Aunque algunas teorías alternativas a la oficial proponen que fueron los agentes secretos de Israel o Pakistán los que estaban detrás de los ataques, las teorías que han conseguido mayor repercusión suelen estar basadas en una de estas dos ideas:
Que el Gobierno de Estados Unidos tenía conocimiento previo de los ataques y deliberadamente no hizo nada para prevenirlos. Este grupo de teorías, por tanto, admite la existencia de los secuestradores islámicos y no cuestiona la causa del derrumbe de las Torres Gemelas, pero acusa al gobierno de permitir deliberadamente que los terroristas realizaran los ataques. Ha recibido el nombre de LIHOP (“let it happen on purpose”, “dejar que ocurra a propósito”).1
Que fue el propio gobierno de Estados Unidos quien orquestó y perpetró los ataques en una operación de bandera falsa. Este grupo de teorías cuestiona la causa del derrumbe de las Torres Gemelas, que sería una demolición controlada. Se ha usado el término inside job (trabajo interno) para referirse a los atentados en este grupo de teorías. Ha recibido el nombre de MIHOP (“made it happen on purpose”, “hacer que ocurra a propósito”).1
Vídeo difundido por el gobierno estadounidense del momento del impacto contra el Pentágono.
Una de las teorías conspirativas más divulgadas es la de que no fue un avión sino un misil lo que se estrelló contra el Pentágono.2 Sus principales defensores son los que apoyan la versión del “trabajo interno”, quienes afirman que no hay suficientes pruebas que demuestren que se estrelló un avión en el Pentágono. No obstante, algunos partidarios del “trabajo interno” también la descartan tras valorar las evidencias y creen que la conspiración no incluye el uso de un misil.
He aquí los argumentos que manejan los defensores de esta hipótesis:
El NORAD controla la defensa del espacio aéreo de Estados Unidos; este se divide en zonas geográficas, siendo el NEADS (North East Air Defense Sector) el responsable de la zona donde se produjeron los atentados. Es el órgano que coordina y recibe avisos de aeropuertos sobre secuestros de aeronaves, entre otras funciones. El NEADS fue el que envió los F-16 a Washington y a New York. Todas las conversaciones entre los diferentes aeropuertos y el NEADS están recogidos en el informe de la Comisión Nacional del 11-S.3 En casos de secuestro de aviones u otras emergencias aéreas de este tipo, el NORAD tiene unos protocolos de seguridad que consisten, entre otras cosas, en hacer despegar cazas lo más rápidamente posible para interceptar al avión y comprobar qué es lo que ocurre,4 como ha ocurrido en otras ocasiones.5 6 En el caso del vuelo 77 los aviones no llegaron a tiempo y hay dudas incluso sobre si despegaron antes o después de la colisión, un retraso que los partidarios de la hipótesis conspirativa consideran deliberado.
Segun teóricos de la conspiración, el vuelo 77 fue capaz de volar hacia el Pentágono durante 40 minutos y no fue interceptado a pesar de la sofisticada tecnología de radar, de las baterías antimisiles que rodean el Pentágono, y de la proximidad del edificio a la base aérea de Andrews. Realmente no existen estas baterías antimisiles (y si existieran, son secretas).7 El tema de proteger Washington con baterías antimisiles o Atlanta (Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996) fue tratado y rechazado por la posibilidad de derribar un avión por error.8 El aeropuerto Ronald Reagan se encuentra muy cerca del Péntagono, y los aviones lo sobrevuelan en muchas ocasiones. Un ejemplo de ello es el caso de una avioneta que fue identificada como sospechosa en 2002 cuando sobrevolaba Washington: no fue abatida por ninguna batería antimisiles a pesar de que se desalojó el Capitolio.6
En el momento de los ataques, el ala oeste (que era el objetivo del ataque) del Pentágono estaba en reformas, y por lo tanto casi vacía. Concretamente estaba siendo reformada para aguantar daños mayores en caso de un ataque terrorista con bomba. Los partidarios de la teoría del trabajo interno argumentan que el gobierno escogió como objetivo esta zona del Pentágono para minimizar todo lo posible los daños, tanto personales como materiales.
