El “Dos Letras” acusa a director policíaco de proteger narcos

Río Doce.- Luego de un año de silencio en las redes sociales, el asesino autoapodado el Dos Letras reapareció en las redes sociales acusando al director y subdirector de la policía municipal de Ahome Gerardo Amarillas y Joel Medina, de proteger a vendedores de drogas.

En su cuenta de Facebook, el Dos Letras advierte a los tiradores del Pánfilo o Cristian que les “mochará la cabeza poco a poco” sin importar que los protejan el Amarillas o el Medinas.

En la cuenta que fue abierta el 30 de mayo el Dos Letras publicó cinco fotografías. En la primera se observa vivo pero inmovilizado a Carlos Armado Castro Cervantes, de 32 años de edad, quien el día anterior fuera privado de la libertad en la colonia Rubén Jaramillo, al poniente de esta ciudad.

En las sucesivas fotografías se observa una mano sosteniendo un cuchillo cocinero y mostrando amputación de la oreja izquierda. En otras, el joven ya es degollado, y se le deja un mensaje en las piernas.

El Dos Letras también subió la fotografía del mensaje, con el que desafía a la policía municipal de Ahome, pues afirma que le matará a los vendedores de droga que protege.

El mensaje no fue reportado como encontrado por la policía.

POLICÍA DE AHOME. Acusada de proteger a puchadores.
POLICÍA DE AHOME. Acusada de proteger a puchadores.

El 8 de junio, la cuenta fue actualizada con una fotografía de una joven mujer que lleva una niña en brazos. Además publica una nueva amenaza al ex director de la Policía Municipal de Ahome y actual Coordinador de Operaciones Especiales de la Policía Ministerial del Estado, Jesús Carrasco Ruiz, en la que le advierte que se ponga alerta porque lo tiene ubicado. La mujer, acusa el administrador de la cuenta, fue su pareja y la bebé, hija del jefe policial.

Tras la amenaza en las redes sociales, al menos tres personas más fueron asesinadas. Rosario Mendívil, vecino de Las Huertas; el sonorense Ismael Sánchez Piña, y otro joven encontrado entre Taxtes y El Campo 35. En los tres casos, reporteros observaron cartulinas con mensajes, pero la policía no lo reportó al agente del Ministerio Público actuante, por lo que se alteró la escena del hecho. Y por el contrario, los gendarmes iniciaron una confrontación directa con fotógrafos y reporteros, reprimiendo el libre trabajo de los periodistas.

Un año atrás, en el 2013, el Dos Letras publicó en su cuenta de Facebook asesinatos masivos de sujetos que anunció eran sicarios de sus enemigos del Cartel de Sinaloa, el Bravo, Oso y Pingüino y de Chapulines al servicio de Jesús Carrasco, Joel Medina, y Piña.

El Dos Letras se dice leal a la Mochomera, ramificación del Cartel de los hermanos Beltrán Leyva y que después fuese el origen del Cartel de Guasave, bajo el mando de Fausto Isidro Meza Flores, el Chapo Isidro, de acuerdo con informes policiales y militares.

Un trabajo de inteligencia policial ubica al Dos Letras como un sujeto joven residente de la parte norte de Sinaloa municipio. Antes de ser jefe de un grupo de sicarios, conformó elenco criminal con los Calabazas, clan familiar que controlaba los caminos a la sierra.

Hasta ahora éste es considerado un clon del Dos Letras que apareció en las redes sociales en mayo del 2013, debido a que modificó su operación de confrontación directa a la policía. Y esto se le atribuye a que está muy disminuido, sin un ejército y sin capacidad de fuego.

Gerardo Amarillas Gastélum, director de la Policía Municipal en Ahome y coordinador de la Policía Ministerial del Estado en la zona norte de la entidad, reconoció la existencia de lo que consideró narcomensajes, pero los descalificó. “Quieren amarrar el trabajo de la policía, pero no lo han conseguido”.

El jefe policiaco dijo que las imputaciones sobre la protección de narcomenudistas son falsas y las atribuyó a que la policía los está combatiendo cada vez con mayor eficiencia, además de que los ataques a los agentes se han paralizado porque ahora las filas están más unidas y con mejor coordinación operativa.

Amarillas Gastélum afirmó que continuará con su trabajo habitual, sin sobresaltos por las publicaciones en las redes sociales que los relacionan con grupos del crimen organizado o de protección a vendedores de drogas. “Nosotros vamos a continuar con nuestro trabajo, es lo que te puedo adelantar”.

El director de policía se ve tranquilo. No rehúye el tema, y demuestra que también visita las redes sociales, que está al tanto de lo que ahí se publica. Hace conjeturas, pero dice que no son oficiales sino de pensamientos propios.

Y ofrece informar cuando tenga algún dato mucho más concreto de lo qué está ocurriendo y sobre las ejecuciones constantes de sujetos que supuestamente tienen nexos con distribuidores de drogas.