Cada trienio se repite la historia: los 2,457 primeros ediles y los 16 delegados hacen uso de toda la infraestructura gubernamental, utilizan la chequera descaradamente -violando las leyes claro- para imponer a su delfín.
La misma antidemocrática novela se repite en los 31 estados y en la Ciudad de México: gobernadores y Jefe de Gobierno, echan toda la carne al asador para dejarle la silla a su incondicional. Las leyes electorales, cada día más sofisticadas, se las pasan por el arco del triunfo.
Y el desenlace es harto conocido: unos logran que el mejor empleado los sustituya y siguen mandando tras bambalinas; otros sientan al supuesto incondicional en su silla, y éste los traiciona; otros, por su mala administración, pésima campaña y la equivocación del candidato, son castigados en las urnas.
Pero concentrémonos en los que pierden la elección, después de hacer todo lo posible, para que el opositor no los sustituya: después de rendir protesta de ley se voltean los papeles.
La fuerza del poder, los millones, la cobertura informativa, el control de toda la obra pública, los halagos, y la barita mágica pasa a manos del ganador, y claro, los derrotados (ex alcalde o ex gobernador, junto con el ex candidato oficial) son condenados. El delito no importa, lo importante es quemarlos vivos en leña verde.
Los nombres y apellidos de quienes hoy viven tras las rejas, o a salto de mata, ya los conocemos. Si son culpables o no, le corresponde decirlo al poder judicial.
Pero lo que sí está claro, es que en México, los políticos derrotados son víctimas de la revancha electoral.
Aunque lo niegue Carlos Lozano de la Torre, la detención del ex gobernador Luis Armando Reynoso Femat se trata de revanchismo político, los hidrocálidos y todos los mexicanos sabemos que se trata de eso: de un sabroso desquite.
Lo dijimos el 5 de marzo pasado, en este mismo espacio: es el más gris de los mandatarios estatales. Entre sus pares, lo apodan el gringo, y al frente de la CONAGO no se puede esperar mucho él.
También establecimos que fue víctima del Principio de Peter: fue un gran secretario de gabinete, pero de titular del Ejecutivo ha sido muy errático. Recordemos que el Principio de Incompetencia está basado en el estudio de las jerarquías en las organizaciones modernas, o lo que Laurence J Peter denomina “jeraquiología”. Afirma el estudioso que las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a puestos de mayor responsabilidad, pero alcanzan su máximo nivel de incompetencia.
Es decir, le quedó muy grande la silla de gobernador a Lozano de la Torre. Y si no ha podido gobernar Aguascalientes, se antoja imposible que tenga éxito al frente de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Las versión oficial y los incondicionales a Lozano aseguran que la detención de Reynoso Femat es por peculado; y dicen también que tiene varias averiguaciones en su contra por manejos irregulares de las finanzas. Y repiten como pericos, que el siguiente es el hijo de Reynoso.
Pero los ciudadanos de a pie aseguran que se trata de una comedia, donde el antecesor es más popular; que está mejor rankeado, a pesar del bombardeo informativo de medios a modo, y el sucesor le tiene una enfermiza envidia.
Veracruz.-Debido al potencial de Veracruz en materia energética en el contexto global, en breve podrían darse inversiones británicas en ese sector, anunció Michael Fallon, ministro de Energía del Reino Unido, quien se reunió con el gobernador Javier Duarte, en el marco de la Offshore Technology Conference que se desarrolla en Houston, Texas.
*Periodista, editor y radiodifusor
@GustavoRenteria
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