También se afirma desde este sector que los daños producidos en la pared del Pentágono son demasiado pequeños para haber sido causados por un Boeing 757.9 Como apoyo a esta afirmación se suelen basar en fotografías incompletas y obstruidas por el humo o por el chorro de agua de las mangueras de los bomberos, pero en una vista más completa construida por Pier Paolo Murru, juntando fragmentos de varias tomas y uniéndolas tras una corrección de perspectiva,10 queda claro que la valoración del tamaño del agujero por parte de los teóricos de la conspiración (de unos 5×7 metros11 ) está muy por debajo de su tamaño real. Además, dado que la superficie del avión es fundamentalmente aluminio, que es blando y ligero, no cabe esperar que el diámetro del orificio se correspondiese con exactitud necesariamente con el del fuselaje y las alas, algo que se sabe por otros accidentes aéreos,12 mientras que las partes más pesadas, que son las que mayor energía cinética portan (como los motores o el tren de aterrizaje, por ejemplo), son las que más facilidad tienen para romper los muros. En las fotografías puede observarse que el avión originó un agujero profundo (que llegó a perforar dos muros del edificio), mientras que en la zona de alrededor, donde no impactó, sólo se observan quemaduras y daños menores en la fachada.13 Algunos conspiracionistas afirman que esto es una evidencia de que esos destrozos no los pudo causar un avión, porque según ellos los motores de 6 toneladas cada uno no penetraron los muros como sí lo hizo la parte central del avión.
También se cuestiona el asunto de las cámaras de vigilancia del Pentágono: capturaron dos videos, de los que inicialmente se filtraron 5 fotogramas antes, durante y después del impacto, pero ninguno muestra exactamente lo que impacta contra el edificio. Sin embargo el avión, según cálculos realizados por National Transport Safety Board, tenía una velocidad aproximada de 850 km/h en el momento del impacto,14 por tanto es perfectamente posible que no se grabara al avión estrellándose; incluso si el avión hubiera ido a la mitad de velocidad, tampoco tendría por qué salir en la cámara de vigilancia.15 En la parte derecha de la grabación, antes de la primera explosión, puede verse la punta de un objeto sin identificar que no aparece en los demás fotogramas, y que parece muy pequeño para ser el morro del avión, algo explicable por la lente de la cámara tipo “ojo de pez” y la poca resolución de las imágenes.15 Los partidarios de la teoría conspirativa afirman que se trata de la punta de un misil y que eso fue lo que realmente chocó contra el edificio.
El FBI confiscó unos vídeos inmediatamente después del ataque en los que se supone que se había grabado el evento, entre otros, los pertenecientes a una gasolinera cercana y al Hotel Doubletree. Se ha especulado también con un posible vídeo tomado desde el Hotel Sheraton. Se pidió al FBI información sobre el número de vídeos que poseía, y en cuántos se veía el impacto. La agente Jaqueline Maguire redactó un informe,16 que confirmó ante un juez, en el que detallaba que de los 85 vídeos disponibles, en la gran mayoría no se veía el impacto, o el Pentágono, o sólo había imágenes del post-impacto. Negaba además que hubiera algún video del Hotel Sheraton. En el transcurso del año 2006, los vídeos del Hotel Doubletree y de la gasolinera fueron hechos públicos, pero al igual que con los videos del Pentágono, tampoco se puede llegar a divisar el objeto que impacta contra él en ninguno de ellos. Este hecho hace dudar a los seguidores de las teorías de la conspiración. Las cámaras de vídeo de estos establecimientos vigilaban sus aparcamientos como se puede observar en los respectivos vídeos, por tanto el hecho de que se observara el avión era improbable tanto por la velocidad del avión, trayectoria, lejanía, etc. Los detractores de la versión oficial afirman que en ese caso no había ninguna razón para confiscar los vídeos y negarse a mostrarlos al público durante tanto tiempo.
En 2006, un testigo dijo ver a alguien que afirmaba haber visto un misil, aunque esta declaración es controvertida, ya que supuestamente lo “vio” desde una estación de tren subterránea.17 Otros testigos lo describen como “un avión pequeño”,[cita requerida] aunque se hallaban muy lejos como para verlo con claridad (estaban al otro lado del río Potomac, a más de tres kilómetros).18 Además, hay gran cantidad de testigos que sí vieron un avión de aerolíneas.19
El personal militar fue fotografiado quitando del lugar del impacto un objeto grande y ligero cubierto por una lona azul.20 Se cree que con esto se quería ocultar su contenido al público. Las autoridades dicen que el objeto trasladado era una tienda de campaña,21 y no una prueba para ocultar al público.
