En medio del dolor por los 43 estudiantes normalistas que desde la noche del 26 de septiembre se encuentran en calidad de desaparecidos, sus familiares tienen la esperanza de encontrarlos vivos. No es solo una consigna ni premonición. El que no hayan sido encontrados en fosas o barrancos, alimenta su fe en que los muchachos no hayan sido asesinados.
Miguel Ángel Vega/Río Doce
Cocula, Guerrero.– Cientos de elementos de la Marina, del Ejército y de la Policía Federal, invadieron la semana pasada este municipio, luego que dos supuestos integrantes del grupo Guerreros Unidos señalaran que los 43 normalistas desaparecidos habían sido ejecutados y arrojados a una fosa del basurero de esa ciudad.
Fue desde el lunes pasado que peritos y médicos forenses de la PGR, se dirigieron al lugar para iniciar la búsqueda de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, aunque al cierre de esta edición, seguían sin encontrar nada.
Pero la búsqueda no se limitó únicamente al basurero de Cocula, ubicado a menos de cinco kilómetros al sur de la cabecera municipal, sino que grupos de la policía federal, buzos, visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), elementos del Ejército mexicano, de gendarmería, y de la Marina, así como líderes activistas, peinaban la zona, incluyendo el fondo del río Cocula, en busca de elementos que les permitan encontrar a los 43 jóvenes desaparecidos.
“Se nos dio la orden que buscáramos en cada centímetro de la zona de Cocula e Iguala, en busca de indicios que sirvan para hallar a los estudiantes desaparecidos, y es lo que hacemos”, dijo un agente federal que participaba en la búsqueda.
No obstante el lugar donde supuestamente estaba la fosa, y el cual era resguardado fuertemente por elementos de la SEMAR, fue impedido el paso a periodistas y a cualquier otra persona que no residiera en esa zona.
“Nadie pasa por aquí; ni periodistas, ni Ejército, ni policías, sólo la Marina y personal de la PGR”, observó uno de los marinos que resguardaban el paso de un puente que conecta a la colonia Vicente Guerrero con al camino que conduce al basurero.
De acuerdo a periodistas, el gobierno “esconde algo”, de otro modo, no tiene lógica que impidan el paso a los medios de comunicación, ni siquiera a visitadores de la CNDH.
“Nos dijeron que no pasábamos y no nos dejaron pasar. Por eso es que estamos yendo a otros lugares donde realizan búsquedas, y vigilar que todo se haga en apego a la ley”, dijo uno de los visitadores de la CNDH.
La búsqueda era seguida por tres helicópteros que sobrevolaban la zona, y el operativo se mantendría por tiempo indefinido en ese municipio y sus alrededores.
Y aunque en la cabecera municipal de Cocula, la semana pasada era normal el peregrinar de Marinos, Soldados y agentes federales que circulaban en camionetas y camiones, la gente de ese municipio no parece acostumbrarse a ellos.
“Son muchos los (agentes) que andan a todas horas, pero pa’ mí que no van a encontrar nada, porque si hubiera algo, ya lo hubieran hallado; sólo ellos saben”, dijo don Carlos García, un sexagenario que vende raspados en la plaza municipal de Cocula.
Un taxista de ese municipio dijo por su parte estar contento que las fuerzas federales hayan llegado al pueblo, y sobretodo que hayan arrestado a varios municipales, porque “los agentes eran muy abusivos, y siempre los andaban sobornando”.
“Aunque no lo crea, los Guerreros Unidos nos protegían. Si pasaba algo, ellos llegaban y ponían orden, pero se les pasó la mano. Y ahora con tanto soldado y marino, arrestaron a policías aunque de momento nos afecta (como taxistas) porque la gente no quiere salir de sus casas”, dijo el taxista quien prefirió no revelar su nombre.
De acuerdo a las autoridades, los operativos en Guerrero continuarán por tiempo indefinido.
Un brillo en la oscuridad
El viernes por la mañana, una narcomanta apareció en Iguala, advirtiendo que los 43 normalistas de Ayotzinapa estaban vivos. Le tela supuestamente estaba firmada por el Cabo Gil, quien según las autoridades es líder del grupo Guerreros Unidos.
La noticia trajo una luz de esperanza a los padres de los estudiantes desaparecidos, así como a los grupos de ayuda que participan en la búsqueda, que esperan encontrar a varios de los estudiantes vivos.
