Escuelas sin espacios y caldos como comidas en escuelas de tiempo completo

“Caldos, caldos, caldos, eso es lo que nos sirven siempre. El plato es grande, pero dan la mitad, y no esta bien guisado, a veces hacen tacos dorados o bistec”, comenta Nicole, alumna de sexto grado de la escuela Ruperto L. Paliza.

Los comentarios son repetitivos entre los alumnos de escuelas de tiempo completo, quienes comentan las fallas en el servicio de comida escolar implementado en su plantel de educación primaria.

Esta escuela fue una de las pioneras en este nuevo sistema escolar, hace ya casi siete años y aún no puede contar con un comedor y un sistema de alimentación adecuado a las necesidades de los niños.

Las quejas más comunes entre los alumnos son la falta de variedad en las comidas, la calidad del menú y el lugar donde ingieren sus alimentos.

“Yo llego a mi casa comiendo siempre y a veces me duele la cabeza porque no como bien” comenta el alumno Christopher.

Son un total de 138 mil alumnos en diferentes escuelas en el estado que se encuentran bajo este programa educativo, que inició en el 2005 con tal sólo cinco escuelas en todo el estado y sin una currícula establecida o lineamentos para el nuevo horario escolar.

Pero fue hasta el 2007 cuando el programa de escuelas de tiempo completo se estableció a nivel federal, como una política educativa para las escuelas primarias.

El programa extendió el horario escolar de cuatro horas y media, a ocho, lo que viene siendo tres horas y media más de permanencia en la escuela.

Uno de los aspectos que indica el programa es “vida saludable” promoviendo el desarrollo de los hábitos de higiene y nutrición y la formación sobre estilos de vida y saludables con la implementación de entornos seguros.

Uno de los alumnos de la escuela Ruperto L. Paliza indica que “aquí comemos afuera entre la popo de los pichones, pero antes comíamos en los salones con todas las sillas rotas y feas”.

FRANCISCO FRÍAS. “No hay presupuesto que alcance para los comedores que los niños se merecen”.
FRANCISCO FRÍAS. “No hay presupuesto que alcance para los comedores que los niños se merecen”.

La lista sigue

En la escuela Anatolio V. Ortega, ubicada en la colonia Almada, uno de los padres de familia comenta que su hija le dijo que un día les dieron de comer sólo spaghetti con un vaso de agua de sabor, “en mi casa, que es humilde, cuando comemos eso, tan siquiera lo acompañamos de frijol”, señaló.

La comida que se ofrece para los alumnos de estas escuelas es realizada sin el consejo alguno de un nutriólogo y es preparada por cocineras que se adecuan al poco suministro que tienen.

En la escuela Rafael Buelna Tenorio, ubicada en avenida Patria, “los niños que pagan su comida salen a las 2:30 de la tarde y los que no, nos quedamos aquí hasta las cuatro”, informa Laura, alumna de quinto grado que acaba de llegar a la ciudad.

Una de las características de este programa es que se inicia sin bases sólidas y fuertes, se les informa a los padres que se implementará y que con el paso del tiempo y con apoyo económico de ellos se logrará obtener comedores e infraestructura para el suministro de alimentos de sus hijos. Entonces el programa entra en marcha sin tener las áreas adecuadas y los menús saludables que merecen los niños.

Mientras, el secretario de educación pública, Francisco Frías Castro, indicó que “los problemas de los comedores simplemente no hay presupuesto que alcance para darle el comedor que se merecen los niños, no hay”.

Qué dicen los números

Del 2005 a la fecha existen mil 26 escuelas a nivel estatal, de las cuales mil 3 ofrecen alimentación.

En este rubro se encuentran las escuelas que están en la Cruzada Nacional contra el Hambre, que son 513 en los municipios y que fueron seleccionados para tal efecto.

Aquí se les otorga por niño la cantidad de 15 pesos diarios, que es un total de 300 pesos mensuales, que se les deposita, mientras que los que no están en el programa nacional se les deposita mensualmente 50 pesos por niño.

Asdrúbal Mendivil Leyva, coordinador del Programa de Escuelas de Tiempo Completo en el estado, comentó que las escuelas tienen un presupuesto promedio anual de 255 mil pesos por primaria “en algunas escuelas se invierte un poco más, de acuerdo a las condiciones en las que se encuentre la propia escuela y a la cantidad de niños que atienda”.

Las escuelas pertenecientes a este programa educativo además reciben el apoyo llamado 70-20, que consiste en 70 mil pesos para el fortalecimiento de la autonomía de la escuela y 20 mil pesos para ambiente escolares seguros, que les llega una vez cada ciclo escolar.

En el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2013, auditoría realizada a las escuelas de tiempo completo, se encontraron anomalías respecto al uso del presupuesto.

Entre estas irregularidades están los pagos por 5 mil 237.3 millones de pesos a gastos no afines al programa, además de ejercerse recursos en los rubros de “acondicionamiento y equipamiento de espacios escolares” por 50 mil 050 millones de pesos y “material didáctico” por 14 mil 180 millones de pesos, que fueron registrados a pago de nómina de los directivos de las escuelas, y los cuales debieron ser incluidos en “deudores diversos”.

Además se realizaron la adquisición de vales de despensa por 44 mil 654.5 millones de pesos para la alimentación de los alumnos en escuelas de tiempo completo, sin realizar el proceso de licitación pública ni contar con la relación de escuelas beneficiadas.