Según los defensores de la teoría de la conspiración, no se observan ni restos de equipajes ni cadáveres ni trozos de cadáveres y muy pocos restos del avión. Esta información, sin embargo, es imprecisa, ya que sí hay fotografías de restos humanos carbonizados22 y del avión.23
De acuerdo con la versión oficial, se identificaron casi todos los pasajeros del vuelo 77 mediante pruebas de ADN. Dado que el ADN nuclear no resiste temperaturas muy altas y es destruido por las bacterias contaminantes en poco tiempo, hubo que recurrir a extraer de los restos óseos el ADN mitocondrial, técnica que tiene cierta posibilidad de éxito incluso con restos procedentes de un crematorio.24 Algunos detractores de la versión oficial afirman que las sustancias orgánicas en general no resisten temperaturas demasiado altas porque arden o se carbonizan, por lo que dudan de la veracidad de las identificaciones, no indicando sin embargo a qué temperatura se destruye ni cuánta tuvieron que resistir los restos óseos.
Se puede apreciar en las fotos del Pentágono que en los despachos semihundidos por el desprendimiento hay ordenadores, mesas, e incluso libros sin el menor rastro de haber sido quemados. Los teóricos de la conspiración afirman que con el choque de un misil no se produce un gran incendio, pero sí una explosión muy fuerte capaz perforar los cinco niveles del Pentágono, aunque no en línea recta ni con agujeros pequeños, como fue el caso. Los contrarios creen que el incendio simplemente no llegó hasta allí, sino que quedaron expuestos por el hundimiento posterior, como se ve en la parte izquierda del derrumbe en la fotografía siguiente: [3].
En una fotografía de satélite tomada el 7 de septiembre de 2001, se aprecia un clareo en el césped del Pentágono que, aunque no coincide con la trayectoria del avión, sí apunta a grandes rasgos en dirección al punto del impacto,25 algo que según algunos partidarios de la teoría de la conspiración se usó para señalar dónde debía producirse el impacto.
Las Torres Gemelas[editar · editar código]
La torre Windsor de Madrid ardió durante unas 24 horas, pero no se derrumbó gracias a su núcleo de hormigón.26
La Estatua de la Libertad con el WTC ardiendo al fondo.
Artículo principal: Teoría de la demolición controlada del World Trade Center.
Uno de los argumentos más alegados a favor de la teoría de la conspiración ha sido el de que las torres gemelas no se derrumbaron a causa del choque de los aviones, ni por los subsiguientes incendios, sino que se habrían detonado unas cargas que habrían producido el colapso de los edificios, que sería una demolición controlada.27
Para dicha demolición controlada se habría usado termita, una mezcla de óxido férrico y aluminio (Fe2O3 + 2Al) que corta por fusión las columnas de acero, y explosivos, que se ponen en todos o casi todos los pisos.
Los contrarios a esta hipótesis dicen que casi ninguno de los argumentos soporta un análisis a fondo. Incluso hay, como sucede con el Pentágono, una corriente entre los partidarios de la teoría de la conspiración desde la que se rebaten algunos argumentos al uso sobre la demolición y se advierte de que hay que centrarse en otros puntos.28
Estos son los aspectos que se arguyen como indicios de que existió tal conspiración:
En una publicación científica de febrero de 2009 se afirma haber encontrado en el polvo de los restos de las Torres Gemelas, evidencia de la presencia de un material denominado super-termita,29 aunque el artículo ha causado controversia debido a que es una editorial de tipo «pagar para publicar»,30 31 se ha usado como medio para publicar teorías que no son generalmente aceptadas por la comunidad científica31 y la editora jefe dimitió por no haber sido informada de la publicación del artículo.32
Steven Jones, uno de los firmantes de la publicación anterior, sostiene que los informes del NIST reconocen que ninguno de los modelos físicos usados para simular el incendio, resultó en derrumbamiento o colapso, que no había evidencia física de altas temperaturas del incendio suficientes para dañar las estructuras de los edificios hasta hacerlas colapsar. También afirma que solamente los modelos computarizados usados por el NIST sirven de base para la teoría oficial y considera que los datos para tales simulaciones fueron manipulados de tal manera que se ajustaran al resultado deseado en lugar de ajustarse a las evidencias y hechos.33
El gobierno dijo que se había recuperado sin ningún daño el pasaporte del presunto secuestrador Satam al Suqami antes del derrumbamiento de la Torre Norte. Los defensores de las teorías conspirativas sostienen que es prácticamente imposible que el pasaporte sobreviva al choque del avión y al fuego que se produjo con dicho choque, aunque precisamente los objetos pequeños y ligeros son los más propensos a salir despedidos por la onda expansiva antes de que el fuego los dañe.[cita requerida]
Nunca antes del 11-S se había caído ningún rascacielos de acero debido al fuego, ni tampoco después. Sin embargo, nunca antes ningún rascacielos había sido sometido a un fuego tan intenso conjuntamente a una tensión extrema por impacto [cita requerida]. Además el núcleo del WTC era de acero, más sensible al calor, y no de hormigón como el de la Torre Windsor, por ejemplo, mucho más resistente al fuego,26 y en la que precisamente la parte que se sostenía con una estructura íntegramente de acero colapsó por completo, dejando el núcleo al descubierto como se aprecia en muchas fotografías.34 En otros casos de incendios en edificios con núcleo de acero, el colapso estructural también ha sido motivo de preocupación de los bomberos,35 aun cuando éste no se ha llegado a producir, y sí se conocen muchos casos de colapso de estructuras de acero,36 [4] [5] [6] aunque ninguna corresponde a un edificio con las características de las Torres Gemelas.