“Nosotros tenemos la esperanza que un 70 por ciento de esos muchachos estén vivos, por eso seguimos aquí buscándolos, pero la realidad es que ya los queremos cómo estén”, dijo Crisóforo García Rodríguez, de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), quien dirige una brigada que cada mañana sale a los alrededores de Iguala y Cocula en busca de los muchachos.
Armados con palas y picos, la brigada se mueve en tres camionetas a los sitios en donde gente les dice, saben que hay fosas, o bien que escucharon gritos, o rumores de sitios donde los normalistas pudieran hallarse ocultos.
Pero los días pasan, y aun cuando ya agotaron todos los recursos y poco a poco la gente que les pasa información se hace menos, las brigadas de la EPOEG no pierden la esperanza, y esperan que al menos ese 70 por ciento de estudiantes sobrevivientes aparezca en cualquier momento.
“Todo esto tiene que ver con la narcopolítica que hay en el estado, y nosotros creemos que los muchachos los tienen como rehenes en algún lugar, y los narcos están esperando para negociar… eso lo sabe el ex gobernador (Ángel Aguirre), y lo sabe Peña Nieto, y el ex Alcalde (José Luis Abarca), pero el gobierno no lo quiere dar a conocer, porque no les conviene que se sepa que negocian con narcotraficantes”, observó Crisóforo.
Y agregó: Por ello las manifestaciones, por ello el inconformismo de la gente, por ello esta resistencia social va a continuar, para exigirle al gobierno que, si debe negociar, que lo haga, si eso va a regresar a los 43 normalistas, que así sea.
El líder social indicó que a partir de la primer semana de noviembre subirían a otros sitios más escondidos de la Sierra, una zona identificada como tierra caliente, a donde han tratado de llegar, pero por lo inhóspito de los caminos, y por la inseguridad que se respira, irán con la gendarmería federal, en un nuevo afán por encontrar a los normalistas.
El propio secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo y reiteró que también en el Gobierno existe la creencia de que los jóvenes pueden encontrarse con vida.
Se siguen, dijo, todas las líneas de investigación y la búsqueda se ha realizado hasta ahora en 115 puntos.
“Estamos trabajando para el escenario que queremos, que es encontrar a los jóvenes, estamos en este trabajo permanente, diario, hay cientos de personas, de gente e instituciones de seguridad, en la búsqueda para encontrar a los 43 jóvenes desaparecidos.
“Lo que más estamos siguiendo es la búsqueda en distintos lugares, hemos ido a 115 puntos, vamos a minas, ranchos y a todos los lugares donde creemos que puedan estar”, dijo en entrevista con Radio Fórmula.
Según Osorio Chong, con base en la investigación y las declaraciones de los detenidos, la PGR está cada vez más cerca de “tener una respuesta satisfactoria, quiero decir con la verdad de lo que pasó el 25 y 26 de septiembre”, afirmó.
Más allá de los 43
Según la Procuraduría General de Justicia del estado de Guerrero, hasta el viernes pasado se habían contabilizado 152 cadáveres encontrados en fosas clandestinas, muchos de ellos sin identificar. Pero además había 243 desaparecidos, incluyendo los 43 de Ayotzinapa.
En la página de Internet de esa dependencia, pueden observarse fotos de algunas de las personas que estaban desaparecidas.
Eneida Lozano Reyes, de la EPOEG, considera sin embargo que el número de desaparecidos en Guerrero debe ser mayor a los 243 desaparecidos que señala la PGJG, y que la cantidad es difícil de precisar.
“La realidad nadie la sabe, porque hay muchas personas desaparecidas que sus familiares nunca denuncian por temor a represalias, por eso hay tantas fosas, de gente que desaparecen y nunca nadie reclama al gobierno”, dijo la activista social.
Las marchas
Y mientras en Acapulco, miles de personas acompañaban a los familiares de los normalistas desaparecidos en una marcha multitudinaria, en el DF, al menos 5 mil alumnos de la UNAM, IPN, UACM y UAM, encabezaban otra marcha desde la Unidad Profesional de Zacatengo, hacia el edificio de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), ubicado entre Bucareli y Atenas, en la colonia Cuauhtémoc.
“¡Justicia! ¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, gritaba el contingente de estudiantes mientras recorría Insurgentes, a la altura de la calle Puente de Alvarado.
Afuera del edificio de la SEGOB, los estudiantes realizaron una manifestación para exigir la pronta aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
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