Cacería de policías municipales

Tres agentes privados de su libertad y dos atentados para un mismo grupo policiaco

Los agentes de una compañía de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal están en la mira de la delincuencia organizada

En menos de una semana, un supervisor operativo y dos agentes fueron privados de su libertad y a un jefe de sector intentaron levantarlo.

Los levantones ocurrieron días después de que intentaron asesinar en esta ciudad a Juan Antonio Murillo Rojo, ex Secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM) de Culiacán y de Mazatlán; y mientras elementos de la Policía Militar realizan patrullajes de vigilancia por la ciudad.

Los cuatro policías forman parte de la misma compañía de la Policía Municipal.

Los agentes están asignados a la vigilancia de una zona comprendida del bulevar Diego Valadez Ríos hacia el norte.

El área abarca colonias como Tierra Blanca, Desarrollo Urbano Tres Ríos, Fovissste, Ignacio Allende, Burócratas y los fraccionamientos Los Ángeles y Zona Dorada.

Los delincuentes están “cazando” a los policías cuando se dirigen a sus domicilios después de terminar su jornada de trabajo.

Los delincuentes tienen la información de los policías, conocen su domicilio y sus horarios de trabajo.

Inicialmente la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal vinculó los primeros dos agentes levantados con el auxilio que prestaron esos agentes a los militares emboscados en 30 de septiembre pasado, cuando trasladaban a un detenido de Badiraguato a Culiacán.

Después, las sospechas apuntaron hacía alguna acción de la compañía a la que pertenecen los elementos.

Según el secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán, Víctor Hugo Sánchez Mendieta, se desconoce qué está originando las privaciones de la libertad de los policías de la misma compañía.

La primera privación de la libertad ocurrió la tarde del sábado 27 en la colonia Estela Ortiz de Toledo. En esa zona fue levantado el Supervisor Operativo, Óscar Israel cuando se encontraba en la casa de sus padres en su día de descanso.

Tres días después, el lunes por la mañana, se llevaron a José Antonio en el fraccionamiento Costa del Sol. El policía llegaba a su casa después de terminar su jornada de trabajo cuando hombres armados a bordo de dos camionetas se lo llevaron.

El jueves por la noche privaron de su libertad al tercer elemento de la corporación. Se trata de Reyes Yosimar, quien fue interceptado en el bulevar Enrique Félix Castro, también en el momento en que se dirigía a su casa después de salir de trabajar.

Horas después, intentaron levantar al jefe de sector, José Francisco, en el fraccionamiento Hacienda del Valle. El jefe policía tenía minutos de haber llegado a su casa luego de terminar su horario de trabajo.

Los delincuentes derribaron el portón de la vivienda y dispararon para sacarlo por la fuerza, pero el agente repelió la agresión. El agente se enfrentó solo a los delincuentes y logró evitar ser privado de su libertad y salir ileso. En el lugar quedó la camioneta tiroteada del policía y la fachada de la vivienda.

En todos los casos agentes de todas las corporaciones policiales implementaron operativos de búsqueda en las zonas donde ocurrieron los hechos y en las salidas de la ciudad, pero en ninguno de los casos obtuvieron resultados.

El titular de la SSPyTM de Culiacán dijo desconocer el origen de las privaciones de la libertad y el paradero de los elementos. Sólo confirmó que hasta el momento lo único que vincula los levantones es que los policías forman parte del mismo grupo.

“Todos pertenecen a la misma compañía, estamos haciendo las investigaciones para apoyar a la Procuraduría General de Justicia del Estado, que es el ente encargado de la búsqueda de estas personas”.

“Desconocemos quiénes los están agrediendo, estamos realizando las detenciones de las personas que se dedican a hacer actividades ilícitas, no tenemos la información, estamos tratando de confirmar esa información para poder determinar de dónde vienen esas agresiones”, dijo.

Mencionó que para proteger al resto de los agentes de la compañía, lo único que la SSPyTM puede hacer es ofrecerles un espacio para que duerman en las instalaciones de la corporación como medida de seguridad.

Las armas de cargo, señaló, no se las pueden llevar después de terminar su turno y tampoco los pueden trasladar a sus domicilios en patrullas, debido a que la mayoría de las unidades están en mal estado.

“Desgraciadamente aquí hay que reconocer una cosa, la administración anterior dejó las patrullas en la calle, así en la calle literal, yo no me pongo a llevar a cada uno de mis elementos a su casa, qué va pasar con la demás ciudadanía, no podemos hacer eso, tenemos prioridades”, manifestó.

El agente José Francisco, quien repelió la agresión, explicó que él portaba sus armas debido a que por el cargo que desempeña es necesario que esté disponible las 24 horas para cuando la corporación lo requiera.

Después de la privación de la libertad de Óscar Israel y José Antonio, el alcalde Jesús Valdez Palazuelos presumió que los levantones podrían estar relacionados con el apoyo que prestaron a los militares emboscados.

Señaló que los dos agentes habían acudido en auxilio de los militares, pero el único que acudió fue Óscar Israel.

Los familiares de José Antonio aseguraron que el día de la emboscada el policía estaba en su día de descanso.

Esa madrugada, manifestaron, él se encontraba en su casa con su esposa y sus hijos.

Los parientes del policía lamentaron que el Alcalde haya relacionado a José Antonio con el otro agente privado de su libertad y asegurado que participó en el auxilio de los militares.

Los familiares del policía pidieron a los delincuentes que se lo llevaron que lo liberen sano y salvo.

“A la gente que se lo llevó le pedimos que lo regresen, que su familia, su esposa, sus dos hijos, sus papás y hermanos lo estamos esperando”, señaló uno de sus familiares.

Manifestó que desde el lunes cada minuto ha sido de angustia para toda la familia.

Óscar Israel y otros dos agentes fueron los primeros en llegar al lugar de la emboscada del 30 de septiembre que dejó un saldo de cinco soldados muertos y 10 lesionados.

Después de ellos llegaron elementos de la Policía Ministerial del Estado y otras patrullas de la Policía Municipal.

En la unidad del jefe operativo auxiliaron a uno de los soldados y lo trasladaron al hospital Civil.

De acuerdo con elementos de la SSPyTM, la unidad en la que viajaba Óscar Israel no estaba asignada al sector en el que ocurrió el ataque.

El policía tenía a su mando a los elementos de una zona en el oriente de la ciudad.

El área donde se registró la emboscada estaba asignada a la Policía Ministerial del Estado.

En ese entonces, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y la de Seguridad Pública y Tránsito Municipal tenían dividida la ciudad en sectores y cada uno estaba asignado a una corporación policial para su vigilancia.

El agente fue puesto ante los medios de comunicación por el entonces alcalde Sergio Torres Félix para que narrara cómo fue el auxilio que ellos prestaron, debido a que en ese momento había una polémica sobre que los policías municipales no habían apoyado a los soldados en la emboscada.