Las Torres Gemelas se derrumbaron prácticamente sobre sí mismas, empezando el derrumbe desde el punto del impacto y propagándose verticalmente hacia abajo. Según los teóricos de la conspiración, ese derrumbe se produjo casi en el tiempo de caída libre: aproximadamente 10 segundos. De acuerdo con la teoría oficial, la causa sería lo que se denomina derrumbe escalonado piso a piso. Es decir, el punto de ruptura habría hecho ceder a las plantas justo por encima, provocando que éstas cayeran sobre el siguiente piso, lo que causaría que fueran cediendo en cadena, resultando en un colapso de la torre sobre sí misma.37 Ahora bien, los pisos inferiores siempre producirían algún retraso en la caída, aunque sólo sea por su propia inercia, haciendo que tardasen más de 10 segundos, por lo que los que apoyan la teoría de la conspiración afirman que eso sólo se explica mediante una demolición controlada, aunque en realidad ésta tampoco lo explica, puesto que al producirse el derrumbe de arriba hacia abajo los pisos inferiores deberían frenar la caída de los superiores igual que en un derrumbe piso a piso,38 excepto por la resistencia ofrecida por las columnas, sobre la cual hay opiniones contrapuestas.38 39 Por otra parte, hay evidencias en vídeo de que partes significativas de los núcleos (40 a 60 pisos) seguían aún en pie tras unos 15 a 25 segundos del inicio del colapso antes de empezar a derrumbarse ellas mismas, lo que sugiere que la estimación de tiempo de unos 10 segundos por torre puede ser muy poco realista.39 40
Se manejó que aunque las altas temperaturas alcanzadas en el incendio causado por el derrame del combustible debilitaron la estructura interna de las torres, éstas colapsaron hacia dentro, y nunca se observa que caigan en algún otro sentido que demostrara que estaban desestabilizadas, debido a la fuerza resultante del choque de los aviones. En el vídeo, sin embargo, sí se aprecia que la caída de las torres no es limpia. Sobre todo la de la torre sur, la cual se inclina previamente por la esquina más dañada por el impacto.
Uno de los arquitectos que diseñaron las Torres Gemelas afirmó que estaban hechas a prueba del choque de cualquier avión,41 declaración que es tomada por los defensores de la teoría de la conspiración como indicativa de la imposibilidad de que el impacto de los aviones fuera suficiente para derribarlas. Los anticonspiracionistas puntualizan que el avión contra el que estaban diseñadas era un Boeing 707, uno de los más grandes hasta la fecha en que se construyeron, según palabras del ingeniero estructural del proyecto Lee Robertson, pero bastante más pequeño y ligero que un 767.42 En una entrevista para la CNN, Aaron Swirsky, otro de los arquitectos, dijo que en ningún caso se había previsto por parte de ningún ingeniero una eventualidad como la que se dio.43
El edificio Nº 7 del WTC no fue golpeado por ningún avión de pasajeros, y tampoco tuvo ningún fuego en su interior alimentado por el combustible, aunque sí hubo incendios en él.44 La explicación oficial de la caída de las Torres Gemelas se basa principalmente en estos dos detalles; sin embargo, el WTC 7 también se derrumbó sobre sí mismo y casi a la velocidad de caída libre. Esto se explica, sin embargo, por los daños estructurales muy graves sufridos por el derrumbe de las dos torres gemelas que estaba junto a él, las cuales debieron depositar varias toneladas de escombros sobre su debilitada estructura,45 y también por el incendio. En fotografías de los momentos previos a su derrumbe se puede apreciar cómo el edificio se va deformando hasta ceder de golpe, cosa que cuadra perfectamente con un derrumbe producido por daños estructurales severos y no por detonación alguna.46
Los bomberos que entraron en las torres dijeron haber visto y oído explosiones.47 Es normal que se oigan explosiones durante un incendio (por ejemplo, derrumbes parciales como los que se produjeron48 pueden ser interpretados como explosiones), por tanto este dato por sí solo no dice mucho.
