de la violencia del narcomenudeo y es doloroso enfrentarlo ahora.

Asumió toda la responsabilidad por lo que ocurre dentro de las instalaciones y lamentó la muerte de los dos jóvenes de 20 y 29 años —aparentemente narcomenudistas— que finalmente fueron víctimas de la desesperanza en que vive parte de la juventud.

Haber ignorado la inseguridad y el narcomenudeo no era una opción en la UNAM, repuso. Tampoco era ni será solicitar la presencia de fuerzas policiales, porque vivir en un estado permanente de vigilancia armada o permitir la entrada de fuerzas policiacas no garantiza acabar con el narcomenudeo.

Admitió que desde tiempo atrás se han recibido denuncias sobre la presencia de narcomenudeo en las instalaciones de Ciudad Universitaria y se ha actuado en coordinación estrecha con la autoridad de la Ciudad de México, pero esto ha sido insuficiente.

Los narcomenudistas se han fragmentado por otras zonas del campus central y se ha puesto en marcha una estrategia que, dijo, es el camino correcto para avanzar y resguardar las instalaciones del narcomenudeo.

Adelantó que estos sucesos alimentarán las voces discordantes que reclamarán alternativas más agresivas como la militarización o entrada de la policía a las tareas de vigilancia y muchos aprovecharán los momentos político-electorales para intentar desestabilizar a la UNAM. Pero advirtió que la autonomía no está sujeta a negociación.

A la comunidad universitaria en general les pidió unidad y cooperación para denunciar hechos que alteren o pongan en riesgo la integridad de la población.

EL RECLAMO. ‘Fuera narcos de la UNAM’. Foto: CUARTOSCURO.COM

Lo mismo en otras universidades de CDMX

Lo ocurrido en la última semana de febrero en el campus universitario (CU) encendió las alarmas de seguridad en otras universidades públicas en Ciudad de México.

Por su parte, el rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Hugo Avoites, publicó un desplegado donde demanda al gobierno capitalino mayor seguridad para los universitarios, tras los hechos ocurridos en la UNAM y el asesinato reciente del joven Isaac Luna, alumno de la UACM.

En el desplegado publicado un día después del comunicado de la UNAM, Avoites denuncia: “El crimen de odio de nuestro estudiante Isaac Luna, la balacera en ciudad universitaria que produce dos muertos y el grave atentado contra la profesora María Luisa, de la FES Acatlán, muestran cada vez con mayor frecuencia que los y las jóvenes de Ciudad de México y los universitarios somos ya las víctimas comunes de la violencia y la inseguridad. Estas son solo las más visibles y recientes manifestaciones de un nuevo y más enrarecido clima de violencia en la Ciudad de México”.

Agrega en el documento que los estudiantes reportan cada día ser víctimas de asaltos con navajas y armas de fuego y exponerse a perder la vida. “No debemos esperar a que mueran más estudiantes ni tampoco a que sigan violando o asesinando más mujeres. Exigimos seguridad en nuestras calles y en los planteles universitarios”, apunta el texto.

Los pronunciamientos de otras universidades y centros de investigación cobraron fuerza cuando a los reclamos de la UNAM y la UACM se unieron las de estudiantes de la UAM y el Instituto Politécnico Nacional, que acordaron fortalecer el debate sobre el tema y exigir una recuperación inmediata de la seguridad en estos espacios, que son un foco de atracción para la venta de drogas en la capital mexicana.

Los mismos alumnos aseguran que se hace cada vez más común que los estacionamientos y áreas verdes sean tomados como espacios para ingerir bebidas alcoholizadas o consumir alguna droga y en presencia de vigilantes.

En facultades como Ciencias Políticas o Filosofía es muy conocido quienes distribuyen la droga y están plenamente identificados los sitios y las personas.

Artículo publicado el 4 de marzo de 2018 en la edición 788 del semanario Ríodoce.

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Medio independiente de Aguascalientes.

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