El Departamento Sismográfico de la Universidad de Columbia registró importantes actividades sísmicas justo en el momento del desplome de las torres. Muchos defensores de la teoría de la conspiración creen que estas ondas sísmicas precedieron el derrumbe y sólo se las explican mediante fuertes explosiones en la base de los edificios,49 mientras que otros, así como los detractores de la teoría conspirativa, sostienen que tal afirmación se basa en una interpretación errónea de los datos sísmicos.36 40 50
El Lobby (la planta baja) y los sótanos estaban totalmente destrozados antes de que se derrumbaran las torres.[cita requerida]
Los escombros de las torres continuaron consumiéndose durante meses después de su derrumbamiento y la mayor parte del hormigón fue pulverizado.
Se halló metal incandescente en la base de las torres. Los defensores de la conspiración afirman que ese metal era acero procedente de la estructura del edificio y que éste estaba fundido, y razonan de este modo:
El punto de fusión del acero de bajo carbono o estructural está alrededor de 1510 °C (2750 °F), temperatura que sólo puede ser alcanzada en hornos industriales o usando químicos, tales como la termita química, mientras que se han vertido conjeturas en las que la temperatura más alta que pudo darse dentro de las Torres Gemelas es de 1650 °C (3002 °F).
Por lo tanto, el metal fundido que se halló en la base de las torres, podría ser evidencia del uso de termita, que al encenderse produce una reacción cuya temperatura puede alcanzar los 2482 °C (4500 °F) en dos segundos y que se usaría para cortar por fusión las columnas de acero. Según los defensores de esta hipótesis, las chispas incandescentes que salían de las torres momentos antes del colapso[cita requerida] son debidas a esta reacción.
Otras fuentes han sugerido que el acero de la estructura se pudo derretir por la acción de la continuación del incendio bajo tierra tras el derrumbe39 o incluso que fuera el propio acero el que, en una reacción exotérmica, se mantuviera incandescente produciendo óxido de hierro, que funde a temperaturas más bajas, ayudado por el agua echada por los bomberos.51
Hay fotografías que muestran columnas cortadas en ángulo de 45°.52 Según los partidarios de la teoría de la conspiración este ángulo es característico del uso de termita para cortar columnas de acero en demoliciones controladas[cita requerida] y no encuentran otro motivo para que los cortes estuvieran realizados en diagonal, lo que les lleva a concluir que tal corte prueba que se usó termita. Hay otras fotografías que muestran a soldadores realizando los cortes diagonalmente,53 y se ha sugerido que los cortes se hicieron de esa forma para favorecer que las vigas cayeran en cierta dirección tras ser cortadas. A eso hay que añadir que la limpieza del corte es inconsistente con el uso de termita.54
Según algunos teóricos de la conspiración, la mayoría de las columnas se encontraron en secciones de aproximadamente 9 metros, lo cual se argumenta como prueba del uso de explosivos. Esta afirmación alude probablemente a las piezas constitutivas de la malla perimetral, que de hecho tenían esa longitud y se separaron durante la caída, y es fruto del desconocimiento de la estructura de las Torres.55
Unos meses después de los ataques, la mayor parte de las columnas de acero fueron transportadas a Asia, tras ser analizadas por los investigadores forenses.36 Los defensores de las teorías no oficiales afirman que con este envío se evitaba que las columnas pudieran ser estudiadas de nuevo y descubrirse en ellas efectos causados por explosivos.
La investigación posterior llevada a cabo por los expertos finalmente concluyó que al impactar el avión contra la torre, la espuma antiincendios que recubría las vigas principales y que las aislaba del calor salió desprendida, por lo que tras horas de calentamiento éstas se combaron [cita requerida]. Por otra parte el impacto también derribó los muros secos que debían evitar la propagación de incendios en el interior del edificio. Las vigas en el punto de impacto debían sostener un peso mucho mayor y con la deformación producida por el calor terminaron por ceder. El derrumbe de las Torres Gemelas se habría debido pues al efecto combinado del impacto y del incendio subsiguiente [cita requerida].
Es sabido entonces que la gran interrogante que indica que el propio gobierno de los Estados Unidos habría maquinado todos estos atentados a su propio país y así tener un pretexto e invadir Oriente Medio
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